Gente

Terelu Campos lloriquea por dinero pero disfruta de chófer y dos asistentas: sus descomunales gastos

  • La hija de Terelu Campos sigue viviendo de lujo: paga un alquiler en Pozuelo de Alarcón, cerca del domicilio que ocupó su madre, de unos 2.500 euros al mes
Terelu Campos

La propia Terelu Campos ha dicho que los tres últimos tres años han sido los peores de su vida, fundamentalmente por la muerte de su íntima amiga Mila Ximénez y la enfermedad que terminó con la vida de su madre, María Teresa Campos. Pero Terelu también ha sufrido mucho los últimos años por dinero. Su situación profesional le ha provocado grandes sinsabores y muchos disgustos. Lo que más, además de superar un cáncer de mama, asumir que ya no la querían como presentadora y pasar a ser colaboradora. Fue en ese momento cuando sus ingresos descendieron de manera considerable hasta el punto de verse obligada a vender su triplex de Pozuelo de Alarcón, que rehipotecó varias veces, hasta llegar a irse a vivir de alquiler.

Tanto es así que la mayor de las Campos está aprovechando la noticia del embarazo de su hija, Alejandra Rubio, para hacer caja. "No seamos hipócritas. Está noticia nos da de comer a todos", ha dicho sin un ápice de pudor. Y no es para menos. Según sus cercanos nunca ha sido de guardar. "No tiene un duro. Siempre han sido de gastar y gastar tanto ella como su hermana", nos dice alguien que la conoce bien. Como ya hemos contado, el pasado viernes aceptó sentarse en De Viernes por una cifra que dicen que supera los 70.000 euros -se ha llegado a hablar hasta de 200.000– y que incluso planea hacer un posadito en una revista para cabreo de sus jefes de Televisión Española que vieron como una vez más les dejaba plantados después de llevar muchos meses pagándole una nómina.

El alquiler de 2.500 euros al mes

Pero si creen que Terelu está escatimando ante esta situación están equivocados. La hija de Terelu Campos sigue viviendo de lujo: paga un alquiler en Pozuelo de Alarcón, cerca del domicilio que ocupó su madre, de unos 2.500 euros al mes, pero es que además no se priva de nada; ni de cenas con amigos, escapadas exprés, fiestas, dos asistentas y chófer. Sí, han leído bien. Terelu a pesar de asegurar que está pasando apuros económicos y llorar a sus jefes sigue manteniendo el mismo nivel de vida que cuando ganaba miles y miles de euros como presentadora.

Por supuesto, el chófer que tiene Terelu no es Gustavo Guillermo, el que ha pasado más de 30 años al servicio de su madre y al que un día, Terelu y Carmen, consideraron un hermano. Es un conductor de servicio que la mayor del clan llama siempre que necesita desplazarse ya sea para ir al a tele como para hacer la compra. ¡Y le paga un dineral porque nos dicen que no para!

Con Gustavo, las Campos no han acabado nada bien. De hecho, en las últimas semanas su distanciamiento se ha agravado hasta puntos insospechados debido a una frase que el ex chófer de Campos soltó en TardeAR sobre la relación entre Carmen y su hijo "Debería pensar por qué la gente se separa de ella, como su hijo". Unas palabras que, según ha contado Borrego, le han generado una crisis de ansiedad por la que casi se ve obligada a ir a Urgencias. Y por esto, Terelu también ha dejado claro que no le puede ni ver. "Lo peor de decir cosas para hacer daños es ver su cara, esa cara no era la del Gustavo bueno que conocía", dijo la colaboradora. Un frente abierto que, a buen seguro, dará mucho que hablar y con el que por ambas partes le sacarán rendimiento económico. Porque otra cosa no, pero las Campos saben aprovechar las oportunidades para ganar dinerito, como ha quedado demostrado estas semanas tras el embarazo sorpresa de Alejandra.

Gustavo siempre ha demostrado fidelidad a Teresa Campos, con la que ha trabajado más de treinta años. Él la consideraba una segunda madre y ella confiaba en él ciegamente. Tanto es así que el chófer no se separó de su lado hasta el último momento de la vida de la periodista. Daba igual las horas que echara junto a ella y necesitara lo que necesitara. Sin embargo, con sus hijas, Carmen y Terelu, las cosas se enfriaron gravemente, bastante antes de fallecer Teresa. Gustavo no veía con buenos ojos algunas acciones de sus supuestas hermanas y en algunas ocasiones incluso se lo llegó a decir. Pero cuando se distanciaron muchísimo fue cuando en Sálvame empezaron a atarle de manera despiadada, acusándole de topo, y ninguna de las dos le defendió como él cree que merecía. Desde entonces, aunque Gustavo siguió trabajando como si nada, lo cierto es que con sus 'hermanas' empezó a separarle un océano que, a día de hoy, casi un año después del adiós a Teresa Campos es prácticamente insalvable.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBeloudBluesky