Bolsa, mercados y cotizaciones

La bolsa europea inicia la etapa de reconstrucción hacia los altos del año

  • El índice de referencia europeo está cerca de borrar las pérdidas de 2018

Daniel Yebra, Xavier Martínez-Galiana

El EuroStoxx 50 superó este martes sus máximos de febrero. Una escalada que permite "volver a pensar en una escenario de reconstrucción alcista en los principales indicadores bursátiles de la eurozona -el Dax alemán no batió niveles análogos por poco-, hasta máximos del año", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.

Los ascensos en Wall Street, con el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq 100 anotándose subidas por encima del 1%, impulsaron al EuroStoxx 50 a alcanzar, al cierre de la sesión, los 3.477,9 puntos, superando in extremis los altos de febrero. De este modo, el selectivo europeo pone distancia con los mínimos anuales -se aleja un 6,2%- y acerca posiciones con respecto a los máximos intradía del año, su próximo objetivo, que se encuentran en los 3.687,2 puntos, a un 6%.

Por su parte, el Dax 30 no logró emular al EuroStoxx, pero se quedó a las puertas de sobrepasar los altos de febrero. El índice de referencia de la bolsa alemana terminó la jornada en la zona de los 12.585,6 enteros, alrededor de un 3% por debajo de los máximos de febrero, pero consigue alejarse ya un 8% del suelo que estableció a finales del mes pasado.

Así las cosas, este contexto de recuperación bursátil posibilita confiar de nuevo en el suelo del Ibex 35, que se ubica en la zona de los 9.327 puntos. El selectivo español concluyó la sesión del martes por encima de los 9.800 puntos y ya le separa un 5% de sus mínimos anuales.

A pesar de los avances en la sesión, los principales indicadores todavía mantienen un saldo negativo en el conjunto del año, aunque este se va reduciendo: el EuroStoxx 50 cede un 0,7% desde enero, el Dax alemán pierde casi un 2,6% y el Ibex 35 se deja en torno a un 2,4%.

Las encuestas retroceden

Las principales bolsas europeas intentan borrar las pérdidas que acumulan en 2018 y reconquistar máximos anuales en un contexto de sentimiento empresarial y de expectativas económicas más moderadas: las principales referencias de estos aspectos -PMIs, la encuesta ZEW, el índice de sorpresas de Citi o el Sentix- han rebajado, en algunas casos drásticamente, el optimismo de principios de año.

Un ejercicio que arrancó con el temor a una inflación mayor de lo esperada -sobre todo en Estados Unidos- capaz de incentivar una aceleración del proceso de normalización de la política monetaria y de disparar el interés de los bonos soberanos -ver gráfico-. En el que el euro mantiene una incómoda fortaleza. Y, además, en el que en las últimas semanas conviven las escaramuzas en el ámbito comercial, que amenazan con desatar una guerra global, y un enrarecido ambiente geopolítico por la crisis siria.

En definitiva, un curso del que prácticamente solo se conoce un frío invierno en el Viejo Continente, que ha congelado la euforia de empresarios, inversores y analistas encuestados.

Estos últimos dieron la última voz de alarma este mismo martes, al hundir la encuesta ZEW sobre expectativas de crecimiento económico en Alemania hasta terreno negativo, llevándolo a niveles de finales de 2012. "Un dato que lo deja claro: la economía europea está recalentada", explica Víctor Alvargonzález, analista de mercados. Por su parte, Roberto Scholtes, economista jefe de UBS en España, señala que en esta caída está muy presente "el reciente compartimiento de las bolsas".

'Más congruentes'

También matizan las expectativas los PMIs de Markit. El manufacturero de la eurozona regresó en marzo a 56,6 puntos, niveles de julio de 2017, desde los 60 enteros de diciembre. "Que estas encuestas de opinión empresarial sean más flojas en los diversos países de la zona común es otro argumento que refleja la desaceleración", incide Juan Ignacio Crespo. En Deutsche Bank, aunque admiten que la caída de estos indicadores en marzo, "contribuyó al nerviosismo del mercado", se ve "como una normalización de unos niveles previos inusualmente altos".

"Los PMIs habían sobrexagerado la dinámica económica real", coincide el experto de UBS, quien considera que "lo que está pasando en los últimos meses es una normalización, una resincronización a un ciclo económico que es benigno pero no es un boom".

"El crecimiento sigue siendo ro-busto, los PMIs aún marcan expansión, salvo excepciones, y, aunque podría ser el pico del ciclo, el crecimiento económico de 2018 será más fuerte que en 2017", continúa el equipo de analistas de Deutsche Bank. "En los próximos meses, después de que los indicadores de sentimiento hayan pasado a ser más congruentes se estabilizarán", concluye Roberto Scholtes.