Bolsa, mercados y cotizaciones
Wall Street, ante la estanflación y la historia: el peligro es la recesión, no la inflación
- El S&P 500 avanzó incluso un poco más que el IPC entre 1970 y 1982
- Las turbulencias llegaron con las recesiones, no con la elevada inflación en sí
Mario Becedas, Javier Barriocanal
El término estanflación parece haber vuelto al debate económico para quedarse un tiempo. La combinación de estancamiento y de elevada inflación está llevando a expertos y profanos a echar la vista atrás y fijarse en los años 70 y 80 del siglo XX.
La Reserva Federal de EEUU actualizó este miércoles sus previsiones para este año, subiendo las de inflación del 2,6% al 4,3% y rebajando las de crecimiento del 4% estimado en diciembre al 2,8%. La lectura está clara y aunque el presidente del organismo, Jerome Powell, quiso dar un mensaje de confianza, los inversores miran a la historia para ver cómo capeó Wall Street épocas de turbulencias parecidas.
En los años 60, la inflación de EEUU aumentó durante toda la década del 1% al 5% debido a la solidez de la economía nacional, así como al gasto en la guerra de Vietnam y los nuevos programas sociales. Los 70 llegaron arrastrando una recesión a finales de 1969 y 'terminaron' con otra en 1982. La economía estadounidense atravesaba un largo periodo de estanflación.
La inflación aumentó durante toda la década y siempre fue superior al crecimiento del PIB. El presidente de la Fed Paul Volcker puso fin a la era de la estanflación al comenzar los 80 subiendo los tipos de interés lo suficiente como para provocar una fuerte recesión. Esto finalmente rompió el impulso inflacionario de la economía después de más de una década de aumentos del IPC por encima del 5% interanual.
Buscando arrojar algo de luz, los analistas y fundadores de DataTreak, Nicholas Colas y Jessica Rabe han publicado una nota en la que estudian cómo se comportó Wall Street en este periodo. Lo primero que hacen es destacar algo relativamente obvio al observar los datos: el rendimiento del S&P 500 entre 1970 y 1982 fue muy volátil y no solo a causa de la estanflación. Si en 1972 ganaba un 18,8%, en 1973 perdía un 14,3% y en 1974 un 25,9% (crisis del petróleo mediante) para recuperar un 37% en 1975.
El segundo paso de los analistas es poner de relieve algo no tan obvio: "Incluso con toda esa volatilidad, el S&P 500 siguió el ritmo de la inflación del IPC durante la estanflación de los años 70 y principios de los 80. No batió el índice de precios al consumo por mucho, pero mantuvo su valor". Si entre 1970 y 1982 el IPC avanzó un 159%, el S&P 500 lo hizo un 169%.
En este punto, ambos expertos hacen un paréntesis para reseñar que, "aunque existe la creencia popular de que el sector inmobiliario residencial estadounidense funcionó excepcionalmente bien durante el periodo de estanflación de los años 70 y principios de los 80, el conjunto de datos históricos sobre el precio de la vivienda de Robert Shiller dice lo contrario". De 1970 a 1982, la vivienda media estadounidense se revalorizó un 159%, exactamente lo mismo que la inflación del IPC. "La apreciación del precio de la vivienda nunca fue negativa durante este periodo, pero estuvo por debajo del 1% anual durante las recesiones de 1973 y 1982", añaden.
"La razón por la que las acciones estadounidenses mantuvieron el ritmo de la inflación durante este periodo se reduce a dos palabras: los beneficios empresariales", subrayan Colas y Rabe. Según se comprueba en el gráfico que adjuntan en la nota, los beneficios de las empresas estadounidenses antes de impuestos siguieron dólar a dólar la inflación del IPC de 1970 a 1982. Incluso estuvieron muy por encima de la inflación hasta que las recesiones de 1980 y 1982 redujeron la rentabilidad de las empresas.
Al considerar la estanflación como una amenaza para los precios de las acciones en la actualidad, sostienen los fundadores de DataTreak, es importante separar el efecto de la recesión de la crisis del petróleo de 1973 y 1974 del resto del registro histórico para el periodo 1970-1982. La recesión del 73-74 tuvo un efecto devastador en los precios de las acciones.
Por el contrario, apostillan, la persistente inflación posterior ayudó enormemente a los beneficios de las empresas y tuvo un efecto beneficioso sobre la renta variable. "Dicho de otro modo, si un inversor inteligente se hubiera mantenido al margen de la renta variable en 1973-1974, pero hubiera invertido plenamente en el periodo 1970-1982, habría superado con creces la inflación durante un periodo de la historia económica de EEUU que, por lo demás, fue de estanflación".
Esto lleva a Colas y a Rabe a dar con la conclusión definitiva: "La recesión -no la estanflación- es, por tanto, el verdadero riesgo para las acciones estadounidenses en este momento". ¿Cómo se traslada esto al horizonte inmediato? "Por un lado, esto es tranquilizador. La economía estadounidense sigue siendo fuerte, las ofertas de empleo siguen siendo muy superiores al número de trabajadores desempleados y las limitaciones de la cadena de suministro deberían empezar a aliviarse a finales de este año", exponen los expertos.
Por otro, sin embargo, recalcan, "tenemos unos precios del petróleo elevados debido a una conmoción geopolítica (que recuerda a la de 1973 y 1979) y una Fed decidida a subir los tipos para reducir las presiones inflacionistas". "¿Ha bajado alguna vez la inflación de forma significativa sin que se produzca una recesión una vez que ha superado el 5%?", se preguntan. "No, no lo ha hecho", se responden ellos mismos remitiéndose al primer gráfico. "La tensión entre estos dos puntos no se resolverá pronto, por lo que esperamos que continúe la volatilidad en los mercados de renta variable", zanjan.