
El Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha acordado la celebración del Gran Premio de Bahrein, suspendido en marzo por las revueltas populares, el próximo 30 de octubre, después de la reunión mantenida en Barcelona el pasado viernes.
El director del circuito de Bahrein, Zayed Alzayani, ha confirmado el regreso de su Gran Premio al calendario en un comunicado recogido por la agencia EFE. "Doy las gracias a Bernie Ecclestone, Jean Todt, a la FIA y al resto de la comunidad del deporte del automóvil por el apoyo y la comprensión que nos han dado", ha declarado Alzayani, quien asegura que "es una buena noticia para Barhein. Hemos pasado por momentos difíciles, pero la estabilidad ha vuelto".
Por su parte, la FIA ha expresado, a través de su vicepresidente, el español Carlos Gracia, que tomaron la decisión después de hablar con todas las partes, incluido el Instituto Nacional de Derechos Humanos. "Hay que destacar que el reciente anuncio del Rey de Bahrein ha establecido un proceso de diálogo político y de reconciliación", ha señalado la FIA en el comunicado y añade que "tras considerar todos los factores y los intereses de todas las partes, ha decidido por unanimidad restaurar el GP de Bahrein en el Mundial de Fórmula uno".
De esta forma, la carrera que se iba a disputar en este país del golfo Pérsico el 13 de marzo, se celebrará el 30 de octubre y obligará, así, a retrasar el GP de India hasta el 11 de diciembre, fecha que, a falta de más cambios, cerraría el Mundial de Automovilismo.
Críticas a la FIA por su decisión
Son muchas las protestas que se han lanzado desde diferentes sectores del mundo de la Fórmula 1 en contra de la inclusión del GP de Bahrein en el calendario. Ross Brawn, jefe de equipo de Mercedes GP, ya mostró su indignación ante la posibilidad de que la temporada se alargara hasta mediados de diciembre, alertando de las consecuencias que ello tendría para las escuderías.
Ahora, tras el anuncio oficial de la FIA, más voces se han mostrado discrepantes contra la inclusión de Bahrein de nuevo en el calendario, aunque por motivos distintos a los de Brawn. "La F1 debía de haber adoptado una postura mucho antes, en vez de ir retrasando constantemente la decisión". "Esto habría enviado un mensaje muy claro sobre cuál es la posición de la F1 respecto a algo tan fundamental como los derechos humanos", ha declarado Mark Webber (Red Bull) tras conocer la decisión.
Incluso el que fuera presidente de la FIA durante 18 años, Max Mosley, ha mostrado también su indignación con respecto a la decisión de correr en Bahrain. "El límite se encuentra en el punto donde un evento deportivo es usado por un régimen opresor para justificar sus acciones. Si el deporte acepta ese papel se convertirá en un juguete en manos del gobierno", ha reprochado Mosley en unas declaraciones publicadas en su columna en el Daily Telegraph y recogidas por el portal caranddriverthef1.com. Mosley asegura que "la Fórmula 1 se convertirá en su cómplice".