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La caída seguirá siendo sana si el S&P 500 aguanta sobre los 2.532 puntos

29/10/2018 - 8:40
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Perdido el martes pasado el gran soporte europeo, bautizado en Ecotrader como el Muro de Berlín –los 11.500 puntos del Dax 30 alemán–, las bolsas están pendientes ahora del nivel clave de Wall Street, el soporte urbi et orbi, o lo que es lo mismo, el de los 2.532 puntos del S&P 500, de los que depende la bolsa mundial y del que el índice estadounidense de referencia se encuentra a un 5%.

Un nivel que, de perderse, confirmaría un mercado bajista, ya que es la línea divisoria que separa una consolidación, del todo normal, de una corrección que pondría en jaque la continuidad de la tendencia alcista de largo de Wall Street. El impacto del nuevo presidente de Brasil está ya prácticamente descontado, al tratarse de una victoria esperada.

El temor a que se acerque el final del ciclo de crecimiento más largo en Estados Unidos está pesando sobre el mercado más importante del mundo. Además, existe la duda sobre cómo saldrán los resultados empresariales. Un escenario que no recogen las previsiones de instituciones y analistas. De hecho, Manuel Arroyo, director de inversiones de JP Morgan Asset Management, indica que "a día de hoy no hay indicadores que apunten a una recesión a corto plazo".

Eso sí, la incertidumbre no ha hecho sino ahondar los descensos que venía arrastrando Europa, más débil que Estados Unidos. Así, el Dax no pudo evitar perder su soporte clave, abriendo la puerta a una caída que puede alcanzar el 10%. "La amenaza de que podamos seguir cayendo a cuchillo no se cancelará mientras una eventual subida de corto plazo no lleve a los principales índices europeos a cerrar los huecos que generaron a la baja el pasado martes. Para ello el Dax debería conseguir recuperar los 11.525 puntos", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.

El Dax y el Ibex acumulan pérdidas de más del 13% en 2018. Es más, sólo en octubre arrastran un descenso de más del 9% y el 7%, respectivamente (en el caso del selectivo germano sería el peor mes desde 2016).

Y es que Estados Unidos no es la única preocupación, ya que los frentes del incendio son múltiples: los tambores de guerra comercial resuenan recurrentemente, el Brexit exhibe su complejidad, Italia mantiene el pulso con la Unión Europea (UE), las elecciones de este domingo en Brasil han traído a otro presidente impredecible y el mundo occidental repudia las formas antidemocráticas de Arabia Saudí, que ha sido uno de sus aliados estratégicos más importantes durante décadas.

Banca y tecnología, en código rojo

Todo este cóctel ha dejado varios heridos graves. Por un lado, la banca española, que solo esta semana se ha dejado en total casi 5.000 millones de euros de capitalización. Las más afectadas en bruto, han sido Banco Santander y CaixaBank, con una caída de su valor de 1.600 millones y casi 1.000 millones de euros, respectivamente.

A las tensiones que están afectando en general al sector financiero, en España se ha sumado la tormenta desatada por el impuesto de las hipotecas. El Tribunal Supremo no decidirá hasta el 5 de noviembre quien pagará la tasa, si el banco o el cliente. Además, en el caso concreto del Santander, es una de las empresas españolas con más exposición a Brasil.

Por su parte, Sabadell ha anunciado que en los primeros nueve meses su beneficio bajó un 56% por los ajustes hechos por las ventas de carteras institucionales y las provisiones extraordinarias derivadas de la migración de su filial británica TSB.

Al otro lado del Atlántico la alarma ha saltado en el sector tecnológico. El Nasdaq 100 se dejaba más de un 2% en la semana, al cierre de esta edición, uno de sus peores balances semanales desde marzo. La tecnología sería uno de los sectores más perjudicados por la guerra comercial que mantiene Estados Unidos con China por su presencia en el gigante asiático.

A esto se unen los resultados trimestrales que, en algunos casos, están dejando bastante que desear. Basta con mirar a Amazon, que solo en la sesión del viernes llegó a desplomarse un 10%.

Y eso que registró un beneficio récord de 2.900 millones, 10 veces más que en 2017, pero el mercado no le perdonó que rebajara sus previsiones de ventas para el cuarto trimestre, el más fuerte para la firma por el periodo navideño. Eso sí, este descenso permite cazar una firma con fundamentales muy sólidos, oportunidad que elMonitor de Ecotrader no ha querido dejar pasar, por lo ha pasado a formar parte de la herramienta. De hecho, en el año sigue ganando más de un 30%.

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