Empresas y finanzas
El beneficio de Enagás en 2020 crece un 5,1%, hasta los 444 millones
- Abonará un dividendo de 1,68 euros por título, un 5% más que en 2020
- Prevé una reducción del beneficio del 14,4%, hasta 380 millones, este 2021
- Se compromete a ser neutra en emisiones de carbono en el año 2040
Tomás Díaz
Enagás ha ganado 444 millones de euros durante 2020, un 5,1 % más que los 422,6 millones obtenidos en 2019, superando ligeramente las expectativas de los analistas, que auguraban un beneficio de 442 millones. La compañía, que no ha sufrido impacto por la Covid-19, propondrá a la Junta de Accionistas un dividendo de 1,68 euros por título, un 5% más que el año anterior, tal como estaba previsto. La empresa adelanta 10 años su compromiso para ser neutra en emisiones de CO2, dejándolo en 2040, y para este 2021 augura una rebaja del beneficio del 14,4%, hasta unos 380 millones, por los menores ingresos regulados. Hasta 2026 repartirá 2.710 millones en dividendos.
Así se recoge en la documentación que la compañía presidida por Antonio Llardén ha remitido esta mañana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), antes de la apertura del mercado bursátil. El presidente arrancó su intervención ante los analistas destacando el compromiso de la compañía de ser neutra en emisiones de carbono en 2040, una década antes de lo anunciado previamente, y destacó que había reducido sus emisiones un 30% entre 2018 y 2020 y que espera una reducción del 67% para 2030 con relación a 2014.
Con una facturación de 1.084 millones, un 5,8% más baja, la empresa ha obtenido un resultado bruto operativo (ebitda) de 942 millones, un 5,2% inferior. Las sociedades participadas en el extranjero le aportaron 174,8 millones -unos dividendos de 118,3 millones-, incluyendo 14,6 millones del Gasoducto Transadriático (TAP) y 27,2 millones de la norteamericana Tallgrass Energy.
Este punto es particularmente importante, porque el dividendo de Tallgrass estaba en cuestión por el impacto de la pandemia. Ahora Enagás anuncia que su participada, junto a Blackstone, GIC, NPS, USS y otros, seguirá fortaleciendo su estructura financiera en 2021.
Con cargo al año pasado, Tallgrass ha arrojado 91 millones de dólares, unos 74,7 millones de euros. En la conferencia con los analistas, Llardén anunció que durante los años venideros, Tallgrass repartirá un dividendo de 360 millones de dólares anuales, que Enagás recibirá unos 95 millones de euros al año y que "muy probablemente" podría haber un segundo pago de Tallgrass con cargo a 2020, dependiendo de la situación.
Llardén hizo gala de la estabilidad de la compañía, uno de sus grandes valores, que el pasado octubre le granjeó la entrada en su accionariado de Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi que es el mayor accionista de Cepsa, con un 3% del capital a cambio de unos 160 millones: "Hemos cumplido e incluso superado todos nuestros compromisos; la compañía ha cumplido sus objetivos por decimocuarto año consecutivo, manteniendo un firme compromiso con el empleo: en 2020 no se despidió a nadie e incluso hemos incrementado un poco el número de empleados".
Antonio Llardén: "Hemos cumplido e incluso superado todos nuestros compromisos; la compañía ha cumplido sus objetivos por decimocuarto año consecutivo, manteniendo un firme compromiso con el empleo: en 2020 no se despidió a nadie e incluso hemos incrementado un poco el número de empleados"
Las inversiones de Enagás alcanzaron los 859,2 millones, incluyendo la ampliación de su participación en Tallgrass, desde el 12,6% hasta el 30,2%, por 762,8 millones. El flujo de caja fue de 687 millones, un 8,9% más pequeño, en buena medida por la reducción de la retribución regulada en España: estos ingresos se quedaron en 1.016 millones, un 6,5% menos.
La compañía cerró el ejercicio con una deuda neta de 4.288 millones -con un coste financiero del 1,9%, por debajo del 2,1% de un año antes-, con una relación entre el flujo de caja y la deuda del 16%, por debajo del objetivo de no superar el 17%. La liquidez de 2.473 millones, entre tesorería (864 millones) y líneas de crédito no dispuestas.
Perspectivas para 2021
Con vistas al presente ejercicio, la compañía ha remitido un segundo informe a la CNMV en el que augura un beneficio neto de 380 millones, un 14,4% por debajo del obtenido el presente ejercicio, básicamente por la entrada en vigor de un nuevo período regulatorio para sus actividades de transportista y gestor del sistema gasista en España, con una menor retribución.
Con vistas al conjunto del período 2021-2026, la empresa espera un flujo de caja de 4.145 millones, invertir unos 577 millones, abonar 2.170 millones en dividendos y mantener un flujo de caja discrecional de 1.435 millones, incluyendo un ingreso de 448 millones del arbitraje con Perú por el GSP. Espera que sus participadas extranjeras le aporten unos dividendos de 250 millones anuales.
En el plano internacional, consolidará su presencia en algunas firmas, como Tallgrass y TAP, y aplicará una política de rotación de otros activos, al objeto de maximizar el valor para los accionistas. Durante la multiconferencia, Llardén no facilitó nombres, pero aclaró que no se trataría de una práctica nueva, puesto que ya vendió su 50% de Swedegas en 2018 por 56 millones.
Entre 2021 y 2023 invertirá unos 380 millones en España, con especial atención a los proyectos ligados a la transición energética, que tendrán más peso entre 2024 y 2026, sobre todo en gases renovables, innovación tecnológica y digitalización, según se materializan los fondos europeos Next Generation y se despeja la regulación en la materia.
Enagás ha desvelado que cuenta con 30 proyectos en hidrógeno y 16 proyectos de biometano, con más de 50 socios, en los que podría invertir unos 5.000 millones -tienen más de 600 MW en electrolizadores-, pero Llardén siempre se ha mostrado muy cauto con su rentabilidad a corto plazo. Llardén previó ante los analistas que la inversión real, materializable, "a ojo", ronde los 600 millones.
A más largo plazo, prevé una inversión de 4.200 a 6.300 millones en la adaptación de la red de gasoductos, dentro de un plan con la italiana Fluxys con vistas a 2040 -denominado European Backbone-, que abarca toda la red europea con una inversión de unos 40.000 millones.
Mantiene el dividendo
La compañía ha ratificado su previsión de retribución al accionista hasta 2026. Propondrá a la Junta el abono de un dividendo de 1,68 euros por título con cargo a 2020, un 5% más que en 2019. El pasado ha sido el último año en crecer a ese ritmo; a partir del presente 2021 y hasta 2023, la retribución al accionista se reduce a un mínimo del 1% al año, hasta llegar a 1,74 euros al final del período, cifra que se establece como suelo hasta el año 2026.
Llardén abrió la puerta a aumentar el dividendo, habida cuenta de que se reserva un colchón de caja de 1.400 millones durante el período, sobre todo en la segunda mitad del período, como resultado de nuevas inversiones. Sin embargo no se atrevió a concretarlo, apuntando que quizá sea posible en un plazo de dos o tres años.