Política

Rivera pide una reunión urgente con Sánchez y el PSOE le afea los "golpes de efecto" de última hora

  • Sánchez responde comprometiéndose por escrito que a ya cumple los requisitos
  • La abstención de Rivera no es suficiente para el PSOE: necesitaría a UP
  • Ciudadanos y Podemos son quienes más deben temer otras elecciones

María Medinilla

La jugada final planteada por Albert Rivera busca un vuelco de última hora a la situación política y ha abierto un paréntesis en una historia que aún así parece abocada al fracaso. Si ayer ofrecía la abstención en caso de investidura de Sánchez a cambio de tres condiciones (Cataluña, Navarra e impuestos) hoy ha pedido por carta de una reunión urgente con el socialista tras conocer que en el PSOE se abrían a negociar esa vía. Sin embargo, la reunión parece que finalmente no se dará. En Directo | Pablo Iglesias y Albert Rivera serán claves en la decisión final que adopte hoy el Rey.

El nuevo anuncio lo hacía el propio Rivera en una entrevista en Telecinco, a pocas horas de que el Rey decida si encarga a Sánchez la formación de Gobierno. "Le acabo de pedir a Sánchez en una carta urgente que nos veamos. Si dice que las condiciones que le ponemos se cumplen, lo que tiene que hacer es ponerlas encima de la mesa, firmarlas y cumplirlas, que no se están cumpliendo".

La reacción de Rivera se conoció tras trascender que en el PSOE se abren a que, si la oferta es "sincera", Sánchez se vea con Rivera en las próximas horas. Así se expresó el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, en una entrevista en RNE, en la que señaló que "lo de ayer indica que hay tema para hablar. El presidente siempre está dispuesto a hablar, si esto es una cuestión sincera y real no hay ningún problema en abordarlo". 

Los socialistas insisten en que las condiciones de Rivera ya las cumplen, por lo que según Ábalos "no debería haber ningún problema para que facilitaran un gobierno que ponga punto final a la incertidumbre a la que estamos". 

Lo más parecido a una respuesta es el anuncio de las llamadas que Sánchez ha realizado entre las 11 y las 12:30 a tanto a Rivera, como a Casado e Iglesias para que le informen antes de acudir a la cita con el Rey del sentido de su voto ante una posible investidura. En la conversación con Rivera, Sánchez ha comprometido por escrito que cumple los requisitos del líder naranja, un documento que Rivera ha tachado de "tomadura de pelo".

Así las cosas, no parece que vaya a haber un encuentro cara a cara entre ambos. Consciente de que la abstención de Ciudadanos no sirve porque necesitaría o que se sumara el PP o que votara sí Unidas Podemos, Adriana Lastra ha sido la encargada de reprochar a Rivera que busque "un golpe de efecto" a estas alturas.

No es el único Rivera en plantear cambio de última hora. El PSOE valida ahora que los votos 'gratis' de Podemos si al final hubiera investidura aunque no hubiera un acuerdo de legislatura previo: "Nosotros si nos apoyan, claro que sí, ¿cómo vamos a rechazar un apoyo?", ha asegurado el ministro, dejando de lado la condición que exigía a los 'morados' que además de los apoyos en el examen parlamentario hubiera un acuerdo programático previo a la votación que le asegurara el éxito en los trámites parlamentarios. 

El escenario ideal al que apela Ábalos llamando a la responsabilidad de Rivera e Iglesias es el que pasa por la abstención técnica del primero y el apoyo del segundo. Si la investidura no está asegurada, no tiene sentido que Sánchez se presente, ha añadido: "No hace falta que nadie vaya a una ceremonia de fracaso. Se plantea cuando tiene visos de prosperar, nadie candidata a nadie para mandarlo directamente al fracaso".

Las ofertas de Cs y Podemos tienen una doble lectura: desbloqueo y evitar las urnas que se prevén difíciles

Esta negociación in extremis es una muestra de que en política siempre hay tiempo para un giro de guión, algo a lo que España se está acostumbrando desde que el bipartidismo dejó de ser norma. Ciudadanos, en segundo plano desde las generales del 28 de abril, ha sido el factor 'desestabilizador' de un escenario que apuntaba a elecciones aseguradas con una oferta "de Estado" a la que invita sumarse a un PP de momento reticente a dar un paso tan comprometido de cara a su electorado. 

Se da la circunstancia de que Cs y Podemos son quienes más deben temer las elecciones. Los pronósticos ante una repetición electoral no son buenos. De ahí que las ofertas (la última de Podemos pasa por una abstención facilitadora) puedan tener una doble lectura: desbloqueo y evitar las urnas que se prevén difíciles y que dejaría a las nuevas formaciones en una situación de gran desventaja con respecto a PSOE y PP. 

Si las conversaciones entre PSOE y Cs dieran sus frutos, la presión sobre Podemos crecería pues, de no apoyar a Sánchez, solo con su abstención haría fracasar de nuevo la investidura, ya sin margen para evitar las elecciones. De cara a buscar un culpable, tanto Rivera como Iglesias insisten en que la responsabilidad recaerá al 100% en el líder socialista por no aceptar las soluciones que le proponen.