Nunca los neumáticos habían sido tan protagonistas en la Fórmula 1 como lo están siendo en la presente temporada los Pirelli. Tras las muchas críticas recibidas por los pilotos de la parrilla del Mundial, la marca italiana se juega su prestigio en un Gran Premio al que llevarán un compuesto nuevo hasta el momento: los neumáticos superblandos.
Con la importancia que cobra realizar una buena calificación en Mónaco (la dificultad para adelantar en carrera es máxima), es previsible que las escuderías opten por utilizar estos neumáticos superblandos, para asegurar la mejor de las vueltas posibles. Pero, en tal caso, los monoplazas comenzarían la carrera del domingo con este compuesto y, por tanto, deberían comenzar a parar muy pronto, probablemente a partir de la quinta o sexta vuelta.
De este modo, las muchas paradas en boxes que se prevén, sumado a la dificultad para adelantar en Montecarlo, supone que la estrategia de equipo desempeñará, con total seguridad, un papel crucial en el devenir de la carrera. Más, si cabe, cuando la FIA limitó el uso del DRS en Mónaco, prohibiéndolo en el tramo que coincide con el mítico túnel del circuito urbano y que, precisamente, es donde mayor velocidad se alcanza.
Además, a estas dificultades se une el fuerte contraste que los pilotos experimentan al pasar de un circuito de máxima velocidad como el de Montmeló al de Montecarlo, que se caracteriza por el tráfico, los accidentes y la bandera amarilla, en tan solo una semana. "Es un contraste extraño viniendo de un circuito como el Barcelona, que es abierto y fluido, y llegar unos días después a Mónaco, una pista más lenta, la más estrecha y más dura (de la temporada)", ha asegurado el británico Jenson Button (McLaren), en declaraciones a France Press.
Ferrari prefiere blandos
