Opinión
El otoño caliente de Luis de Guindos
Mariano Guindal
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, está convencido que el otoño en España va a ser terrible. Así lo expresó durante el dialogo telemático organizado por la Fundación Pablo VI, que mantuvo con el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Juan José Omella. Según dijo, en junio hemos tocado fondo pero la caída ha sido tan fuerte y concentrada en dos meses que el rebote que estamos viendo es engañoso. Nos queda aún mucho por recorrer. Por tanto, se aleja una salida en uve como pensaba al inicio de la pandemia.
A nivel mundial sucede algo similar. En los próximos dias la presidenta del FMI, Kristalina Georgieva, anunciará las nuevas previsiones de crecimiento que serán escalofriantes. La recesión más grave desde la Gran Depresión de 1929. Mucho más pesimistas que las anunciadas el pasado mes de abril, cuando anticipó una caída del 3% del PIB mundial en 2020. Y eso sin que se produzca una crisis de deuda o una nueva oleada del COVID el próximo invierno que nos lleve a un nuevo encierro. Si se diesen alguno de estos dos casos o los dos sería el acabose. En la misma línea está el Banco de España que maneja una caída del 13% del PIB en el segundo semestre, jamás visto antes. El BCE, la OCDE, la Comisión Europea etc.
El pesimismo de los grandes dirigentes del mundo impide consumir y que se realicen inversiones
Como en la película de Jud Taylor se han convertido en los "Profetas del mal" (1993), unos auténticos "Prophet of Evil". Unos pájaros de mal agüero que repitiendo lo mal que lo vamos a pasar terminaran acertando. La profecía auto incumplida. En el fondo, el mensaje que nos están dando los grandes dirigentes del mundo es que no consumamos, que ahorremos ante lo que aún puede venir. En estas condiciones ¿quién se va a arriesgar a invertir? ¡Todos quietos parados!
Si las cosas la pintan de negro, la oposición ni va a pactar con el Gobierno la política de reconstrucción ni los Presupuestos. Nadie quiere verse arrastrado por el tsunami que se nos anuncia. Lo mejor es esperar y ver como cae el Gobierno víctima de las algarabías y protestas callejeras. Es el otoño caliente lo que se avecina con un rosario de calamidades y nuevos profetas populistas.
El centro derecha debe apoyar la reconversión de España
Pero como diría mi nieto Máximo, "menos lobos caperucita". La experiencia histórica nos demuestra que Dios aprieta, pero no ahoga. Con el chorro de dinero que nos va a entrar, lo lógico es pensar que hará de amortiguador. Vamos a gastarnos en dos años cerca de 300.000 millones de euros, que pagaremos en otros diez años como nos anuncia la mayor parte de los economistas. No lo vamos a pasar bien, vamos a salir endeudados y debilitados. Pero si la oposición de centro derecha no apoya la reconversión de España, que después no vengan diciendo lo mucho que aman a la patria. Hay amores que matan.