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Nada de pisar el freno: así debes conducir en una curva con lluvia para no perder el control del coche y evitar accidentes

Pisar freno en carretera mojada | iStock | Canva

Daniel Ceped

Cuando cualquier persona se sube al coche para conducir, espera tener un trayecto tranquilo, por una carretera amplia, un asfalto en buen estado, un tráfico fluido y un clima favorable. Sin embargo, hay determinadas circunstancias en las que la circulación se complica, y es entonces cuando es importante tener un extra de precaución para no provocar fallos en el coche y, sobre todo, evitar sustos al volante.

Un buen ejemplo es conducir con lluvia. Según la DGT, el riesgo de sufrir un accidente aumenta significativamente. Se pierde algo de visibilidad, los neumáticos se adhieren peor al asfalto y los frenos tardan más en detener por completo el vehículo. Todo esos riesgos, a los que hay que sumar el nerviosismo al volante, se multiplican cuando el trazado de la carretera está llena de curvas.

Los riesgos de frenar

Cuando llueve y el asfalto se moja, aumenta el riesgo de que el coche resbale porque los neumáticos pierden adherencia y puede generarse el hidroplaneo. Este fenómeno, también conocido como aquaplaning, ocurre cuando una capa de agua se mezcla con la suciedad y aceite en el asfalto provocando que las ruedas pierdan contacto con la superficie.

Por eso hay que tener especial cuidado al tomar una curva cerrada si ha llovido. Si se entra en ella demasiado rápido o como si el coche estuviera seco, la falta de agarre y la propia fuerza del coche empuja el vehículo hacia fuera. Es decir, si se circula a demasiada velocidad en una curva, es posible que el conductor se quede sin frenos ni dirección porque su coche no agarre, tal y como explican los expertos en motor de @carros360.pe a través de su cuenta de TikTok.

Cómo conducir en una curva mojada

El error que cometen muchos conductores es frenar o girar de forma brusca dentro de la curva para intentar retomar el control, cuando realmente lo que están haciendo es empeorar la situación. En su lugar, hay que reducir la velocidad antes de entrar a la curva. Es decir, se tiene que frenar antes de la curva, y no dentro de ella.

Además, hay que seguir las recomendaciones habituales para conducir con lluvia. Por lo tanto, se debe circular a velocidad reducida, con la distancia de seguridad adecuada y sin movimientos bruscos. Por último, los expertos recomiendan mantener una trayectoria suave y encender las luces de cruce aunque sea de día.