Opinión

La Fed muestra el camino a seguir

    Jerome Powell, presidente de la Fed

    Miguel Ángel Bernal

    Este pasado miércoles estaba marcado en rojo en el calendario del mundo financiero y económico. La Reserva Federal americana, la Fed, celebraba el Comité Federal de Mercado Abierto (Fomc, por sus siglas en inglés), se esperaban noticias sobre las actuaciones, que el banco central norteamericano tomaría en cuanto a su política monetaria. La actuación de la Fed se miraría con ojos críticos tanto por las repercusiones en la economía americana, como por ser la referencia para ver que puede ocurrir con otras autoridades monetarias como el Banco Central Europeo (BCE).

    Los últimos datos de inflación en el gigante norteamericano son de septiembre y los mismos nos manifestaban un incremento del 5,4% en los precios de los bienes y servicios. La tasa es muy elevada, basta decir que es el dato más alto registrado en 13 años. Todavía más preocupante era que las presiones sobre los precios, calificadas como transitorias por la Fed, persistían en el tiempo. Europa tampoco es ajena a la subida de los precios de bienes y servicios; aquí la inflación del área euro asciende al 3,4%, como en América, algo no visto en los últimos 13 años.

    Las principales causas que generan este encarecimiento de los precios de bienes y servicios está en la normalización, aún con limitaciones, generada con la llegada de las campañas de vacunación y la vuelta a la reactivación de la demanda. Fruto de esta normalización es el encarecimiento y la dificultad de aprovisionamiento de materias primas, donde los stocks de muchas empresas eran muy bajos. Presiona también el alza de precios de las principales fuentes de energía: la electricidad, el gas natural y el petróleo. La escasez de microchips y componentes tecnológicos básicos en las cadenas de montaje de múltiples sectores también influye. Como puede apreciarse todo un cóctel explosivo sobre la cesta de la compra de casi todas las economías.

    No puede extrañar por tanto la atención suscitada por la reunión y las medidas que el presidente de la Fed, Jerome Powell, anunciaría. Como saben el tipo de interés director de la política monetaria en aquel país se encuentra entre el 0 y el 0,25%. Por otra parte la Fed mantenía un línea de fuerte expansión de la oferta monetaria debido a sus diferentes programas de compra de activos. Las expectativas se centraban en un mantenimiento de los tipos de interés, aunque ya se ve una posible elevación de los mismos para julio u otoño del próximo año; si bien se estimaba un recorte de las compras de activos, aludidos anteriormente. En concreto las previsiones eran que la Fed disminuyera su ritmo de compras en 15.000 millones al mes, entre los diferentes activos que viene adquiriendo, el famoso tapering, el cual se preveía finalizara en junio del próximo año. Este recorte se ha confirmado y supondrá el fin de la fuerte expansión monetaria y el inicio de la normalización en sus actuaciones.

    El fin de la política expansiva en EEUU afectará al resto de los principales bancos centrales

    Estos eran los antecedentes previos a la reunión del Fomc de las principales casas de estudios, tocaba ver si Powell validaba las mismos o no. En su comparecencia pública el Gobernador se ciñó a las expectativas de los mercados financieros: fin a la política expansiva de la Fed, normalización pausada en línea con lo descrito anteriormente. La Fed da por finalizada la política monetaria totalmente expansiva y comienza con una normalización gradual de sus actuaciones.

    El anuncio, en línea con lo esperado, algo que es muy normal en la Fed, significa que el primer banco central que tomó caminos drásticos, tanto en la crisis financiera como con la llegada del Covid, cambia su línea de actuación. Esta vuelta de timón debe entenderse que no solo se va a producir en EEUU sino que afectará al resto de los principales bancos centrales, incluido como no el nuestro. Referido a nuestra área debemos señalar que estamos a la espera de la formación de Gobierno en Alemania. La entrada del partido liberal en el mismo, más si se hace cargo de la cartera de Economía, aumentará las presiones para una normalización monetaria y una política fiscal mucho menos alegre con el gasto.

    Por de pronto ha sido solo EEUU pero, como decía, tendrá repercusiones. Habrá que ver dichas repercusiones en la curva de tipos de interés americana. En el dólar, veremos si no hay una retirada y de qué intensidad en los dólares que han ido hacia los países emergentes, donde las consecuencias pueden ser importantes.

    Por otra parte, los ojos se volverán hacia Europa y la reunión de diciembre del BCE. Se va a leer detenidamente las palabras que sobre el ejercicio 2022 pronuncie la gobernadora Christine Lagarde. Hasta el momento nuestro banco nos ha hablado de inflación transitoria, sin embargo después del movimiento de la Fed puede haber un cambio significativo de apreciación. Este cambio llega en un muy mal momento para nuestro país dado que la debilidad de nuestras finanzas públicas ha empeorado significativamente después de las dos graves crisis. La deuda pública por encima del 120% del PIB, un fuerte déficit público para este año con un cuadro macroeconómico que nuestro Gobierno no ha querido revisar, aun cuando casi todos lo dan como papel mojado. Encima, los problemas de las tensiones políticas con la reforma laboral que Europa escudriñará al detalle.