Industria

Los Botín frente los Entrecanales: así sobreviven o mueren los pactos de las familias en las grandes empresas

Imagen corporativa de Acciona

Javier Mesones

Las dos ramas de la familia Entrecanales que dominan el capital de Acciona terminarán en julio de 2026 el pacto que firmaron hace 14 años para blindar el control de la compañía por parte de la saga. En virtud de aquel acuerdo, Tussen de Grachten BV, el vehículo de los Entrecanales Franco y que en la actualidad controla el 29,02% de Acciona, y Wit Europese Investering BV, de los Entrecanales Domecq y que ostenta el 26,10%, tienen derechos preferentes recíprocos para adquirir sus acciones en caso de decisión de venta.

La sorpresiva ruptura de Juan Ignacio Entrecanales Franco, vicepresidente de Acciona, con su primo José Manuel Entrecanales Domecq, presidente, responde a la incipiente llegada a los mandos de poder de sus negocios de la cuarta generación. No tienen en mente, dicen, desprenderse de acciones, al menos por ahora. Y defienden que lo que buscan es dotarse de mayor agilidad para hacer líquidas sus acciones si en el futuro decidieran desinvertir, al no tener que cumplir el procedimiento de ofrecer las acciones primero a los Entrecanales Domecq.

Los pactos parasociales en las empresas españolas cotizadas son numerosos y, muy especialmente, entre aquellas de origen familiar. Sin embargo, con la llegada de las nuevas generaciones, aquellos acuerdos que muchas veces impusieron los fundadores o sus herederos para garantizar la estabilidad accionarial o el control del capital por parte de la familia o familias fundadoras se están progresivamente desvaneciendo.

Las razones responden, según el caso, a discrepancias en la gestión de la compañía de turno, desavenencias familiares que van más allá de la empresa o necesidades económicas de alguna de las partes, entre otras. Cuando se trata de inversores institucionales, la finalización de los pactos deviene en muchos casos de la decisión de vender las acciones al culminar un ciclo.

Los pactos parasociales en las grandes compañías españolas son de diversa índole. Los más habituales implican la sindicación de acciones para alinear el voto de dos o más sociedades presentes en el capital (con vínculos familiares o no) o para ganar representatividad en el consejo de administración. En este caso hay acuerdos entre distintas ramas familiares o entre accionistas sin vínculo de sangre pero intereses compartidos. También hay pactos, como en Acciona, que buscan proteger la posición de la familia fundadora con derechos privilegiados. Asimismo, en ocasiones se firman pactos parasociales por los que un inversor se compromete a no vender las acciones de la compañía durante un periodo de tiempo determinado o por los que un inversor se alinea con la empresa para sacar adelante una operación determinada (ampliación o reducción de capital, por ejemplo).

A continuación se exponen los principales pactos parasociales que afectan al capital vigentes o vencidos en los últimos años en las empresas cotizadas españolas, muchas de ellas pertenecientes al Ibex 35.

Los Entrecanales en Acciona

Tussen de Grachten BV, sociedad encabezada por Juan Ignacio Entrecanales Franco, vicepresidente ejecutivo de Acciona, comunicó el pasado viernes que ha decidido unilateralmente no prorrogar nuevamente el acuerdo alcanzado con Wit Europese Investering BV, el vehículo que lidera José Manuel Entrecanales Domecq, presidente ejecutivo de la compañía, que firmaron en marzo de 2011 y extendieron por última vez en 2018. De este modo, el pacto cesará en su vigencia a su vencimiento, el 14 de julio de 2026. El acuerdo firmado hace casi 14 años por Tussen y Entreazca BV -antecesora de Wit- y los respectivos socios descendientes de José Entrecanales Ibarra, fundador de Acciona, implicó la concesión recíproca de un derecho de adquisición preferente sobre sus respectivas participaciones accionariales directas en el grupo de infraestructuras y energía.

