Genoveva Casanova y Victoria Federica vapulearon desde El Desafío de Antena 3 (15.6%) la entrevista remunerada de Elisa Mouliaá en DeViernes, (10.7) donde la actriz que ha denunciado a Errejón por acoso sexual se prestó a ser la estrella de la noche del morbo junto a Bárbara Rey. La victima (televisivamente hablando) fue Gemma Nierga, que no pasó del 4.7% con 59 Segundos, quedando relegado el espacio de Mediapro en su nueva ubicación por detrás no solo de Antena 3 y Telecinco sino de laSexta o Cuatro.
Fuentes del sector audiovisual nos confirmaron hace exactamente dos meses que Elisa Mouliaá había llegado a un acuerdo con ciertas productoras participadas por Mediaset para participar en programas como TardeAR o DeViernes. El acuerdo aludido, según nuestras informaciones, incluía una compensación económica significativa por varias participaciones de la actriz y presentadora pero, además, le impedía comparecer en cadenas de la competencia. Mediaset, a través de una portavoz oficial, negó que se hubiera firmado un contrato de cadena con Mouliaá, pero admitió que pudiera haber participación de la actriz en sus programas o que "alguna productora" hubiera cerrado intervenciones remuneradas con la denunciante de Errejón.
Ni que decir tiene que la presunta víctima de Íñigo Errejón tiene tanto derecho a prestarse a este tipo de entrevistas como a cobrar por ellas; igual que los medios tenemos derecho a contarlo si consideramos que la información es veraz, está contrastada y puede resultar de interés.
Precisamente con el fin de contrastar estas informaciones, de las que se nos dieron detalles muy concretos, recabamos la versión de la propia Elisa Mouilaá, como es lógico, y tomamos nota de lo que nos dijo: negó categóricamente que fuera a cobrar por participar en programas de Telecinco: "Es mentira", señaló. Puestos en contacto con la actriz, que había intervenido por la tarde con Ana Rosa, negó de nuevo que existiera ese acuerdo. Pero las fuentes consultadas entonces por Informalia no solo se reafirmaron en la existencia del acuerdo sino que ampliaban la información, anunciando la existencia de negociaciones de Mouilaá para participar en un documental producido por Mediapro, la empresa propietaria de El Terrat (La Revuelta).
Las filtraciones que apuntaban a Mouliaá como estrella de espacios de Mediaset sostenían que aparecería en entrevistas u otro tipo de colaboraciones y que la denunciante de Íñigo Errejón por acoso sexual cobraría por su participación en esos programas. Efectivamente, después de las negaciones de Mouilaá, la actriz empezó a acudir a espacios como el Ana Rosa Quintana, pero solo a esa cadena y no a los de otras cadenas, y este viernes estuvo en Prime Time con Beatriz Archidona y Santi Acosta, el buque insignia del "infotainment", sucesor del desaparecido Deluxe, espacio donde los invitados cobran a cambio de testimonios y en el que lo mismo se destrozan una gran hermana contra su madre, el hijo de Carmen Borrego contra la suya, Bárbara Rey y su hijo, el hijo de Mar Flores contra quien sea o Terelu Campos con quien surja.
Ante la evidencia y lo innegable de su participación en DeViernes, justo horas después de su declaración ante el juez, Elisa Mouilaá ha cambiado su versión inicial, la que nos dio cuando negó que cobrara por comparecer y por dar exclusividad a Mediaset, y ahora rectifica para anunciar que sí hay acuerdo pero que donará lo que le pagan.
En sus primera apariciones remuneradas con Ana Rosa, ya anticipaba sus intenciones. "No me voy a quedar callada si alguien me difama", advertía. "Me han denunciado y me han cerrado mi negocio". Fue la propia actriz quien se refirió a este acuerdo que primero negó y ahora admite: Elisa Mouliaá había pedido compensaciones económicas a otros medios. "Le fuimos a pedir que hablara hace días, que nos diera unas declaraciones, cuando se suspendió el juicio, y nos pidió dinero", reitera una fuente de absoluta solvencia.
Las comentadas apariciones en distintos espacios de Mediaset que Mouliaá se ha visto obligada a admitir no son el único proyecto mediático que suena relacionado con Elisa Mouliaá. La presunta víctima de Íñigo Errejón, cuya denuncia rechaza el exdiputado, tachándola de "falsa", también tuvo conversaciones con Mediapro, productores de La Revuelta de Broncano a través de El Terrat, para hacer un documental con la compañía que dirige Tatxo Benet.
Elisa Mouliaá, al límite tras su denuncia contra Íñigo Errejón
Elisa Mouliaá, actriz y empresaria, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. Tras denunciar primero públicamente y después por vía legal al político Íñigo Errejón por presuntos delitos de acoso sexual, Mouliaá ha enfrentado una intensa presión mediática que la ha llevado incluso a requerir atención hospitalaria por problemas de ansiedad. Esta situación se ha visto agravada después de que Errejón negara rotundamente las acusaciones, calificándolas de "falsas". Además, el caso sufrió un aplazamiento en el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, ya que la abogada de la actriz, Carla Vall, se encuentra en avanzado estado de embarazo. Vall es conocida por representar a Jenni Hermoso en el caso contra Luis Rubiales. Errejón presentó un escrito ante el juez para reiterar que la denuncia es "falsa" y que Mouliaá actuó de "mala fe". Los hechos denunciados se remontan tres años atrás, cuando Errejón fue invitado por Mouliaá para que la acompañara a una fiesta después de que la actriz acudiera a la presentación de un libro del fundador de Podemos. Aquel día, Mouliaá, según la denuncia, fue acosada primero en el taxi en el que ambos fueron a la fiesta, luego en el ascensor y más tarde en el piso de Chamberí donde se celebraba la reunión. A pesar ce todo, la actriz acompañó a Errejón a su casa, donde él trató de tener sexo con ella.
