Silvia Bronchalo está destrozada. La madre de Daniel Sancho ha presenciado este jueves, en vivo y en directo, la lectura de la sentencia contra su hijo, que finalmente ha sido condenado a cadena perpetua por el asesinato y descuartizamiento premeditado del cirujano Edwin Arrieta el pasado verano. La ex de Rodolfo Sancho, también presente en la cita judicial, ha abandonado el tribunal visiblemente triste y evitando dar declaraciones. Aunque no ha sido condenado a pena de muerte, las cosas no han salido como ella esperaba. Asimismo, sin perder la fe, esta mañana ha invocado a la suerte a través de un sutil gesto.
La analista de inversiones se ha personado en el Tribunal Provincial de Samui con un vestido básico de color negro, ceñido al cuerpo y poco llamativo, una decisión que le facilitaría esquivar la atención mediática en el reencuentro con su hijo. Sin embargo, a algunos sí les ha llamado la atención un curioso detalle: el mensaje detrás de sus accesorios.
A diferencia de otros días, Bronchalo ha acudido al tribunal portando en sus muñecas unas pulseras de perlas que no eran un simple complemento. Estas joyas tienen un significado espiritual que reside en atraer la suerte y la protección a quien las lleva y a su entorno.
En total llevaba diez pulseras, todas ellas con mensajes clave, ya que "son espiritualmente positivas, curativas y dan buena suerte". Realizadas a mano, son pulseras sagradas entre los tailandeses, aunque no todas significan lo mismo. Silvia lleva una negra, otra rosa y otra blanca, y cada una significa una cosa distinta.
La pulsera blanca de la que no se ha separado Bronchalo durante la lectura del juicio otorga energía a quien la luce; la negra representa protección y seguridad y la rosa estabilidad. Sentimientos importantes para la familia de Daniel Sancho, que ahora lamentan el futuro que espera al chef.
Rodolfo Sancho, optimista
Así como Bronchalo no ha querido pronunciarse, sí lo ha hecho el hijo de Sancho Gracia. "A seguir luchando siempre, a seguir luchando", ha expresado Rodolfo Sancho a los medios a la salida del tribunal. Ha acudido a la corte acompañado de su asesora legal de confianza en Tailandia, Alice Keartjareanlap.
El juez ha hallado culpable a Sancho de los tres delitos de los que le acusaba la Fiscalía: asesinato premeditado, ocultación del cuerpo -por el descuartizamiento de Arrieta- y robo de documentación ajena, por el pasaporte del cirujano colombiano, de entonces 44 años.
Daniel Sancho solo había aceptado su culpabilidad en el cargo del descuartizamiento de Arrieta, cuyos restos fueron encontrados en varios lugares de la isla de Phangan, cercana a Samui, días después de su muerte el 2 de agosto 2023. El juez ha condenado asimismo al chef a pagar una indemnización a la familia de Arrieta de 4 millones de bat (casi 119.000 dólares o alrededor de 107.000 euros).
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