El Papa León XIV sigue dando sus primeros pasos como nuevo líder de la Iglesia católica. Este domingo, Robert Francis Prevost presidirá en la Plaza de San Pedro la esperada misa que marcará oficialmente el inicio de su pontificado. A la ceremonia acudirán los reyes de España, Felipe VI y doña Letizia, como parte de la delegación española. Pero mientras todo se prepara para ese momento solemne, siguen saliendo a la luz detalles de la vida cotidiana del nuevo Papa… Como su paso por un gimnasio del Vaticano, donde guardan muy buen recuerdo de él. Algo de lo que ya hemos hablado en Informalia.
Y ahora sido Alessandro Tamburlani, presidente y fundador del Omega Fitness Club, el que ha hablado al respecto: "Cuando estaba aquí, se entrenaba con excelente regularidad, a pesar de sus compromisos, que ya eran muy numerosos e intensos en esos momentos"
Y ha apuntado en El Debate: "Tenemos al Papa en mejor forma del mundo". Según cuenta, en el gimnasio, su presencia pasaba casi desapercibida: "Nunca hizo alarde de nada. Venía, se entrenaba, saludaba al entrar y al salir. Sonreía a todos, pero no era de los que se quedaban charlando. Era reservado, centrado. Buscaba en el deporte una 'vía de escape' de tanto trabajo. Por eso, cuando venía, aprovechaba al máximo el tiempo", recuerda Tamburlani.
Sobre su rutina, ha explicado: "Seguía las recomendaciones de nuestros entrenadores. Comenzaba con trabajo cardiovascular: cinta, bicicleta, elíptica… Y, cuando disponía de más tiempo, pasaba a la zona de musculación. Lo que buscaba era estar en forma, sentirse bien. Como todos. Era una persona humilde y siempre dispuesta a aprender de nuestros entrenadores".
Su pasión por el deporte
Desde su elección el pasado 8 de mayo como nuevo Pontífice, León XIV ha comenzado a dibujar los primeros trazos de un papado que promete continuidad en algunos aspectos de sus predecesores, pero también un sello muy personal. Aún sin haber tomado decisiones trascendentales en el plano doctrinal o estructural, su estilo de vida revela ya mucho sobre su carácter: sobrio, cercano, metódico y profundamente vinculado a sus raíces agustinianas.
Antes de convertirse en Papa, Robert Francis Prevost llevaba una vida organizada y sencilla. Era habitual encontrarlo en el Colegio Augustinianum, donde rezaba, almorzaba y compartía su tiempo con los hermanos agustinos, pese a sus altas responsabilidades como prefecto. Este vínculo estrecho con su comunidad ha dejado una huella visible en su estilo de liderazgo. Además del tenis, solía ejercitarse, como decíamos, en el Omega Fitness Club San Pietro, un gimnasio discreto situado detrás del McDonald's de Borgo Pio. Allí, sin escoltas ni protocolo, entrenaba como un ciudadano más. Los empleados lo recuerdan como alguien educado, constante y reacio a recibir un trato especial, incluso siendo un alto cargo de la Curia romana.
Además, una de las facetas más sorprendentes del nuevo Papa es su afición al tenis. Según han confirmado varias fuentes, León XIV solía jugar con frecuencia en una pista poco conocida situada dentro del Instituto Patrístico Agustiniano, desde la cual se aprecia la cúpula de San Pedro. Y la pasión deportiva de León XIV va más allá del tenis y el gimnasio. Es un declarado aficionado al béisbol —especialmente a los Chicago White Sox, equipo de su ciudad natal— y también sigue con atención el fútbol.
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