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Telefónica cuenta con 9.000 millones para que su deuda se iguale a la del sector
- Su apalancamiento se reduciría hasta las 2,3 veces
Carlos Simón García, Antonio Lorenzo
Madrid,
Sísifo, hijo del dios griego Eolo, fue castigado por Zeus a empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada hasta que llegaba a la cima para volver a caer y empezar de nuevo una y otra vez. Este mito griego, como muchos otros, es utilizado para ilustrar problemas del presente, como el que atañe a Telefónica con su deuda, que pesa sobre la compañía y, sobre todo, sobre su valor en bolsa en los últimos años.
Tanto es así que Telefónica se ha visto obligada a rendir uno de sus principales bastiones como es el dividendo. Primero fue en mayo del año pasado al introducir el scrip en su retribución a cargo de las cuentas de 2020, aunque mantuvo los 40 céntimos por acción. La semana pasada tuvo que dar un paso más hacia atrás en forma de una reducción del 25% del pago de 2021, prolongando al menos un año más el uso de papelitos.
Todo esto se engloba en el claro objetivo que tiene la compañía en frenar la salida de caja y reducir el peso de la piedra de su deuda gracias a que aproximadamente dos tercios de los accionistas optaron por esta modalidad de cobro, ahorrando más de 700 millones a la empresa. Pese al recorte, los 0,3 euros por acción que sigue dando Telefónica la colocan como uno de los dividendos más rentables de la bolsa española y el mayor también dentro de las grandes de su sector, con un 8%, que solo es superado por la alemana Freenet.
Sin embargo, su política de dividendo podría volver a cambiar, bien por subir el pago, eliminar el scrip o incluso realizar una recompra de acciones para posteriormente amortizar y eliminar así la dilución a la que somete a los accionistas que prefieran el metálico. Esto sucederá si, tal y como explicaron desde Telefónica en su presentación de resultados, consiguen alinear su apalancamiento al del sector.
A cierre del ejercicio 2020, la compañía publicó una deuda neta (contando los arrendamientos) de 41.697 millones de euros. Sobre esta base, la propia empresa declaró prioritario el objetivo de reducir esta cuantía y puso una cifra sobre la mesa: 9.000 millones de euros en 2021. "Creo que esos 9.000 millones que dicen son teniendo en cuenta que cierren las operaciones que tienen pendientes, algo que deberían conseguir entre el segundo y tercer trimestre de este año", explica Iván San Félix, analista de Renta 4. Desde Banco Sabadell, Andrés Bolumburu agrega que "hay que tener en cuenta que lo de Telxius se ha comunicado hace relativamente poco y que en Reino Unido se van a tener que computar el 50% de la deuda".
Si consigue materializar esta fuerte reducción este año y, comparándolo con la previsión que el consenso de analistas que recoge FactSet tiene para el ebitda de este curso, el apalancamiento se reduciría hasta las 2,3 veces, ligeramente por debajo incluso de la media de las grandes compañías del sector europeo, que promediarán, según las mismas estimaciones, una deuda de 2,5 veces su ebitda. "Creo que van a tener que seguir desinvirtiendo para llegar a esa ratio de apalancamiento ya que si no lo hacen no creo que puedan alcanzar ese nivel", explica Bolumburu, que no obstante, señala que "el camino que está realizando Telefónica es bueno, reduciendo la deuda tanto orgánica como inorgánicamente, pero todavía tienen que hacer más cosas para poder acelerar ese ritmo".
Movimientos en el mercado
En este contexto, Telefónica se está moviendo en el mercado y recientemente anunció, aparte de la operación de Telxius, la venta de una parte de la filial chilena, así como la operación en Brasil. "La clave va a estar en el resto de activos de Hispanoamérica, aunque de momento solo esté vendiendo red, son países complicados en los que tiene sentido que haga esas desinversiones para reducir los costes", señala Juan Peña, analista de GVC Gaesco. "No tiene mucho más que pueda vender", agrega.
Laura Abasolo, directora de finanzas y control de Telefónica, indicó en la rueda de prensa de explicación de resultados que su grupo esperaba reducir 17.000 millones de euros en el plazo de cinco años, desde junio de 2016 cuando la deuda se cifraba en 52.200 millones.
Este último tijeretazo de 9.000 millones se corresponde con "iniciativas inorgánicas", como las plusvalías de la venta de Telxius, de 3.500 millones de euros, y el ingreso de 2.800 millones de euros en efectivo por el diferente valor de los socios en la joint venture formada por O2 y Virgin en el Reino Unido, así como las sinergias y eficiencias de 6.250 millones por la misma alianza británica.
A las anteriores operaciones de saneamiento faltan por materializar las transacciones pendientes en Latinoamérica y la puesta en valor de las alianzas con KKR en Chile y con CDPQ en Brasil, con ingresos de 400 y 268 millones de euros, respectivamente.
Recomendación de mantener
"La deuda es el principal lastre de Telefónica y si consigue materializar toda la reducción que tiene planteada, daría carpetazo definitivamente a este asunto, lo cual sería muy bien valorado tanto por las agencias de calificación como por los analistas", señala Juan Peña, experto de GVC Gaesco. Bien sea por la deuda, bien por otros motivos como el crecimiento plano y lo que ya ha recuperado desde sus mínimos en bolsa, los analistas no se han lanzado a recomendar comprar sus títulos. De hecho, el consenso de expertos que recoge FactSet le concede un consejo de mantener mientras que a otras operadoras también presentes en España como Vodafone y Orange sí les cuelgan el cartel de compra, como también hacen con el líder del sector, la alemana Deutsche Telekom. Sí confían los expertos en que la acción siga subiendo en los próximos meses. El consenso de Bloomberg le da un recorrido al alza del 25% hasta los 4,6 euros en los que fija su precio objetivo a 12 meses vista.