Opinión
Del asalto oficial al Ibex a la operación salvamento a Florentino Pérez
Amador G. Ayora
Madrid,
El conflicto con Milei ha puesto, una vez más, de manifiesto que los intereses políticos están por encima de los económicos. La retirada de la embajadora argentina en señal de protesta por las palabras del presidente de este país contra Begoña Gómez, a la que calificó de "esposa corrupta", ha salpicado las relaciones bilaterales y conmocionado al mundo empresarial, con intereses en el país cardiaco.
Milei será un deslenguado y un energúmeno y sus palabras son inadecuadas y censurables, más cuando no existe ninguna imputación ni por trafico de influencia ni por ninguna otra causa, en contra de lo que dice el presidente argentino.
Todo forma parte de la mecánica electoral utilizada por ambos dirigentes para distanciarse de la facción contraria. El mundo diplomático está perplejo porque se toma una medida oficial en defensa de un particular, la esposa del presidente, por un acto celebrado en un espacio privado, la convención ultraderechista del viernes, 17 de mayo en Madrid para presentar sus candidatos a las elecciones europeas.
Lo peor es que el Gobierno puso en marcha la maquinaria de propaganda con presiones y llamadas telefónicas desde Moncloa a algunos presidentes del Ibex 35 para que criticaran la actuación de Milei.
"De parte de Pedro, queremos que salgas a criticar a Milei", la petición de Moncloa al Ibex
La mayoría se limitó a seguir las instrucciones dadas por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien después de fotografiarse con él, acompañado de una docena de directivos españoles, calificó las declaraciones de "fuera de tono". "No es el sitio ni el lugar, no es lo que se pide a dos países hermanos", manifestó con razón Garamendi.
Los directivos más dependientes del Gobierno recibieron directamente instrucciones para salir en tromba contra el dirigente argentino, lo que pone en cuarentena las promesas del Ejecutivo de mantenerse como un actor pasivo en las sociedades en las que participa. "De parte de Pedro, queremos que te pronuncies contra Milei…", le espetó desde Moncloa el interlocutor del presidente de una gran empresa con intereses en ese país.
La actitud monclovita después de que la SEPI solicitó la entrada de un consejero en Telefónica y dejó la puerta abierta para solicitar un segundo, a la par que forzó la entrada de otro consejero en representación del grupo Escribano en Indra, recuerda más a las consignas que recibían las empresas en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, que de nuestros tiempos.
Al holding público presidido por Belén Gualda no le duelen prendas en forzar que sus participadas se salten las normas de buen gobierno para acoger a sus representantes en los órganos de administración, como publicó esta semana elEconomista, mientras que la CNMV y el propio Ejecutivo instan a respetar la gobernanza. Lo de que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda se cumple de nuevo.
Presidentes como el de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que se está obligado y se esfuerza por cumplir escrupulosamente con el código de buen gobierno, pueden encontrarse con un problema irresoluble en los próximos meses. En estos momentos, el número de consejeros no independientes, excluidos los ejecutivos, ya está por encima de su porcentaje de capital. ¿Qué ocurrirá en si la SEPI, Criteria y la saudí STC quieren tener dos consejeros cada uno? Que incumpliría ampliamente otro aspecto de la gobernanza, que los independientes sean la mitad más uno en el consejo.
Es insólito que la SEPI se disponga a violar las reglas, en lugar de abstenerse de pedir otro representante en el órgano de administración de Telefónica.
Peor lo tiene el presidente de Indra, Marc Murtra, quien el martes sustituyó a la consejera independiente, Elena García Armada, por el dominical Javier Escribano, en representación del 8% del capital. Indra no sólo supera el número de consejeros recomendables (16 frente a 15) y la representación correspondiente a los socios, además se arriesga a que la CNMV le obligue a presentar una opa sobre la compañía, ya que la Sepi y sus aliados superan más del 50%. La compañía de defensa había esgrimido precisamente esta paridad en el consejo ante la CNMV para rechazar que hubiera una acción concertada cuando los tres socios cooperaron para cesar a cinco de los consejeros independientes.
