Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Y si la mejor inversión de 2025 está en Europa? La tregua de Trump y los millones de Alemania disparan al EuroStoxx 50
- Las bolsas del Viejo Continente destacan al calor del plan de gasto de Alemania...
- ... con la industria, construcción y la defensa como principales apuestas del mercado
- La sobrecompra en la mayoría de índices es elevada y peligrosa
Javier Luengo
¿Y si la bolsa europea es la sorpresa de 2025? Era la gran pregunta que se hacía en todos los mentideros del mercado allá por finales de 2024 cuando la euforia de que hubiera ganado Donald Trump las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos -con la consiguiente agenda de liberalización económica prometida en campaña- llevó a los mercados de renta variable de la otra orilla del charco a máximos nunca antes visto. Optimismo que continuó unos meses en el tiempo, pero que desapareció de un día para otro tras aquel Día de la Liberación de principios de abril en el que el republicano sacó a relucir su particular tabla de aranceles y llevó a los mercados a una suerte de vorágine autodestructiva de la que, a las puertas del mes de junio, algunos parqués del planeta todavía no se han recuperado.
Europa tampoco se escapa de ello a pesar de que Trump ha retrasado hasta el 9 de julio la amenaza de imponer un arancel del 50% a la UE. Así, el EuroStoxx 50 está todavía a más de un 2,3% de distancia de los máximos históricos del 3 de marzo cuando se negociaba este índice paneuropeo sobre los 5.540,69 puntos. Sin embargo, la bolsa del Viejo Continente ha sido la gran sorpresa del año para el mercado y sin ni siquiera haber llegado todavía al ecuador del ejercicio. El selectivo cotiza en los 5.394 puntos, apenas a un 4,3% de distancia del objetivo (5.628,69 puntos) a 12 meses proyectado por los expertos encuestados por Bloomberg a principios de año.
Ahora, con las revisiones pertinentes hechas, los expertos entienden que el potencial de retorno del EuroStoxx 50 se sitúa cerca de los 6.000 puntos, es decir, creen que puede ofrecer un recorrido alcista del 9,5% respecto de los niveles actuales.
Sea como fuere, el avance en lo que va de 2025 del mercado comunitario se ha vuelto a colocar en el doble dígito superando el 10,1%. Todo ello en un contexto que se apoya en el buen momento de mercado para el español Ibex 35 (repunta un 22,7% en el año), el Dax alemán (20,5%) y el Ftse Mib italiano (16,8%).
Avances que contrastan con los retrocesos acumulados en el ejercicio de entre el 1,3% y el 2,9% para el tridente bursátil de los Estados Unidos. Las continuas amenazas arancelarias de Trump están llevando a su fin a la época del excepcionalísimo estadounidense que ha llevado en la última década a Wall Street a hacerlo sistemáticamente mejor que el resto de parqués mundiales.
Alemania, el gran motor
Y es que según comentaba hace unos días el consejero delegado de JP Morgan AM para Europa, Oriente Medio y África, Patrick Thomson, lo que hace de Europa una región atractiva para invertir en estos momentos no solo es la estabilidad del mensaje político, sino también la previsibilidad de las instituciones económicas, como el BCE o el Banco de Inglaterra, y su política de recortes de tipos, que chocan de frente con lo que acontece en Washington.
"Los Gobiernos europeos tienen un objetivo muy claro de crecimiento económico, como ya se está empezando a ver en Alemania" con el programa de inversión en defensa e infraestructuras además de una intención de mejorar la flexibilización de la regulación en determinados asuntos, como la sostenibilidad, que también puede ser un catalizador.
Es, precisamente, Alemania, la gasolina que alimenta al motor del optimismo europeo. Hace unas semanas, Berlín anunció un plan de recuperación histórico -por la cuantía- de 500.000 millones de euros en inversión en infraestructuras y abrió la puerta a que los Estados federados registren déficits de hasta el 0,35% del PIB. "Esto representa un importante cambio de dogma", resaltan los analistas de Crèdit Mutuel Asset Management.
Al mismo tiempo, Alemania ha anunciado la exclusión del PIB de los gastos de defensa superiores al 1%. El objetivo es movilizar hasta 800.000 millones de euros para reforzar las capacidades de defensa de la UE, incluidos aproximadamente 300.000 millones sólo para el país centroeuropeo. "Si se combinan todos los planes, el gasto en los próximos años podría alcanzar el 2,5% del PIB anual hasta 2030", aclaran los expertos del banco de inversión francés.
"En este sentido, el sector industrial debería ser uno de los mejor posicionados para beneficiarse de estos planes de estímulo; en concreto, todo lo relacionado con la digitalización, la construcción, la defensa y la eficiencia energética debería encontrarse al inicio de un periodo de demanda sostenida", recalcan.
Nuevos máximos para Europa
Así, JP Morgan apunta a que la brecha entre el comportamiento de la bolsa europea y la americana será en 2025 la mayor en más de dos décadas. Citi va más allá y señala que esta diferencia será la mayor de toda la historia. "Si ya hemos superado la incertidumbre máxima sobre las ganancias, esto podría sentar las bases para un aumento adicional en la bolsa europea", explican simultáneamente desde Citi.
Un supuesto que apoya una encuesta reciente de elEconomista.es en la que el 80% de las 16 casas de análisis de mercado consultadas por este diario se mostraban convencidas de que Europa está tejiendo, entre crisis y reformas, un nuevo paradigma económico en el que la seguridad militar y la transición energética claman por hacerse hueco. Es decir, creen que el EuroStoxx acabará rompiendo en el transcurso del año su actual techo histórico.
Concretamente, esa gran mayoría de los expertos entienden que la fortaleza de la bolsa europea actual se sustenta sobre tres pilares: unas valoraciones atractivas -con un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) de 13,18 veces frente a las más de 22 veces del S&P 500-, los flujos de capital reorientándose hacia activos europeos y reformas estructurales en sectores clave como defensa y verde.
Con todo y con ello, en las bolsas la situación es, cuando menos, peliaguda. "Comprar ahora, con indicadores tensionados, es ignorar la ecuación rentabilidad-riesgo que debería regir toda decisión operativa sensata", advierte el analista y estratega de Ecotrader, Joan Cabrero.