El 'filtro' que hay que usar para lidiar con la pérdida de soportes de las bolsas

La política arancelaria de Trump, los realineamientos geopolíticos sobre Ucrania, la inflación pegajosa y el ritmo desconocido de recortes en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal han pasado factura a los mercados este año. Especialmente a los estadounidenses, pero también a los europeos, que han empezado a coquetear en las últimas jornadas con niveles de soportes cuya perforación elevaría el riesgo de ver una corrección que borre las ganancias acumuladas desde comienzo de año.

En el caso concreto del Ibex 35 hablamos de los 13.000 puntos, que son los mínimos de la semana pasada. El selectivo español lleva once semanas consecutivas consiguiendo cerrar sobre los mínimos de la semana anterior y esta serie podría verse cancelada esta semana si se atiende a la pérdida de soportes que protagonizó ayer.

"Ahora bien, ya saben que para que esta serie de cancele la cesión de los 13.000 deberá de confirmarse al cierre del próximo viernes, donde tenemos cita con el cierre semanal", explica Joan Cabrero, analista técnico y estratega de Ecotrader. "Este tipo de filtro suelo utilizarlo cuando la cesión de un soporte tiene lugar un jueves y si me apuran un miércoles, pero estando a martes daría por cancelada esa serie si el Ibex 35 cierra un par de sesiones por debajo de los 13.000", matiza el experto.

Una decisión operativa que podría ser clave si se tienen en cuenta las declaraciones de hoy del presidente de EEUU, Donald Trump, tratando de tranquilizar a una mesa redonda empresarial sobre las perspectivas de la economía y las medidas que está tomando para impulsar el crecimiento, que han favorecido el cambio de tendencia en el mercado este miércoles.

La 'estocada' para los alcistas en el EuroStoxx

En el caso del EuroStoxx 50, la volatilidad actual y los movimientos abruptos de corto plazo le han llevado a confirmar en la sesión del martes un claro y potente patrón de giro bajista en forma de doble techo en los 5.550 puntos. Una pauta que se puede ver también en la principal referencia gala: el CAC 40 y que se une a la ya mencionada pérdida de los mínimos de la semana pasada que ha protagonizado el Ibex 35.

"Esto refuerza la necesidad de seguir aplicando una estrategia de acordeón: reducir exposición de forma progresiva para evitar una previsible caída adicional que podría borrar buena parte de las ganancias de este inicio de año, sobre todo si al cierre de esta semana los soportes perdidos este martes no son recuperados", señala Cabrero.

Las esperanzas alcistas pasan por una recuperación de mercado antes del cierre semanal, "pero estando a martes no soy partidario de esperar a un cierre semanal para tomar decisiones y con dos cierres diarios bajo los 5.370 puntos del EuroStoxx 50 ya vería con buenos ojos seguir reduciendo exposición".

Y es que, con la cesión de esa cota el índice continental entra en una dinámica más correctiva que consolidativa, que plantea caídas hacia al menos los 5.180 puntos. Y el riesgo es que pueda devolver gran parte de lo ganado en este comienzo de año, yendo a buscar apoyo a la antigua zona de resistencia, ahora soporte, de los 5.000/5.120 puntos.

La volatilidad ha repuntado como nunca antes en los últimos tres años

Las últimas sesiones de fuertes caídas en los mercados bursátiles (tanto en la bolsa americana como en la europea) también se ha traducido en nerviosismo para los inversores según muestra el conocido popularmente como el índice del miedo: el Vix. Este índice se ha disparado esta semana hasta superar los niveles de tensión vividos a finales de 2024, superando los máximos anuales y llegando a cotizar por encima de los 27,3 puntos.

Si bien es cierto que este miércoles el Vix cotiza con ligeros descensos, que hacen presagiar que lo peor de la tormenta bajista ya ha pasado, también lo es que aún se mueve por encima de los niveles en los que cerró la semana pasada, protagonizando así su cuarta semana consecutiva de incrementos, algo no visto en el mercado desde hace tres años. Concretamente desde marzo de 2022, cuando el índice del miedo llegó a moverse por encima de 36 puntos.