Para colmo de males, Murtra tuvo que sofocar el incendio provocado por la amenaza de dimisión del responsable del área tecnológica (Minsait), Luis Abril, cuando supo que era candidato a salir del consejo.
En la práctica, el Gobierno controlará la mayoría de Indra, ya que tanto el fondo Amber, perteneciente al presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, como la guipuzcoana Sapa ó la madrileña Escribano son afines al Ejecutivo y están dispuestos a ejecutar sus designios sin rechistar. En este caso, además, se da una paradoja, que estas dos empresas competidoras forman parte del consejo de administración de uno de sus contratistas, en lugar de al revés, lo que puede dar lugar a una colisión de intereses.
En definitiva, la Sepi ha tomado el timón por la puerta de atrás, sin que la CNMV rechiste. Y menos en estos momentos en el que su presidente, Rodrigo Buenaventura, tiene que renovar su cargo por dos años más en septiembre. Igual ocurrirá en Telefónica, donde tanto Criteria Caixa como la saudí STC actuarán como fieles aliados oficiales.
Quien está sabiendo aprovecharse de la situación es Isidro Fainé, que, además, de en Telefónica es socio del Gobierno en CaixaBank y, probablemente, lo sea en Talgo junto a la checa Skoda. Su hombre fuerte en el hólding de Criteria, Ángel Simón, ha logrado reconducir, gracias a estas alianzas, los primeros impulsos de las vicepresidentas Maria Jesús Montero y Teresa Ribera para entrar en Naturgy si fuera necesario.
La opa de la emiratí Taqa, que se repartirá con Criteria Caixa el 50% de la futuro sociedad de control sobre Naturgy, está pendiente de que los términos del acuerdo obtengan la visto bueno preliminar de las autoridades nacionales y europeas y de que el Gobierno remueva algunas normas adversos, como los gravámenes a las energéticas.
Pero, afortunadamente, no queda ni rastro de las hipotéticas tentaciones oficiales para entrar en Naturgy. Hay que reconocer la habilidad de Fainé y su equipo para negociar sin ruido y sacar adelante sus objetivos.
Florentino Pérez estaba con el agua al cuello por el derivado de Société que compra Criteria
La última gran operación del tándem Fainé-Simón entrará en los libros sobre estrategia empresarial que se escriban el futuro. Por una parte, Fainé echa una mano a su buen amigo Florentino Pérez, con el que ha protagonizado varios capítulos de la historia económica, desde la compra-venta de Unión Fenosa a la de Abertis.
Como contrapartida, Criteria se posiciona como el segundo accionista actual y futuro control en ACS. La desaparición de Florentino, cuando se produzca, generaba una gran incertidumbre interna, al no contar con herederos capaces de gestionar el 14,16% de capital que mantiene.
'Floro', como se le conoce en ámbitos futbolísticos, se encontraba con el agua al cuello por culpa de un derivado, equivalente al 9,4% del capital en manos de Société Générale, adquirido por su presidente, Donato González, a 14 euros por acción en 2020. en el peor momento del Covid.
El derivado era actualizado a precio de mercado anualmente, lo que había ha permitido a ACS apuntarse plusvalías por unos 500 millones para soportar su cuenta de resultados durante los últimos tres años. El problema venía porque era imposible de colocar en el mercado sin generar un tsunami en su cotización. En primer lugar, la acción se resentiría y encima, cualquier caída de los títulos hubiera obligado a corregir las plusvalías ya anotadas, con el consiguiente castigo sobre la cuenta de resultados. La situación del derivado había trascendió a la sede de Société en París, por la abultada responsabilidad asumida.
Con la operación todos ganan. Société y ACS se apuntan las millonarias plusvalías mientras que Criteria toma un posición privilegiada en una empresa estratégica española, en la que a partir de ahora tendrá mando en plaza y entrará en su consejo. Una operación de salvamento de 'Floro' que encaja como un guante en la estrategia de diversificación en empresas con buen dividendo. Una operación de libro.