La actriz no solo ha tenido que lidiar con el impacto emocional de la situación, sino también con las consecuencias sobre su vida profesional. En una entrevista con el programa vespertino de Ana Rosa Quintana, Mouliaá reveló que su negocio online de productos de CBD, una sustancia de origen medicinal, ha sufrido graves repercusiones. "Me han cerrado mi negocio online. Tenía una página de productos premium con alto contenido en CBD, que es medicinal y ayuda a combatir el estrés, la ansiedad, la artritis, las migrañas y otras afecciones relacionadas con el cortisol", explicó.
Mouliaá también denunció que el seguimiento mediático se ha intensificado
Mouliaá también denunció que el seguimiento mediático se ha intensificado tras las declaraciones de Errejón, algo que ha añadido aún más tensión a su ya delicado estado emocional. La actriz se mostró visiblemente afectada durante la entrevista de este viernes, subrayando las dificultades que enfrenta para continuar con su vida diaria. Sin embargo, ahora cree que debe dar la cara por el bien de la causa que dice representar. Sostiene que el dinero que cobra (primero negó que cobrara) por prestarse lo donará a causas contra la violencia de género.
Este viernes, Elisa Mouliaá, expuso su caso con detalles narrando los momentos difíciles que ha atravesado desde que decidió dar la cara. La entrevista no aportó nuevos datos de relevancia procesal y tuvo más de espectáculo televisivo destinado a conseguir audiencia, como cabe esperar en el contexto y escenario donde tuvo lugar.
En ese ámbito del morbo, podemos reseñar que la intervención estuvo marcada por momentos de profunda incomodidad y dolor, lo que puso de manifiesto la enorme carga emocional que supone relatar episodios traumáticos frente a la audiencia. Elisa comenzó su intervención hablando sobre su declaración ante el juez, donde se enfrentó directamente a la defensa de Íñigo Errejón tras interponer su denuncia por una presunta agresión sexual. Según explicó, la audiencia judicial fue "coherente y respetuosa" en términos generales, pero también se encontró con situaciones que le resultaron dolorosas. "Estoy más removida por ver el ataque que ha hecho sobre mí, sacando cosas de mi pasado tergiversadas y dolorosas", aseguró en Telecinco la actriz mostrándose visiblemente afectada.
Uno de los temas que más incomodaron a la invitada elegida por Santi Acosta y Beatriz Archidona para competir con El Desafío de Antena 3 fue la introducción en el juicio de una denuncia anterior que interpuso contra su exmarido por malos tratos. Elisa aclaró que esa denuncia fue retirada por decisión propia en 2023, pensando en el bienestar de su hija. A pesar de esto, sostuvo que este hecho no invalida la legitimidad de su denuncia actual.
El espacio sucumbió a la tentación de proyectar imágenes de Elisa entrando al juzgado. La entrevistada fue incapaz de mirar la pantalla y apartó la vista, dejando en claro lo difícil que es revivir estos episodios frente a un público masivo. "Me duele que se hable de mi pasado, pero decidí dar la cara porque muchas mujeres me han confiado sus testimonios", se justificó. Reiteró que cualquier retribución económica recibida por su participación en el programa será donada íntegramente a una asociación de mujeres maltratadas, subrayando su compromiso con la causa.
En uno de los momentos más duros de la entrevista, Elisa revivió la noche en la que, según su testimonio, fue agredida por Íñigo Errejón. Entre lágrimas y pausas para contener sus emociones, la actriz explicó cómo comenzó a interactuar con el político en 2019 a través de redes sociales. Durante más de un año, ambos mantuvieron una comunicación esporádica, que se intensificó en el verano de 2021. "Conectamos por el rock y comenzamos a hablar un poquito más", relató.
El día en que finalmente se conocieron en persona, Elisa describió una vez más el comportamiento de Errejón como extraño y perturbador. Según su testimonio, el político estableció "tres normas" antes de encontrarse y, más tarde, la besó en un ascensor sin su consentimiento. "Él no conecta con los sentimientos de los demás", señaló, reflexionando sobre las razones que pudieron llevar al político a pensar que sus avances eran correspondidos. Durante este relato, Elisa recordó también algunos gestos con los que intentó mostrar su incomodidad, pero que fueron ignorados. "Quise dejar claro que no me sentía cómoda, pero no fue suficiente", expresó con tristeza.
La intensidad emocional de la entrevista llevó a la presentadora Bea Archidona a blanquear el programa tratando de disfrazar el evidente morbo, buscado para concentrar la mayor audiencia posible, haciendo el papel de mujer que busca comprensión hacia la actriz. "La entrevista llega hasta donde quieras en la descripción de lo que pasó", aseguró la presentadora, revistiendo el espectáculo escaletado y explicitando que Mouilaá tenía libertad para detener el relato si así lo deseaba (estaría bueno). Elisa agradeció el gesto pero decidió continuar con su testimonio, subrayando la importancia de visibilizar estas situaciones.
Elisa aprovechó la oportunidad para enviar un mensaje directo a su presunto agresor. En lugar de centrarse en el odio o el rencor, optó por un discurso reflexivo y esperanzador. "Sería muy interesante que una persona con ese discurso pidiera perdón. Sería un gran paso para la lucha contra la violencia machista que vivimos las mujeres. Que un hombre maltratador o abusador se atreva a pedir perdón le honraría, y él es capaz", concluyó.