Opinión

Golpe fiscal a la clase media

  • La no deflactación del IRPF reduce el poder adquisitivo de las personas, pese a las subidas de sueldos realizadas desde 2023
Revisión de los impuestos con papel, bolígrafo y calculadora

elEconomista.es
Madrid,

El salario medio se incrementó un 4,8% en España entre 2023 y 2024, pasando de 30.250 euros brutos al año a 31.698 euros, según cálculos de la OCDE. Un incremento que se queda en el 1,9% al restar la inflación media anual del 2,8% con la que cerró España el pasado ejercicio. Pese a este aumento, la realidad es que los españoles perdieron poder adquisitivo. Esta divergencia se explica porque la carga fiscal sobre los sueldos en nuestro país se elevó un 2,2%. Este incremento se explica en su totalidad por el hecho de no ajustar los tramos impositivos del IRPF en función de la subida de la inflación. De hecho, la no deflactación del tributo es lo que ha provocado que se gane menos dinero neto pese a las subidas salariales. Una pérdida del -0,3% que hubiera sido incluso más elevada si no fuera porque algunos Ejecutivos regionales (Madrid, Aragón, Canarias, País Vasco y Navarra) sí deflactaron el IRPF en el tramo autonómico del tributo.

A la vista de estos datos, resulta evidente que la negativa del Gobierno a deflactar los precios en el IRPF tiene un alto coste para los trabajadores. De hecho, una persona con un salario de 30.000 euros ha pagado 255 euros más en el Impuesto sobre la Renta de 2025, según el Reaf. Un dinero que va directo a las arcas públicas y que explica que la recaudación siga batiendo récord año tras año. Esta tendencia al alza de los ingresos públicos evidencia que existe margen para adecuar los tramos del IRPF. Pero también muestra que son las clases medias las que más ayudan a sufragar la fiesta del gasto público. Al negarse a la deflactación, el Gobierno confirma una voracidad recaudatoria que golpea a la mayoría de los hogares, lo que merma la renta de las familias y frena el consumo.