Telecomunicaciones

El operador de fibra rural Adamo planea segregar el negocio 'retail' de las redes para facilitar su venta

  • La compañía controlada por Ardian ya dispone de cobertura en 3,5 millones de hogares
  • La compañía apuesta por crecer en el despliegue de redes de fibra propias
Operario de mantenimiento de red

Javier Mesones, Cristian Reche, Antonio Lorenzo

El operador Adamo Telecom, propiedad del fondo de inversión francés Ardian Infrastructure, está trabajando en una operación por la que pretende segregar su compañía en dos sociedades: una dedicada a los servicios comerciales de su actividad de 'retail' y otra concentrada en los activos de fibra óptica.

Con ese movimiento, la teleco especializada en conectividad en zonas rurales facilita la futura venta del negocio minorista, con el objetivo de destinar sus mayores esfuerzos en el mercado de infraestructuras de fibra óptica, según indican fuentes del mercado conocedoras del proceso. Tanto Adamo como Ardian declinaron hacer comentarios.

De acuerdo con los últimos datos oficiales disponibles, recogidos en las cuentas anuales de 2022 de Adamo Telecom Iberia, la base de clientes en servicio minorista se situaba al cierre de dicho ejercicio en 161.000 accesos, tras registrar un crecimiento del 25% con respecto a 2021. Durante 2022, la empresa expandió su red, tanto de manera orgánica como inorgánica, en más de 640.000 hogares pasados por fibra, superando los 2,5 millones de hogares accesibles. Esta cifra alcanza ya los 3,5 millones en 2.300 municipios en España, la mayoría de ellos rurales, según indican fuentes conocedoras.

La teleco dispone de cobertura propia en Cataluña, Cantabria, Castilla La Mancha, Andalucía, Comunidad Valenciana, Navarra, La Rioja, Galicia, Madrid, Castilla León, Extremadura, Asturias, Murcia y País Vasco. De hecho, Adamo opera en todas las comunidades peninsulares excepto en Aragón.

En línea con su apuesta por las redes compartidas y la apertura de acceso a otros operadores para que presten sus servicios sobre la red de Adamo, los abonados a través de modalidad mayorista alcanzaron las 251.000 conexiones en 2022, un crecimiento cercano al 65%. De este modo, cuatro de los principales operadores nacionales ya estaban utilizando su red de FTTH (fibra óptica hasta el hogar), además de otros más de 200 operadores de menor tamaño.

Su estrategia consiste en desplegar su red en las zonas rurales, donde escasea la banda ancha de calidad y donde muchas veces no llegan otros operadores. El plan de Adamo, de origen sueco y con sede en Barcelona, consiste en segregar el negocio clásico con clientes particulares para tratar de ponerlo en valor en los próximos meses, contemplando en esta nueva etapa la ampliación de su perímetro con la compra de activos ('add-on'). En paralelo, busca potenciar su red propia de fibra, muy presente en la España rural y que se aproxima a los 44.000 kilómetros desplegados, según la información oficial.

Con esta reestructuración, Ardian, que adquirió Adamo al fondo sueco EQT en 2021 por más de 1.000 millones de euros, colocará a la compañía con el foco en el desarrollo de infraestructuras de fibra, un nicho en plena revalorización y que despierta un elevado apetito por parte de los fondos de inversión.

No en vano, el goteo de transacciones para el desarrollo de plataformas es constante, con operaciones de un tamaño acotado, pero también de mayor envergadura, como la protagonizada recientemente por Onivia -propiedad de los fondos Macquarie, Aberdeen y Arjun- y que se ha hecho con la red de fibra en España de Digi a cambio de 750 millones.

Desde su entrada en el capital, Ardian ha apoyado a Adamo para impulsar su crecimiento. En 2023, ambas firmas ampliaron la financiación del operador en 350 millones para apuntalar su desarrollo tanto orgánico como inorgánico. Esta cantidad es adicional a los 600 millones con los que la compañía ya contaba y contempla la opción de extenderse en otros 50 millones, hasta totalizar 1.000 millones.