Bolsa, mercados y cotizaciones

Cuidado si hace un traspaso entre fondos para evitar riesgo: no es inmediato y puede tener pérdidas

  • La operativa suele demorarse tres días si no surgen inconvenientes
  • El plazo permite al equipo gestor deshacer posiciones para afrontar los reembolsos
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Ángel Alonso
Madrid,

Cuando uno está delante de la web de su plataforma de inversión y contempla estupefacto cómo todos los índices caen a plomo, la tentación de vender si no se tienen los nervios de acero es muy alta. Y cuando se está invertido a través de fondos, la reacción es casi inmediata, buscando refugio en productos más conservadores. Sobre todo en España, donde el traspaso entre instituciones de inversión colectiva (IIC), fondos y sicavs con 500 accionistas como mínimo, cuenta con la ventaja del diferimiento fiscal, es decir, que no se tributa por la cantidad traspasada a otros fondos, únicamente cuando se ejecuta la venta de las participaciones y por la ganancia patrimonial que haya generado.

Pero muchos inversores todavía desconocen que, desde el momento en que dan la orden de reembolso y de suscripción a otro fondo -por ejemplo, un monetario, tratando de sentirse más seguros- hasta que realmente se materializa, pueden pasar varios días en los que todavía seguirá afectado por la evolución del fondo de origen, desde el que se quiere realizar dicho traspaso, por ejemplo, un producto de bolsa norteamericana.

En concreto, cuando se trata de productos pertenecientes a una misma gestora, el plazo puede demorarse hasta cinco días hábiles, en función del tipo de vehículo de inversión, y si son IIC de firmas diferentes, puede alargarse hasta ocho días. Esto significa que si usted decide traspasar parte de su dinero un día dejándose llevar por la inercia de las caídas de los mercados no tiene garantizado que el traspaso sea automático.

Una operativa que en la era de la inmediatez puede incrementar la ansiedad de los inversores, en un momento en que el acceso a los mercados mundiales a través de numerosas plataformas posibilita construir una cartera de fondos de gestión activa de manera autónoma y la gestión pasiva mediante ETF facilita la operativa como si fueran acciones cotizadas.

¿Por qué se demora tanto el proceso? Cuando se trata de fondos de una misma gestora, lo habitual es que el plazo no se alargue tanto, puesto que ya cuentan con los datos del partícipe y las comprobaciones son más fáciles de realizar, pero aun así la propia operativa requiere de un tiempo que, como mínimo será de tres días hábiles, lo que se conoce como D+3.

Los inconvenientes vienen, sobre todo, cuando se trata de fondos de gestoras ajenas al grupo que las distribuye, sobre todo si son fondos de firmas internacionales o de firmas independientes. Y hay que tener en cuenta que si, por ejemplo, se da la orden un jueves, lo más probable es que no se sustancie hasta el martes siguiente, el tercer día hábil.

En realidad, al dar la orden de traspaso o reembolso de un número determinado de participaciones, el equipo gestor debe de deshacer posiciones de la cartera del fondo en función de su valor liquidativo (que en realidad es el volumen patrimonial entre el número total de participaciones), lo que significa que debe vender aquellas acciones en el caso de un fondo de renta variable que tengan más liquidez para poder atender dicha petición de reembolso. Y en un mercado bajista, además, con pérdidas respecto al precio de compra de esos títulos.

De ahí que muchas veces los fondos sufran más por el pánico vendedor de los inversores que por la propia evolución de los subyacentes en cartera porque, si éstos se mantuvieran según la estrategia diseñada por el equipo gestor, se podría ir recomponiendo el valor liquidativo. Por eso muchos fondos imponen una comisión de reembolso, que puede llegar al 5%, para paliar en parte el daño que conlleva al resto de partícipes una salida indiscriminada de inversores.

Los tres días justificarían este proceso de encontrar el mejor cruce para la venta de los activos en la cartera de los fondos y aclarar cualquier aspecto de la documentación que se debe presentar, como la denominación de la IIC de destino y los datos identificativos de la cuenta de la IIC a la que debe realizarse el traspaso, lo que se conoce como depositario. De hecho, suele ser un motivo de rechazo de órdenes de traspaso presentar mal alguno de estos datos, lo que puede alargar el proceso. Además, también influye la clase o compartimento de los fondos y la divisa en que están denominados.

