Bolsa, mercados y cotizaciones
Ya hay alternativas sin riesgo más atractivas a las letras y al depósito
Cristina García
La rentabilidad de los activos favoritos de los españoles está próxima a tocar techo. La culpa es de las previsiones que apuntan a que el precio oficial del dinero bajará hasta en seis ocasiones en 2024. La rentabilidad de las letras, una de las grandes protagonistas de este año por las largas filas que se formaron a las puertas del Banco de España para comprarlas, ya ha comenzado a caer. Y a su vez algunos bancos extranjeros, que se han caracterizado por ofrecer los depósitos más rentables, también han recortado sus intereses, lo que da una pista de lo que sucederá en los próximos meses. La parte positiva es que ya hay alternativas sin riesgo más rentables a estos dos productos.
Los propios fondos monetarios, que conceptualmente se usan para aparcar la liquidez, están pagando más, en torno a un 3,5%, frente al 2,42% que de media dan los depósitos a un año o al 3,3% de las letras a este mismo vencimiento. Y además son más eficientes a nivel fiscal. Este tipo de vehículo invierte sobre todo en deuda pública de corta duración. Lo más habitual es que construyan sus carteras con renta fija de una duración media de tres meses, aunque también hay fondos monetarios a ultra corto plazo. Por ello, el mayor riesgo que se asume con estos fondos es que alguno de los países en los que invierte entre en default (es decir, que impague su deuda), algo poco probable porque suelen comprar bonos de países como Alemania, Estados Unidos o España.
La idea no es original porque ya ha entrado mucho dinero a estos fondos este año, pero los expertos insisten en que siguen siendo una buena alternativa a corto plazo por sus rentabilidades, por ahora superiores al 3,5%, y porque protegerán en caso de que las expectativas del mercado sobre las bajadas de tipos no se cumplan, algo que tampoco se puede descartar y que ya ha ocurrido en otras ocasiones. El daño de intentar adelantarse a los movimientos de los bancos centrales ha sido muy tangible este año. Quien alargase la duración de sus bonos antes de tiempo afronta importantes pérdidas por precio.
"Es improbable que veamos aumentos [de tipos] en el corto plazo, proporcionando un horizonte más predecible para la toma de decisiones", señala Javier Molina, analista senior de mercados para eToro. Sin embargo, "la advertencia de Powell, de que están dispuestos a ajustar la política si es necesario, añade una nota de cautela", avisa. En su opinión los inversores deben vigilar los datos de inflación y las señales de la Fed, "ya que podrían precipitar cambios en la política monetaria que impactarían las estrategias de inversión".
Ese elemento de incertidumbre hace que "los activos monetarios sean los que mayor relación riesgo rentabilidad pueden aportar", opinan en la gestora francesa Ofi Invest AM. El efectivo ya ha sido el rey hasta ahora. Los inversores de todo el mundo han acudido en masa hacia estos fondos, y con éxito en cuanto a rentabilidades. "Como dato interesante, los fondos del mercado monetario de Estados Unidos están generando más de 20.000 millones en intereses cada mes, lo que probablemente ha respaldado el gasto en la mayor economía mundial", señala Molina. Mientras los tipos se mantengan altos durante más tiempo, "el atractivo de tener monetarios y activos de corto plazo sigue siendo fuerte", coincide este experto.
Lo que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un fondo monetario son sus comisiones. Normalmente los que cobran menos gastos son los que exigen inversiones mínimas más altas.
Otra alternativa con poco riesgo son los fondos de renta fija a ultra corto plazo. Un cajón en el que se encuentran productos tan populares como el DWS Deutsche Floating Rate Notes, que es uno de los más vendidos este año. Este fondo ofrece una rentabilidad del 4% en 2023. Todas las previsiones de los bancos de inversión para el año que viene coinciden en que 2024 será muy favorable para la renta fija, de ahí que los inversores expertos estén empezando a alargar la duración de su cartera, puesto que la curva de tipos anticipa que dentro de un año las rentabilidades serán más bajas que las actuales.
Las soluciones de los 'roboadvisor'
Una tercera opción es crear una cartera que combine ambos tipos de fondos, monetarios y de renta fija a corto plazo. Esta vía es la que han explotado en los últimos meses algunos roboadvisor para atraer al ahorrador más conservador de depósitos ante la pasividad de los grandes bancos, que han preferido ofrecer sólo rentabilidad en estos productos a determinados perfiles de clientes, normalmente a los de mayor patrimonio o con más vinculación.
