Bolsa, mercados y cotizaciones
El bono de Estados Unidos ofrece a doce meses más recorrido que el S&P 500
- La deuda de EEUU será 145 puntos más rentable que el beneficio de Wall Street
- Un inversor obtendría un 5,5% si comprase hoy y vendiera al cierre del 2025
- El retorno de los títulos a diez años estará 60 puntos básicos por debajo del actual
Sergio Fernández
La rentabilidad del bono de Estados Unidos está yendo en la dirección contraria a la que esperaba el mercado hace un mes, a pesar de la presión compradora de este martes por la autorización de Vladimir Putin del uso de armas nucleares como respuesta a un ataque con armas de largo alcance sobre territorio ruso. Pero los mercados financieros siguen dominados por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Hace un mes no existía la certeza de que los republicanos ganarían las elecciones en Estados Unidos ni que existiera la posibilidad de un entorno más inflacionista de cara al 2025. Esto recorta el precio de los bonos estadounidenses y dispara su rentabilidad. No obstante, el mercado espera para el cierre del año que viene un repunte del precio de los bonos que ofrecería un beneficio para el inversor del 5,5%. Esto implicaría un rendimiento superior al que da el cupón de esta deuda y mayor a la rentabilidad esperada en el S&P 500 para los próximos doce meses según su multiplicador de beneficios.
El 2024 arrancó con la confianza del mercado en un rápido y pronunciado ajuste de los tipos de interés a la baja en Estados Unidos y en la eurozona. Esto provocó la caída de la rentabilidad de los bonos soberanos en el mercado secundario, que se mueve de manera inversa al precio de estos títulos. Las expectativas se enfriaron al pasar un recorte de 150 puntos básicos para todo el año a los 75 que ha realizado la Reserva Federal de Estados Unidos hasta la fecha. De hecho, el mercado ya descarta que pueda llegar otro recorte de 25 puntos básicos en diciembre, según Bloomberg.
Lo anterior se tradujo en una primera oportunidad para el inversor de volver a comprar deuda estadounidense con el objetivo de presencial una nueva caída de las rentabilidades e incremento de los precios. Y, con el bono de Estados Unidos a diez años en el 4,36% actual, se presenta una nueva oportunidad según las proyecciones de las firmas de análisis. El consenso de expertos espera que la rentabilidad de la deuda estadounidense a diez años cierre el año que viene en el 3,73% de media en el cuarto trimestre.
La diferencia entre expectativa y actualidad, de más de 60 puntos básicos, fuerza a presenciar una presión compradora en los doce próximos meses en los que la Reserva Federal recortaría sus tipos de interés en 75 puntos básicos, según los activos financieros OIS (Overnight Inexed Swaps utilizados para calcular la expectativa de tipos a futuro). El valor nominal de estos bonos a diez años se sitúa en los 98,9 (en el momento de la emisión su valor era de 100, en dólares por ser deuda estadounidense) y se espera que llegue a los 104,47 para el cierre del 2025. Es decir, el incremento del precio de estos títulos daría al inversor un beneficio del 5,55%. "Dada la reacción del mercado hasta ahora, la relación riesgo-recompensa en los bonos del tesoro estadounidense a 10 años parece razonable, especialmente teniendo en cuenta los riesgos geopolíticos actuales y que la configuración de la política exterior bajo la nueva administración Trump es una incógnita", comentó el gestor de la boutique de Vontobel, TwenyFour, Felipe Villarroel.
Si se compraran hoy estos bonos a diez años y se vendieran en diciembre del año que viene, se obtendría mayor retorno que cobrar que incluso con los cupones que se cobrarían, sobre el 4,25%, pero también que la propia bolsa de Wall Street. Siempre y cuando se cumplieran las expectativas del mercado. El S&P 500 cotiza con un PER (veces que el beneficio queda recogido en el precio de la acción) de 25,2 veces. Y el consenso de mercado que recoge Bloomberg espera que este multiplicador se sitúe de media el año que viene en las 24,3 veces. Es decir, la expectativa de rentabilidad sobre el beneficio neto (inversa del PER) estará en los próximos doce meses en el 4,11%.
Que la capacidad para generar beneficios del S&P 500 por cada acción rente menos que el cambio de precio esperado por un bono estadounidense, que se asume más seguro que la renta variable aunque no esté exento de riesgo, eleva el atractivo de la deuda soberana. Y es que la diferencia a cierre del año que viene estaría cerca de los 145 puntos básicos a favor de la renta fija. Esto también ocurre con otros vencimientos más cortos y largos pero no con los bonos estadounidenses a dos años. Estos títulos verán un recorte de su rendimiento de casi 100 puntos básicos en los próximos doce meses, según el consenso de mercado que recoge Bloomberg. Pero el cambio de precio generaría menos de un 3% de beneficio para el inversor.
Mientras que los retornos esperados en la bolsa estadounidense han tendido a la baja a medida que avanza el 2024, el rendimiento a vencimiento de los bonos se enfrentó a vaivenes que llevaron al bono a diez años por encima del 4,7% pero también por debajo del 3,6% en septiembre. Y, si bien puntualmente la deuda estuvo por encima de la inversa del PER del S&P 500 en términos de rentabilidad, es desde octubre cuando se produce el cambio de posiciones entre ambos y a favor de la renta fija. Que siga así dependerá de la evolución del índice de Wall Street, la expectativa de sus beneficios, de la volatilidad del mercado de renta fija y de la evolución de la deuda estadounidense con Donald Trump, entre otros. "Es probable que el déficit en Estados Unidos alcance récords fuera de una recesión, por lo que es importante que los rendimientos del Tesoro a 10 años no superen el 4,5% para respaldar el actual ratio o múltiplo precio/beneficios (PER) a plazo del S&P. Nuestros objetivos estratégicos a 12 meses están en revisión", señala el director de inversiones para América de DWS, David Bianco.
Por otra parte, existe una amplia dispersión de los expertos a la hora de delimitar dónde estará el bono de Estados Unidos a diez años al cierre del 2025 (la media lo sitúa en el 3,73% de 48 expertos consultados por Bloomberg). Firmas como Goldman Sachs o Julius Baer pronostican que estos títulos estarán en el 4,1% en el cuarto trimestre del 2025. El grupo ING incluso lo ve en el 4,75% que implicaría borrar cualquier expectativa de incrementar los beneficios por la subida de los precios de los bonos e incurrir en más pérdidas. En la parte baja, se situarían opiniones como la de Wells Fargo (3,5%) o HSBC (3,1%) que implican mayor caída de rentabilidad de la esperada actualmente.