En la actualidad la gestión delegada de carteras y el asesoramiento acapara el 73% de la distribución de fondos en España, que significa como su nombre indica que el inversor delega en la firma la responsabilidad de elegir los mejores fondos en función de su perfil de riesgo, lo que permite agilizar la operativa, teniendo en cuenta que muchos de esos fondos son productos propios de las firmas gestoras. De hecho, la operativa de los traspasos se ha incrementado en los últimos años por el crecimiento de la gestión discrecional.

Paciencia

¿Es bueno realizar traspasos entre fondos en momentos de máxima incertidumbre? El umbral de resistencia a las caídas de los mercados de cada inversor siempre determina la respuesta. Pero hay que tener en cuenta que la recuperación puede ser igual de rápida y haber salido puede conllevar materializar las pérdidas a corto plazo. "La inversión en los mercados financieros requiere paciencia, un análisis exhaustivo y, sobre todo, que nuestra cartera de inversión concuerde con el perfil de riesgo declarado. Cuando estos factores están alineados, momentos de elevada volatilidad como el actual se llevan de una mejor manera. Además, nos permite no tener que cambiar nuestro posicionamiento de manera significativa, lo que a la larga está demostrado que es perjudicial para la rentabilidad", explica Samuel Pérez, analista de inversiones en Tressis.

Pérez recuerda que diversos estudios avalan que es más relevante el tiempo que el dinero está invertido (time in the market) que tratar de invertir en determinados momentos como en caídas (market timing). "No se trata de identificar un instante ideal para realizar traspasos entre fondos, sino de construir y mantener una cartera diversificada y ajustada al nivel de riesgo que el cliente está dispuesto y es capaz de asumir", subraya.

Marta Lantero, responsable de carteras de fondos en Creand Asset Management, apunta que precisamente la operativa de los fondos de inversión, que conlleva varios días hasta su liquidación efectiva, dificulta, cuando no imposibilita, la estrategia de market timing. "Es habitual que, impulsados por el temor, muchos inversores traspasen sus posiciones hacia fondos más conservadores, haciendo efectiva una pérdida que hasta ese momento sólo era latente. El problema añadido es que, una vez fuera del mercado, es muy difícil encontrar el momento adecuado para volver a entrar: el rebote puede llegar cuando menos se espera y, si los fondos están en vuelo o si el inversor decide esperar demasiado, el coste de oportunidad puede ser elevado".

De ahí que Lantero recomiende, antes de realizar "movimientos impulsivos", esperar a que la volatilidad se reduzca y tener mayor perspectiva y racionalidad, "entendiendo siempre cómo funciona la operativa de los fondos".

De la misma opinión es Guillermo Santos Aramburo, socio de iCapital, quien considera que, vistos los desplomes de la mayor parte de activos, "hay dos posibles posturas: optar por la cautela, en anticipación de un goteo de malas noticias macro y microeconómicas que, probablemente, llegue en los próximos meses, o aguantar la volatilidad y esperar a que se impongan esos datos fundamentales que cuadran con los niveles actuales de mercado. La aversión al riesgo de cada inversor determina por qué optar".

En cualquier caso, el experto considera conveniente reducir la exposición a renta variable de EEUU, así como infraponderar las bolsas emergentes, al igual que aumentar la duración de la parte de renta fija de las carteras mediante compra de bonos soberanos, con el fin de tener una mayor cobertura de riesgo.

"En renta variable, el contexto favorece una rotación clara a la bolsa europea: infraponderar consumo discrecional, industriales internacionales y aumentar exposición a sectores defensivos como telecos, utilities y consumo básico, que ofrecen tradicionalmente mayor protección y visibilidad en este entorno", concluye Santos Aramburo, quien señala que si los precios de las acciones continúan corrigiendo, sin un deterioro adicional de los fundamentales, "probablemente, volveríamos a aumentar las posiciones de riesgo".