La checa Skoda remite una nueva carta a la cúpula de Talgo para explorar la fusión
- Considera caducada la oferta de Ganz-MaVag y reclama abrir una negociación
- Defiende que "la combinación entre ambos sería muy sólida"
- Skoda forja alianzas industriales con Corea a la espera de su asalto final por Talgo
Víctor de Elena
Nuevo intento del grupo checo Skoda para negociar con los máximos accionistas de Talgo la fusión entre ambas empresas a la que hasta ahora se han negado. La dirección del fabricante de trenes centroeuropeo controlado por el conglomerado PPF sigue convencida de que su propuesta de "combinación de negocios e integración industrial" remitida a la directiva española hace más de dos meses es lo suficientemente atractiva como para comenzar a negociar, más aún después de que el Gobierno de España vetase la opa lanzada por el consorcio húngaro Ganz-MaVag (Magyar Vagon).
A pesar de haberse quedado sin el único ofertante que dio el paso de lanzar una oferta pública de adquisición (opa), la dirección de Talgo no parece haber dado pasos en aras de negociar nada con el segundo actor interesado. O eso extrae del hecho de que el CEO de Skoda, Petr Novotny, volviera a remitir este martes una nueva carta al consejo de administración de la compañía española, volviendo a reclamar un encuentro entre ambas partes para analizar las posibilidades de integración entre ambas.
En la misiva, a la que ha tenido acceso elEconomista.es, la empresa con sede en Pilsen entiende que, una vez la oferta de Ganz MaVag "ha caducado definitivamente" tras la negativa gubernamental, es momento de sentarse a "discutir una combinación entre Skoda y Talgo". Lo hace apelando a que "han cambiado" las circunstancias motivadas por Talgo en julio para rechazar la fusión.
"Dado que esa oferta ha caducado definitivamente, las circunstancias han cambiado y quisiéramos reiterar respetuosamente nuestro interés en discutir una combinación entre el Grupo Skoda y Talgo, que creemos sería extraordinariamente beneficiosa para ambas compañías y sus respectivos accionistas, clientes, empleados, proveedores y otras partes interesadas", expresan en la misiva.
En la misma línea que entonces, los directivos checos consideran que "la combinación entre Talgo y Skoda sería muy sólida en términos de alineación estratégica y las tendencias generales de la industria en términos de escala y competitividad". En concreto, apelan a la posibilidad de crear "una fuerza formidable en la industria, bien posicionada dentro del panorama en evolución del mercado de movilidad europeo".
Zdenek Sváta, director de operaciones del grupo centroeuropeo, reveló en este periódico la predisposición de su compañía para ofrecer a la firma española su mano de obra, espacio y cadena logística para acelerar la fabricación de los vehículos ferroviarios. Y Skoda insiste en ello: "creemos firmemente que podríamos contribuir con recursos industriales que permitirían a Talgo abordar sus necesidades actuales y futuras", expresa.
Un interés poco recíproco
A pesar de los intentos de la compañía checa por reunirse con los ejecutivos de Talgo, no parece existir la misma reciprocidad en la sede del fabricante madrileño. Todo arrancó el 11 de julio, cuando Novotny remitió a España una primera carta mostrándose interesado en una posible combinación entre ambas empresas, pero sin detallar oferta económica alguna.
Dada su brevedad y al estar en medio de una opa, la dirección de Talgo se limitó a reclamar más detalles. La respuesta llegó el 24 del mismo mes con una propuesta de fusión entre ambas compañías, sin presentar opa alguna y sin ambición de tomar el control de la misma.
Seis días después, el consejo de administración español aseguró haber tomado nota de su propuesta, pero declinó abrir una negociación al considerar que no era el momento adecuado para explorar alternativas. "No es el momento adecuado para explorar alternativas potenciales distintas" a la oferta competidora entonces vigente. Desde entonces, el silencio. La pelota pasa ahora al tejado de la fábrica de Las Matas.