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A Trump se le acaba el tiempo para negociar los aranceles, la llave para conseguir que la Fed baje los tipos

  • Quedan exactamente dos semanas para que llegue la fecha límite a las negociaciones 
  • Trump sólo ha firmado un acuerdo con Reino Unido y un 'pacto de caballeros' con China
  • La Fed necesita resolver la incertidumbre arancelaria para poder bajar los tipos
Quedan sólo dos semanas para cerrar su acuerdos arancelarios. Foto: Dreamstime

Víctor Ventura, Víctor Blanco Moro
Madrid,

El plazo que se impuso a sí mismo Donald Trump para cerrar los acuerdos sobre los aranceles se acerca: a partir de hoy, quedan exactamente dos semanas para que se deje de aplicar el arancel base del 10% para todos los países, y para que la administración estadounidense imponga, si no se cierran los acuerdos, los aranceles que presentó Trump el Día de la Liberación. Entonces se resolverá la "incertidumbre" que ha impedido a la Reserva Federal bajar tipos, algo que ayer reconoció Jerome Powell, su presidente, al admitir que ha sido uno de los motivos que los ha llevado a pausar el recorte de tipos de interés en los últimos meses. Y de fondo, el mercado espera a lo que ocurra el 9 de julio como el siguiente gran bache que habrá que sortear.

El equipo de Trump lleva meses prometiendo una avalancha de acuerdos "en dos semanas", pero el plazo se está acabando y sigue sin haber más que el que firmó con el Reino Unido y el 'acuerdo de caballeros' negociado con China. Y tampoco es que sean muy espectaculares: el pacto británico apenas reduce algunos aranceles impuestos por Trump a cambio de algunas concesiones simbólicas desde Londres, y el de China se limita a volver al 'statu quo' anterior a la escalada entre ambos países. En otras palabras: los cacareados acuerdos no suponen abrir mercados ni mantener el libre comercio, sino que se limitan a reducir la oleada de medidas proteccionistas impuestas por Trump. No suponen avanzar, sino recortar el número de casillas que ambos países retrocederán.

Por el momento, las negociaciones se limitan a una docena de países, más la Unión Europea: India, Vietnam, Japón, Corea del Sur, Tailandia, Malasia, Suiza, Canadá o México son los principales objetivos, al ser los principales socios comerciales del gigante norteamericano. El problema es que estos están resultando mucho más complejos de cerrar: un pacto comercial completo suele tardar años en negociarse, y países como India o Tailandia son famosos por su proteccionismo.

El gobierno estadounidense ha dejado caer que el acuerdo con la Unión Europea probablemente será el último que se cierre, y a pesar de la estrecha relación que históricamente ha unido a estos dos bloques económicos, las negociaciones no están siendo sencillas en las últimas semanas. Para los analistas de la agencia Bloomberg, el mejor escenario en estas negociaciones es que se cierre un principio de acuerdo que amplíe la fecha límite para cerrar un pacto definitivo, y así se ganaría tiempo más allá del 9 de julio para continuar negociando.

Ahora, Europa se está preparando para lo peor, y espera que el presidente Trump termine imponiendo un arancel base del 10% a la región, algo que, de producirse, llevará a la zona euro a contraatacar con nuevos aranceles. "Tendremos que responder y reequilibrar la situación en algunos sectores clave, si Estados Unidos insiste en cerrar un acuerdo asimétrico", ha explicado Stephane Sejourne, responsable en la Comisión Europea para estrategia industrial y prosperidad. "Esto incluye que el resultado de las negociaciones es que se mantenga un arancel base del 10%", insiste Sejourne.

Si bien las negociaciones con países como India parecen estar mejor encaminados, todavía está por ver cómo se cierran estos acuerdos, y esto se repite en distintas geografías, como Japón, que quiere más tiempo para poder negociar cuestiones como los aranceles a la industria del automóvil. En otros frentes, como por ejemplo las negociaciones con Suiza, que se enfrenta a uno de los aranceles más altos de toda la tabla que presentó Trump, se están produciendo avances, pero no un acuerdo definitivo que todavía se tendrá que cerrar en las próximas dos semanas.

A eso se suma que los países más pobres de la lista no pueden conseguir la obsesión de Trump: que importen más bienes estadounidenses. Por muchas concesiones que hagan, Vietnam o Malasia no pueden comprometerse a equilibrar su balanza comercial. Difícilmente se podrá encontrar una cuadratura del círculo deprisa y corriendo, y con una pistola cargada sobre la mesa de negociaciones.

"Con Estados Unidos en proceso de negociación con unos 20 países, es cada vez más probable que la administración extienda la pausa arancelaria para aquellos que considere que están negociando de buena fe", opina Adam Farrar, analista geoeconómico sénior para Asia-Pacífico de Bloomberg Economics.

El otro riesgo es que, llegada la fecha, Trump cumpla la amenaza que lleva repitiendo en las últimas semanas, y se limite a volver a poner en vigor los "aranceles a la carta" sin ningún cambio relevante. "Tendremos un acuerdo, porque en muchos casos el acuerdo será que yo decidiré [un arancel] y les diré, esto es lo que tienes que pagar, y ese será el acuerdo", ha repetido varias veces el magnate. En otras palabras: es perfectamente posible que el 9 de julio no sea más que una vuelta al 2 de abril.

La Fed, a la espera

La importancia de esos acuerdos es mayor todavía porque la posibilidad de que la Fed baje los tipos en su próxima reunión, del 30 de julio, depende de qué ocurra con esos aranceles. Si EEUU de verdad firma acuerdos generalizados que bajen los tipos efectivos por debajo de los niveles actuales, la inflación se contendrá más de lo previsto y el banco central tendrá las manos libres para bajar tipos antes.

El problema, y el principal motivo que ha llevado a Powell a no poder bajar más los tipos de interés, como quiere Donald Trump, es, precisamente, la incertidumbre que genera ahora el no saber cómo terminarán estableciéndose los aranceles en medio de las negociaciones. El riesgo inflacionista de imponer tasas a la importación es evidente, pero sin más detalles sobre los aranceles, para la Fed es muy complicado poder tomar una decisión sobre los tipos.

El presidente de banco central estadounidense, Jerome Powell, ha insistido este miércoles, de nuevo en el Senado estadounidense, que "la gran pregunta es quién terminará pagando los aranceles. Cuánto se trasladará a la inflación, y honestamente, es muy difícil poder predecir esto", ha explicado el presidente.