Bolsa, mercados y cotizaciones

El tortuoso camino de los bancos para escapar de los infiernos a pesar de la ayuda del BCE

  • El BCE echa una mano dejando de cobrar por el exceso de liquidez...
  • ...pero el efecto negativo del recorte supera con creces a la ayuda
<i>Foto: iStock</i>

Carlos Jaramillo

El pasado jueves Draghi firmaba un nuevo capítulo del enfrentamiento entre la banca -que se queja amargamente de los efectos nocivos de las políticas del BCE en el sector- y la entidad. El economista italiano lanzó una pulla al asegurar que debían ajustar su modelo de negocio a la digitalización, lo que sería "mucho más convincente que estar enfadados por los tipos negativos". Todo ello después de bajar la tasa de depósito nuevamente al -0,5% -10 puntos básicos menos- y con el mercado descontando un nuevo recorte antes de que acabe el año.

En repetidas ocasiones, distintos representantes del BCE han asegurado que las políticas de la entidad no tienen que ver con la mala salud de la que goza el negocio, una postura que pocos defienden. De momento, el banco central ha decidido dejar de cobrar a los bancos por el exceso de reservas, una medida que es apenas una tirita que no frena la hemorragia que viven los resultados del sector.

En Goldman calculan que el impacto neto entre la bajada de tipos de 10 puntos básicos y el tiering del BCE es de una caída en los beneficios del 3% en el sector en España y de un recorte de 0,2 puntos porcentuales en la rentabilidad. A largo plazo, en BofA creen que el 39% de los beneficios de la banca española están en riesgo de ser devorados por el entorno creado por el propio supervisor.

Cómo afectan los bajos tipos a la banca española

"Los tipos negativos ponen presión a la baja en los beneficios y la dependencia de los manguerazos de liquidez de algunos bancos europeos ponen en cuestión su preparación para la próxima recesión. Además, el caso de Japón ha mostrado como dejar de cobrar por el exceso de liquidez no es una solución a largo plazo para el problema de rentabilidad del sector", avisan en JP Morgan. Y es que los bajos tipos golpean a la banca por dos flancos. Por un lado, el interés de los préstamos concedidos está en caída libre -muchos están ligados al euribor- y en BofA calculan que en 2 años y medio esta circunstancia podría borrar el 20% del beneficio. Por el otro, la cartera de deuda ha dado jugosos retornos, pero a medida que el papel va venciendo es sustituido por nuevas emisiones con cupones mucho más bajos o incluso negativos. 

La gran banca

En lo que va de año el sector ha vivido en una montaña rusa. Si en el arranque del ejercicio se convertía en el principal motor de la bolsa, luego se quedaba muy rezagado para ahora lograr una remontada del 14% desde mínimos. En este escenario, los que mejor se han defendido son Santander y BBVA, con una diversificación geográfica que les permite quemarse pero no arder. "Se han beneficiado de su perfil, pero la presión doméstica se dejará sentir, especialmente en términos de ingresos netos de intereses, borrando uno de los soportes claves que veíamos para ambos bancos. Y los beneficios de la diversificación en cierto modo se han difuminado debido a los vientos en contra estructurales de algunos países (Reino Unido para Santander y Turquía para BBVA), y a una peor perspectiva para EEUU (para ambos) con las bajadas de tipos", reflexionan en UBS. 

La diversificación geográfica de Santander y BBVA les permite tener unos beneficios más resistentes

Ambas entidades cotizan a múltiplos similares, en torno a las 7 veces sus beneficios del año 2020 y con un descuento sobre valor en libros que se sitúa cerca del 40%. Sin embargo, los expertos prefieren a Santander, que cuenta con un consejo de compra, frente al mantener de BBVA. "Aplaudimos la decisión que tomó Santander de centrarse en los costes. Aunque mantiene su visión positiva en términos de crecimiento del negocio en América Latina, el deterioro en las perspectivas de crecimiento en Europa hace que el banco se enfoque en los recortes de costes, por lo que la reducción de 1.000 millones hasta 2020 anunciada en abril es bienvenida", señalan desde Deutsche Bank.

La banca doméstica

Mientras los gigantes bancarios están más protegidos del BCE por su diversificación geográfica, la banca doméstica depende mucho más de las políticas de la entidad. Además, se ve más afectada en términos relativos por el caso de las hipotecas IRPH -con la excepción de Bankinter, que no comercializó este tipo de producto-, un problema sobre el que los analistas no ven visibilidad en el corto plazo. "Se esperaba que la opinión inicial del Tribunal de Justicia de la UE diese claridad a un riesgo clave para la banca, pero parece que ha traído más preguntas que respuestas", señalan en Berenberg.

"Nosotros habíamos tenido en cuenta el riesgo de que no hubiese subida de tipos, pero no contemplábamos la posibilidad de un escenario como el que ahora descuenta el mercado", reconocen desde Credit Suisse, al tiempo que recuerdan: "Los tipos más bajos son negativos para el sector en España y no podemos establecer la magnitud de las bajadas, lo que hace que no haya visibilidad en las perspectivas de beneficios, que, ahora mismo, ni las directivas, ni los inversores ni nosotros somos capaces de cuantificar".

Bankia

Desde los máximos de los últimos 5 años Bankia es la entidad que sufre el mayor batacazo, tras corregir más de un 70%, una cifra que coincide con el porcentaje de beneficios que calculan que está en riesgo en BofA. "Creemos que sufrirá para lograr rentabilidades de más del 4% en el actual entorno. Hasta ahora han reiterado su compromiso de devolver 2.500 millones a los accionistas durante su plan estratégico, que acaba en 2020. Ahora mismo ponemos en nuestros números una remuneración de 2.400 millones entre dividendos y buyback, pero creemos que su historia parece más comprometida, ya que los bancos podrían necesitar emplear más capital en planes de reestructuración para mitigar la pérdida de ingresos", advierten.

Banco Sabadell

El Banco Sabadell sería el segundo banco más afectado, con un 56% de sus beneficios en riesgo a largo plazo. Además, la firma catalana ha sido fuertemente castigada por el Brexit y por los problemas que ha tenido tras la compra de TSB. Eso sí, la entidad cotiza con el multiplicador de beneficio más bajo de la industria y con el mayor descuento sobre su valor contable, de más del 60%. "La valoración parece relativamente poco exigente. Sin embargo, nos cuestionamos si a medio plazo las expectativas de beneficio del consenso se pueden alcanzar con los problemas en España y Reino Unido. Además, todavía hay ciertas dudas sobre el capital", apuntan en Jefferies.

CaixaBank

Otro de los bancos más perjudicados en los últimos meses ha sido CaixaBank que, además de estar apalancado a los tipos, es el más expuesto al IRPH. "Sus títulos se ven perjudicados por dos motivos. El momentum del negocio se ha ralentizado materialmente, lo que perjudica los beneficios del banco, especialmente en un momento de presión en costes. Segundo, no hemos sido capaces de limitar la discusión sobre el IRPH, lo que deja a la entidad vulnerable a un impacto en capital difícil de cuantificar", señalan en UBS.

Bankinter

Durante años Bankinter parecía inmune a los problemas del sector, con un cliente de más calidad y el apoyo del negocio asegurador. Con todo, la entidad retrocede más de un 35% desde máximos. "Con los tipos más bajos por más tiempo de lo que muchos esperaban, la banca española ha perdido atractivo para el inversor. Las revisiones a la baja de beneficios parecen listas para continuar, pero la entidad debería ser más resistente", explican en Berenberg.