MyInvestor, Inbestme o Indexa Capital tienen en sus escaparates carteras de este tipo, de riesgo mínimo, por así decirlo, con rentabilidades de hasta el 3,75%. Inbestme abrió el camino, a finales del año pasado, y después lo siguió MyInvestor, que lanzó la suya en julio, e Indexa, que la inauguró en noviembre debido al deseo de sus clientes de que ofrecieran una inversión al 100%en fondos monetarios. La mayoría de ellos son particulares, explica Indexa en el blog de su web, "que quieren tener su dinero invertido con el mínimo riesgo y un pronóstico de rentabilidad en torno al 3,41 % anual [rentabilidad calculada a finales de noviembre], y empresas que quieren rentabilizar su tesorería con poco riesgo". La TIR de la cartera Ahorro de Inbestme es similar, del 3,5%, y como la de Indexa el subyacente son fondos monetarios. La de MyInvestor añade además fondos de renta fija a corto plazo y la rentabilidad esperada sube al 3,75% por una oferta promocional de la entidad (sin ella es del 3,6%).
Las letras a corto rentan más
En la última subasta de letras a un año de 2023, celebrada este martes, el Tesoro pagó un tipo de interés medio del 3,3% por el papel a un año y del 3,6% a seis meses. Es decir, que la remuneración que consigue el ahorrador al prestar el dinero menos tiempo es mayor que si lo hace a un año, en contra de toda lógica financiera. Es lo que se conoce como la inversión de la curva de tipos. Y esto mismo ocurre también con el resto de plazos inferiores al año. En las últimas colocaciones las letras a tres meses ofrecieron una rentabilidad media del 3,55% y del 3,68% a nueves meses.
Aunque ya hay otras alternativas más atractivas a las letras, después del desplome en sus rentabilidades, el inversor aún consigue un rendimiento real positivo con ellas gracias a que la inflación se ha moderado hasta el 3,2% en noviembre. Ese nivel todavía implica que tener el dinero parado salga muy caro, puesto que la inflación impacta de lleno en el poder adquisitivo. De no hacer nada con el ahorro, y dejarlo en cuenta corriente, el resultado es que podrá comprar cada vez menos con el mismo dinero. Pero el impacto de la inflación no ha sido el mismo para todos los bolsillos. Los patrimonios más altos no la han sufrido tanto porque los réditos de sus inversiones superan con creces el encarecimiento de los precios, gracias a que las subidas de tipos de los bancos centrales también han devuelto rentabilidad a activos que antes no la tenían.
Por el lado de los depósitos, sólo con las mejores ofertas se bate a la inflación, o se obtienen rentabilidades reales positivas, que al final es lo mismo. Como la gran banca no ha lanzado ofertas masivas para todos los clientes, la remuneración media del depósito se ha quedado limitada en el 2,42%, según datos del Banco de España. En el caso de las ofertas más elevadas la rentabilidad llega al 4% a doce meses, que es lo que se puede conseguir en plataformas como Raisin, que permite contratar depósitos de entidades sin presencia enEspaña, o también en la italiana BFF, que sí la tiene.
Aún así, los hogares han incrementado sus posiciones en depósitos en casi 33.000 millones desde que el euríbor se hundió a mínimos, en diciembre de 2021 -entonces la banca apenas pagaba un 0,064%-.
Su atractivo tiene fecha de caducidad
Pero la alternativa de los fondos monetarios y de renta fija a corto plazo también tendrá fecha de caducidad, que será cuando se materialicen las bajadas de tipos o incluso antes. "La tesorería está a unos niveles muy rentables, pero empezará a reducir su retorno y atractivo, probablemente en el segundo trimestre de 2024, con una reducción que será paulatina", señala Miguel Angel García, director de inversiones de Diaphanum. Es por ello que los fondos monetarios han alargado sus vencimientos para no perder atractivo a corto plazo.
Ha ocurrido de forma recurrente a la lo largo de la historia. "Aún no se sabe con exactitud con qué rapidez o cuándo bajarán los tipos, pero los bonos han registrado históricamente rentabilidades superiores al efectivo y a las inversiones similares en los años posteriores a alcanzar un máximo del tipo de los fondos de la Reserva Federal", explica Damien McCann, gestor de renta fija en Capital Group.