Bolsa, mercados y cotizaciones

El inversor cambia su rumbo en 2025: ¿Qué estrategia gana peso en el mercado de ETF?

Una brújula para guiar las inversiones en bolsa y deuda. Dreamstime

Sergio Fernández

Los inversores dieron un nuevo timonazo a sus estrategias. Pero todo el 2025 se está caracterizando por un cambio de rumbo tanto dentro como fuera de los mercados. Con la volatilidad geopolítica y la incertidumbre de la guerra arancelaria, los flujos del dinero de categorías como la renta variable a activos como los bonos, y viceversa, son más bruscos de lo habitual. Y todo esto solo dentro de los fondos cotizados (ETFs), que en Estados Unidos representan un tercio del total del dinero que se mueve en Wall Street cada día.

La deriva de los inversores de la bolsa estadounidense a las acciones europeas, bancos y compañías de defensa en particular, se compaginó con una mayor inversión en deuda y bonos que de costumbre. Los flujos netos de ETF de renta variable se situaron en 2024 en el 14%. Es decir, el dinero que entró en bolsa con fondos cotizados fue un 14% superior al que salió de estos vehículos en el conjunto del año. La media de los últimos cinco años se sitúa en el 12%. En lo que va de 2025 apenas alcanza el 2,5%.

Mientras tanto, el flujo neto en ETFs de renta fija se sitúa en el 4,8%. También está ligeramente por debajo de la media del último lustro pero supera al flujo neto de la renta variable; algo poco habitual en el mercado. Si la proporción de flujo neto en 2024 era que por cada euro que aumentó la categoría de bonos la de bolsa lo hacía en más de tres, ahora es de un euro en renta fija por cada dos en acciones. "Nos encontramos ante un inicio de año distinto al esperado, marcado por la disrupción que está generando la política económica del nuevo inquilino de la Casa Blanca y por una reconfiguración del mapa de riesgos y oportunidades en los mercados de renta fija", explica el director de inversiones de Mutualidad, Pedro del Pozo.

Que la cantidad de dinero que depositan los inversores en renta variable esté en mínimos no vistos de 2020, en términos anuales, permite poner en números el mantra de que el inversor busca seguridad cuando la volatilidad del mercado se dispara. Si se compara los ingresos brutos de dinero en fondos cotizados en cada categoría, el 2025 está dentro del rango habitual de los últimos cinco años (aunque es de los más bajos), incluyendo el ejercicio de la pandemia de coronavirus. Es decir, de toda la inversión total en ETFs, casi el 70% de los ingresos va a la bolsa y alrededor del 20% a deuda, según los datos que recopila Bloomberg. El inversor en estos fondos que cotizan mantiene un perfil agresivo pero busca mayor seguridad con los bonos y con otros activos.

Esto se aprecia en los egresos por categoría. En lo que va de año, el 71% del dinero que sale de fondos cotizados viene de los categorizados como 'renta variable', el porcentaje más alto desde 2019. Por contra, el dinero bruto que sale en lo que va de 2025 de los ETFs de bonos, en proporción con el total, es el más bajo desde 2018.

Mientras tanto, los inversores se vuelcan también en fondos cotizados de materias primas, principalmente de metales preciosos y esencialmente en oro. El flujo neto en ETFs de materias primas es negativo (más salidas que entradas de dinero en esta categoría) desde 2021 a 2024 incluido. En lo que va de 2025 el saldo positivo supera los 31.000 millones de dólares. "Los recientes movimientos al alza del precio del oro guardan relación con su papel tradicional como activo refugio, las inquietudes en torno al crecimiento económico y las políticas comerciales de Trump, las expectativas de descensos de los tipos de interés y la demanda de este metal precioso por parte de los bancos centrales", comenta Ned Naylor-Leyland de Jupiter AM. Existen más categorías dentro de los ETF, como los monetarios, especializados o de asignación mixta que también registran en 2025 cambios significativos respecto a los flujos netos de años anteriores.

Las diferencias por geografías también son palpables. El mercado financiero estadounidense y la bolsa de Wall Street acaparan la mayor parte de las inversiones con fondos cotizados. No obstante, el peso de los vehículos enfocados en Europa cuentan con mayor peso respecto al total en 2025. De hecho, los inversores no se decantaban tanto por los activos europeos desde 2021, primer ejercicio del primer mandato de Donald Trump, en base a la evolución de los flujos de capital. "Los flujos han ido en detrimento de EEUU, donde los responsables de asignación de activos han reducido las exposiciones en respuesta a las inquietudes en torno a la economía estadounidense desatadas por la escala de la guerra comercial. [...] La marea ha cambiado a favor de la renta variable europea", resume Natalie Briggs, directora de inversiones de Fidelity International.

Los inversores consideran ahora que el riesgo a largo plazo es demasiado alto como para depositar su dinero a mayor vencimiento sin exigir más rentabilidad a cambio. Esto se ve en cómo evolucionaron los previos de los bonos (se mueven a la contra de las rentabilidades) con plazos superiores a los cinco años. En el último informe de Morningstar de flujos del mercado que incluye fondos abiertos y ETF, de febrero, los inversores apostaron por la cautela con los vehículos más enfocados al largo plazo estadounidense, más aún en los enfocados en salud: la peor categoría.

El detalle en el día a día

Lo que pasará a continuación es impredecible con los niveles de incertidumbre actuales. Tampoco quiere decir que la dinámica del primer trimestre tenga por qué ser representativa del conjunto del 2025 cuando éste termine. En los flujos netos diarios hay varias jornadas en las que sale más dinero del que entra, principalmente con las fuertes retiradas de dinero en bolsa estadounidense.

Desde la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos, los inversores también han cambiado su enfoque. Las apuestas por los fondos cotizados de acciones de Wall Street registraron un retorno puntual de los inversores aprovechando la corrección del mercado y así diversificar las carteras de cara al segundo trimestre del año.