Potenciar los Planes de Empleo sin menoscabo de los individuales
Ángel Martínez Aldama
El proyecto de Ley de Presupuestos para 2021 reduce drásticamente el límite de aportación anual a planes individuales (de 8.000 a 2.000 euros), y también las aportaciones a cónyuges (desde 2.500 a 1.000 euros).
Desde Inverco hemos manifestado en muchas ocasiones la necesidad de potenciar los planes de empresa y en ese sentido, apoyamos la disposición que se incorpora en el proyecto de promover en el plazo de doce meses un fondo de pensiones desde el ámbito público que canalice planes de empleo.
Los planes de empleo son complementarios y no son sustitutivos de los planes individuales, al menos hasta que los primeros tengan una cobertura de la práctica totalidad de trabajadores y empresas y hayan acumulado un nivel de ahorro suficiente para generar un nivel mínimo de prestaciones.
España va en contra de Europa al empeorar la fiscalidad de los planes de pensiones
Por ello, teniendo en cuenta el escaso desarrollo del sistema de empleo, el tercer pilar sigue siendo necesario e imprescindible para todos los ciudadanos y, particularmente, para aquellos que no puedan acceder al sistema de empleo por no estar las reformas del segundo pilar desarrolladas (fondo de empleo de promoción pública, o eliminación de requisitos, especialmente para pymes, en la constitución del plan y en la adhesión de los trabajadores). Ello pasa por restablecer los estímulos fiscales a las aportaciones de las empresas que se han eliminado en 2006 y en 2013 (deducción en cuota del Impuesto sobre Sociedades y no inclusión en la base de cotización de la Seguridad Social) y adicionar otros nuevos.
Y es especialmente necesario el sistema individual para el colectivo de autónomos (no pueden acceder a un plan de empleo, y suponen el 16% de los trabajadores); para el de trabajadores temporales (27% de los trabajadores) y para el de trabajadores a tiempo parcial (14% del total), pero también para los trabajadores por cuenta ajena cuya empresa no haya constituido un plan de empleo, o habiéndolo constituido, las aportaciones negociadas en convenio colectivo sean reducidas.
La reducción del límite en favor del cónyuge afecta especialmente a las mujeres, lo que puede afectar a sus ingresos e independencia económica futuras, dado que no tendrán acceso a pensión de la Seguridad Social. En estos casos es particularmente importante que puedan tener un ahorro complementario.
El reto que plantea la longevidad en Europa es tan acuciante que se ha visto imprescindible y urgente una regulación europea de un plan de pensiones individual (PEPP), del que la Comisión y Parlamento europeos reclaman un incentivo fiscal a nivel nacional, para el desarrollo del tercer pilar de la previsión social. Es más, el empeoramiento de la fiscalidad de los planes de pensiones individuales en España contravendría la clara tendencia internacional y, en particular, europea de su estimulo. El tratamiento fiscal de las aportaciones a planes de pensiones no debería considerarse regresivo, ya que el que las mayores reducciones en el IRPF se asocien a las rentas más altas es consecuencia de la progresividad de la tarifa. Al tener un impuesto de carácter progresivo las reducciones por aportaciones necesariamente son mayores a mayor tipo marginal, pero también lo son las prestaciones en el momento de la jubilación.
El ahorro a largo plazo beneficia a la economía
Los planes de pensiones han prestado y siguen prestando apoyo a familias (tanto para complementar su jubilación como para paliar situaciones de crisis), a las empresas españolas y a la sociedad (inversión ESG):
1. Liquidez en situaciones de crisis: en los últimos 10 años los planes de pensiones han pagado 3.760 millones de euros a 693.000 hogares por desempleo o enfermedad grave.
2. Bienestar futuro: cada año los planes de pensiones complementan la jubilación de 400.000 familias con 4.300 millones de euros.
3. Apoyo al tejido empresarial: 46.000 millones de euros (el 40% del patrimonio en planes de pensiones se invierte en compañías españolas).
4. Apoyo en situaciones difíciles: 50.000 familias han rescatado su inversión en planes de pensiones para afrontar los efectos del Covid-19.
5. Pioneros en sostenibilidad: los planes de pensiones invierten 58.700 millones de euros en empresas comprometidas con la sostenibilidad y el buen gobierno.
El estímulo de los planes de empleo no es incompatible como el de los planes del sistema individual.
No obstante, si el Gobierno considera que debe reducirse, esta minoración debería ser progresiva y acompañada al desarrollo normativo y operativo del fondo de empleo de promoción pública, manteniendo así la opción a los ciudadanos de un instrumento de ahorro de forma finalista para la jubilación.
Los planes de pensiones invierten en España 46.000 millones de euros, por lo que la potenciación del ahorro a largo plazo beneficia a la economía, que al aumentar considerablemente su tasa de ahorro interna reducirá el coste de colocación de deuda pública y también de la privada de los emisores domésticos, así como también el recurso futuro a pensiones asistenciales.