Los Del Pino en Ferrovial

En 2006, dos años antes de que falleciera Rafael del Pino y Moreno, fundador de Ferrovial, sus cinco hijos reestructuraron las participaciones de la familia en la constructora para dejarla al margen de las disputas que enfrentaban algunos de los hermanos. Aglutinaron así en Portman Baela el 58% que tenían entonces. En 2015, el pacto por el que habían ido de la mano en la gestión de la compañía se rompió y los cuatro hermanos que aún participaban en el vehículo (Rafael, María, Leopoldo y Joaquín) se repartieron las acciones, disponiendo así libremente de sus derechos económicos y políticos. El sucesor al frente de Ferrovial, Rafael del Pino, presidente del grupo, es el primer accionista, a través de la sociedad Rijn, con el 21,3% del capital; María del Pino ostenta el 9,9% a través de Menosmares; Leopoldo del Pino, el más crítico de los hermanos con la gestión de la compañía, suma el 4,17% a través de Siemprelara, y Joaquín del Pino controla el 2,5% a través de Soziancor.

Los Botín en Banco Santander

El difunto Emilio Botín-Sanz de Sautuola y sus hijos suscribieron en 2006 un pacto de accionistas por el que sindicaron sus participaciones en el Banco Santander. En 2019 informaron de que el sindicado abarcaba 93,45 millones de títulos, equivalentes al 0,56% del capital. Al mismo están adheridos la presidenta Ana Botín (735.000 acciones), Paloma Botín-Sanz (1,2 millones de acciones), Emilio Botín (9,04 millones de acciones), Carmen Botín (9,4 millones de acciones), Francisco Javier Botín (23,9 millones de acciones), representantes todos ellos de la cuarta generación de la saga en el banco cántabro, y las empresas propiedad de la familia Puente San Miguel, Cronje, Nueva Azil y Bright Sky 2012.

Los March en Corporación Financiera Alba

La de los March es otra de las sagas con mayor pedigrí de España. A finales de 2018, la familia rompió el pacto parasocial en Corporación Financiera Alba, la sociedad inversora a través de la que en la actualidad participa en firmas como Acerinox, Ebro Foods o Cie Automotive. Tras varias modificaciones, los hermanos Juan, Carlos, Leonor y Gloria March Delgado finalizaron el acuerdo de sindicación de las acciones de Corporación Financiera Alba que ostentaban a través de Banca March e individualmente y que en 2014 afectaban a más del 68% del capital. El pasado mes de diciembre, Alba y su primer accionista, Carlos March Delgado, anunciaron que lanzarán una oferta pública de adquisición de acciones (opa) de exclusión sobre el 5,54% de la compañía que no controla la familia March por su baja liquidez, con lo que dejará de cotizar 74 años después.

Los Gallardo en Almirall

Los hermanos Jorge y Antonio Gallardo Ballart, representantes de la segunda generación en Almirall, mantienen la acción concertada por la que controlan más del 60% de la farmacéutica a través de Plafin y Landon. El acuerdo se remonta a 2007. En mayo de 2018, ambos extinguieron un pacto, también de 2007, por el que ambos y otro accionista histórico de Almirall, Daniel Bravo, controlaban el 25,34% de la farmacéutica a través de Todasa. Los hermanos adquirieron entonces el 8,45% a Bravo. En Almirall, los mandos ejecutivos recaen ya en la tercera generación, con Carlos Gallardo Piqué como presidente y consejero delegado. Otro de los herederos, Jorge Gallardo Piqué, es presidente del grupo hospitalario Vithas.

Las cuatro familias fundadoras de Fluidra

Dentro del Ibex 35, Fluidra presenta también una sindicación de acciones por parte de las cuatro familias fundadoras del grupo, sin lazos sanguíneos en su mayor parte. Los Garrigós, los Planes, los Serra Duffo y los Corbera Serra renovaron en 2024 el pacto suscrito originalmente en 2007 y por el que alinean sus votos por el equivalente a más del 28% del capital. Lejos de una ruptura, las cuatro sagas incluso acaban de crear un nuevo holding conjunto, Adbe Partners, para agrupar sus proyectos patrimoniales fuera de la cotizada dedicada al negocio de las piscinas.

