Bolsa, mercados y cotizaciones

Los 'supereneros' marcan el destino del año bursátil de las bolsas europeas

  • Un enero verde es un año verde para el Ibex 35 en el 72% de ocasiones
  • El Barómetro de enero se creó para calcular el destino de la bolsa de EEUU
  • Es el mejor enero de la historia del EuroStoxx 50 y el tercero del Ibex 35
Foto: iStock.

Francisco S. Jiménez, Carlota G. Velloso

Como quien se levanta por la mañana con según qué pie, el primer mes del año guarda una correlación con el fin del mismo. En la mayoría de ocasiones en las que los índices han firmado un enero alcista, ese arranque se ha convertido en un ejercicio, asimismo, alcista. En el Ibex 35, esa regla se cumple en el 72% de los casos y, en el caso del EuroStoxx 50, esa correspondencia es del 75%.

En este primer mes, el Ibex 35 cierra el tercer mejor enero de su historia. Solo hay otros dos con rentabilidades equiparables, del 11,05% en 2001 y del 10,10% en el 1994. El EuroStoxx 50, sin embargo, no encuentra precedentes y el de 2023 ha sido el mejor enero de su historia (+9,6% a cierre de lunes), al que le sigue el del año 1999 (+6,12%). Del resto del ejercicio en curso depende que otro 'superenero' se sume o no a la estadística.

Este comportamiento muestra que de los 18 eneros verdes del selectivo español, 13 se han traducido en ejercicios rentables. Cumpliéndose la regla de los eneros el 72% de los casos, con una subida anual de promedio del 4%. Para su homólogo continental, el alza promedio es del 3,2%. 

En su caso, un enero positivo que acabe en un año positivo se ha dado en nueve de 12 ocasiones. Un fenómeno visto en 2019, 2015, 2013, 2012, 2007, 2006, 2005, 2004 y 1999. Las excepciones fueron 2001, 2011 y 2018. Además, en este índice se observa otro patrón: los mejores eneros, con rentabilidades superiores al 5%, terminan con ganancias. Esto ha ocurrido en tres de tres veces en la trayectoria del índice, que dio sus primeros pasos hace 25 años. De nuevo, falta esperar al trascurso de 2023 para ver si se añade un caso más a los registros.

En EEUU, la estadística y los comportamientos estacionales de los mercados son muy seguidos por los inversores. Los almanaques son una tradición y no solo en bolsa, también abundan en deportes y otras disciplinas. El Barómetro de enero es uno de los indicadores más famosos. Fue ideado por Yale Hirsch, editor de Stock Trader's Almanac, en 1972. Su premisa es fácil. Si al S&P 500 le va bien en enero, hay una alta probabilidad de que el año bursátil termine en verde.

El indicador funciona, en parte, porque la estadística juega a su favor. Desde 1950 solo ha fallado en ocasiones, con lo que tiene un porcentaje de precisión de casi el 85%. Pero también tiene un porcentaje elevado de acierto por el propio comportamiento del mercado. Los inversores suelen entrar con fuerza en bolsa después de ejercicios con números rojos significativos.

Tal es así que los primeros cinco días también tienen una alta correlación con el signo del mercado a final de año. Un saldo alcista del S&P 500 en las primeras cinco jornadas otorga una probabilidad del 85% al ejercicio en curso de terminar en positivo. De media, el el S&P sube un 14% en promedio y este año se ha dado la circunstancia.