Los pactos en Naturgy

Naturgy emerge como una de las compañías sumida históricamente en pactos entre sus accionistas. En su caso, no hay vinculación familiar alguna y todo se circunscribe a inversores institucionales. Criteria, el brazo industrial de La Caixa, tiene un acuerdo con el fondo GIP, por el que controlan el 47% del capital y se reparten cinco consejeros. Este pacto, firmado en 2016, deriva del histórico acuerdo entre La Caixa y Repsol. La petrolera salió del mismo en 2016 cuando vendió a GIP. De igual modo, CVC y Corporación Financiera Alba tienen en vigor un pacto de control sobre el 20% de Naturgy a través de la sociedad Rioja (74,27% propiedad del fondo y 25,73% del vehículo de la familia March). En 2019, Criteria rompió un pacto con la familia Godia en relación con las acciones de Naturgy.

Los Riberas y Mitsui en Gestamp

Francisco y Jon Riberas Mera controlan, a través de Acek, el capital de Gestamp, fundada por su padre Francisco Riberas Pampliega. En 2017, en el marco de la salida a bolsa de la compañía, firmaron un pacto parasocial que recoge el protocolo familiar para el control y gestión de la firma. Asimismo, mantienen desde ese momento un pacto de accionistas con la japonesa Mitsui, que había adquirido el 12,5%. En virtud, del mismo, los Riberas y la firma nipona rozan el 75% del capital del fabricante de componentes de automoción.

La alianza de Carceller y Satocan en Sacyr

El mayor accionista de Sacyr, Demetrio Carceller, dueño de Damm o Disa, mantiene un pacto de sindicación de acciones con el grupo canario Satocan desde 2011. Tras ampliarlo en 2023, el acuerdo atañe al 14,6% del capital del grupo de infraestructuras. Su vigencia se extiende hasta 2031. Antes, en Sacyr, ya hubo otras sindicaciones, como las de Unicaja y varias cajas de ahorro.

Helena Revoredo en Prosegur

Helena Revoredo tiene la mayoría de los derechos de Prosegur gracias a un pacto de sindicación en la patrimonial Gubel, dueña del 65% de la compañía de seguridad y de la que, sin embargo, la empresaria tiene menos del 50% del capital. El acuerdo se firmó en 2020 y el pasado mes de diciembre se refundió y renovó después de la oferta pública de adquisición (opa) que Revoredo lanzó sobre Prosegur y que le permitió elevar su participación al 73%.

Los Amodio en OHLA

Luis y Mauricio Amodio son los mayores accionistas de OHLA con una participación conjunta que, tras la ampliación de capital anunciada, se situará por encima del 21%. Tienen sus participaciones a través de Forjar Capital y Solid Rock Capital unidas por una acción concertada.

Las familias de Cementos Molins

Las ramas de Molins López-Rodo, Molins Gil y Molins Amat novaron en 2020 el histórico pacto de sindicación con el que controlan Cementos Molins con una participación superior al 73%.

Carlos Slim y Esther Koplowitz en FCC

El mexicano Carlos Slim llegó hace 11 años a FCC para rescatarla cuando Esther Koplowitz, heredera del fundador de la constructora española, enfrentaba una deuda inasumible. Firmaron entonces un pacto de accionistas que modificaron en 2016 para permitir a Slim hacerse con el control de la compañía con el apoyo permanente de Koplowitz.

Otros pactos históricos

Además de estos casos, en los últimos 25 años se han gestado otros pactos históricos en el capital de empresas españolas cotizadas o de estas en otras compañías. Son ejemplos, los de Acciona y Enel, que se alinearon en Endesa, tras ganar la guerra de opas, hasta la venta por parte de la primera a la segunda, o los de Sacyr y la mexicana Pemex, que sindicaron sus acciones en Repsol, hasta la retirada forzosa de la mexicana. En el sector bancario, Bankinter tuvo varios accionistas que sindicaron sus acciones en los inicios del presente siglo; y el presidente de Sabadell, Josep Oliu, unió fuerzas en 2006 con varios accionistas de relieve, entre los que figuraba el recientemente fallecido Isak Andic, fundador de Mango, para gestar un núcleo duro en el capital de la entidad catalana. En el histórico aparecen también múltiples operaciones que restringían la venta de acciones durante un periodo temporal. Así lo comprometieron en su día los gestores de Merlin o socios de Colonial en la francesa SFL, o Telefónica y Prosegur Alarmas.