Bolsa, mercados y cotizaciones
La renta fija no sufre vértigo aunque los tipos de interés se acerquen al último piso
- Los analistas esperan ganancias por precio del 4,6% con el bono de EEUU en los próximos dos años
- El peligro para los bonos es Japón, ya que puede contagiar al mercado con el fin del control de la curva
Víctor Blanco Moro
Madrid ,
El consenso de analistas lleva haciendo hincapié en destacar el atractivo de la renta fija desde finales del año pasado. En un 2023 en el que la Reserva Federal y el Banco Central Europeo han subido los tipos de interés 525 y 425 puntos básicos, los bonos se han mantenido en los niveles, o muy cerca, en los que comenzaron el ejercicio, el 3,9% de rentabilidad a vencimiento para el título de deuda estadounidense a 10 años, y del 2,5% para el alemán. De este modo, en 2023 la deuda ha sido capaz de aguantar el chaparrón del incremento en el precio del dinero sin cambiar su situación fundamental, ni generar pérdidas a los inversores en lo que va de ejercicio.
Ahora que los tipos de interés parecen haber alcanzado su techo en Estados Unidos (así lo creen los mercados), y están a punto de hacerlo en la eurozona, donde sólo se espera un último aumento de tipos el próximo mes de septiembre, los inversores siguen teniendo la oportunidad de construir carteras de renta fija con rentabilidades netas positivas. Jerome Powell y Christine Lagarde han llevado el ascensor de los tipos hasta el último piso, y los bonos se han convertido en un activo que puede servir de protección en los próximos meses, ante la posibilidad de que la economía mundial sufra una recesión derivada del propio incremento de los tipos de interés.
Los expertos lo tienen claro: la renta fija mantiene su atractivo, ya que las rentabilidades a vencimiento deberían bajar desde los niveles actuales, generando subidas por precio a los inversores. Así, las ganancias que deja la renta fija en su conjunto en el año, del 2%, seguirán creciendo, si se cumplen las estimaciones de los analistas.
Las previsiones que mantiene el consenso de mercado que recoge Bloomberg son claras: para el bono alemán, se esperan ganancias por precio del 3,5% desde ahora hasta finales del año 2024. La rentabilidad a vencimiento pasará del 2,48% actual hasta el 2,08%, si se cumplen las estimaciones. Y no es la deuda soberana para la que hay mejores expectativas en este momento. Las ganancias previstas con el bono francés superan el 5,3%, desde el 3,01% de rentabilidad a vencimiento que ofrece ahora, hasta el 2,39% que esperan que se toque en el primer trimestre de 2025.
El título de deuda estadounidense, por su parte, dejará beneficios del 4,65%, desde los niveles actuales, el 3,88% de rentabilidad, hasta el 3,33% que esperan que alcance a mediados de 2025. Y para el bono español las perspectivas son ahora las más optimistas entre los principales títulos de deuda pública: se ganará un 5,6% de ahora al primer trimestre de 2025, si se cumplen las estimaciones que apuntan a una rentabilidad a vencimiento del 2,85% para entonces, desde el 3,5% actual.
Protección y rentabilidad
Para muchos analistas, la renta fija ofrece ahora una combinación atractiva entre rentabilidad y protección. Frente a otro tipo de activos, como la bolsa, o las materias primas, los bonos suelen comportarse bien en los momentos complicados para la economía, y más si se produce una ralentización, o una recesión, que termina llevando a los bancos centrales a recortar los tipos de interés. Con el precio del dinero tocando techo, tanto en Estados Unidos como en Europa, es el momento de invertir en renta fija, según los gestores encuestados por Bank of America, que en los últimos meses han sobreponderado la renta fija sobre la bolsa como no lo hacían desde el año 2009.
El éxito en la lucha contra la inflación es la clave para que la renta fija deje buenos resultados a los inversores en los próximos meses. "Consideramos que la inflación de la eurozona se encamina a unos niveles sostenibles, próximos a los observados antes de la crisis", explica Claudia Fontanive-Wyss, gestora de carteras de Vontobel.
"La combinación del retroceso de la inflación, la pausa de los bancos centrales y la ralentización del crecimiento es positiva, y respalda nuestra tesis de una economía de Ricitos de Oro, es decir, de unos buenos ingresos por carry y la posibilidad de un estrechamiento de los diferenciales en un entorno de crecimiento más débil o de contracción temporal y moderada", señala la gestora.
Después de que el año pasado se produjeran pérdidas de más del 16% en la renta fija mundial, el peor año que se recuerda para el índice Bloomberg Global Aggregate, el escenario de rentabilidades que ya ofrecían los bonos a principios del ejercicio, y que llevaron al consenso de mercado a recomendar comprar renta fija en 2023, sigue vigente. La deuda mundial deja ganancias de más del 2% por precio desde el primer día del año, algo que, sin embargo, no ha borrado la rentabilidad a vencimiento que todavía ofrecen los bonos: un 3,86% al cierre de la sesión del jueves.
La deuda soberana supera el 3,1% de rentabilidad a vencimiento, pero donde se encuentran niveles más elevados es en los títulos de deuda corporativa. En 2023 se gana un 2,9% con este título de bonos, y a pesar de estas subidas por precio, que reducen la rentabilidad a vencimiento, estos activos todavía ofrecen un 5,55%, según los datos que recoge Bloomberg.
El banco de inversión Miraltabank tiene este tipo de títulos, siempre y cuando tengan buena calificación para las agencias de rating, como su favorito para los próximos trimestres. Para el banco de inversión, la renta fija es "el mejor activo para lo que resta de año". Su director de inversiones, Ignacio Fuertes, destaca cómo "la inversión de la curva de tipos de interés marca el pinchazo de la burbuja de bonos, y permite a los inversores, por primera vez en décadas, comprar bonos corporativos de máxima calidad crediticia con descuentos en precios importantes, en algunos casos superiores al 50%", señala.
Cuidado: Japón eleva 'anclas'
La reunión del Banco de Japón del pasado viernes terminó con una conclusión que hace peligrar al mercado mundial de bonos: el organismo que preside Kazuo Ueda anunció inesperadamente que permitirá que las rentabilidades de los bonos japoneses superen el 0,5%, algo que estaba vedado hasta ahora, con las políticas de control de la curva que mantiene el organismo.
Los bonos japoneses, el ancla de los mercados al ser el título de deuda con las rentabilidades más bajas, reaccionaron con una subida inmediata de 10 puntos básicos, hasta el 0,53%. El impacto que esto puede tener en la deuda mundial es grande: los inversores japoneses tienen una presencia enorme en los mercados, ya que compran deuda internacional en grandes volúmenes. Si la deuda japonesa vuelve a ofrecer rentabilidades suficientemente atractivas como para competir con la de otros títulos, esto podría generar volatilidad en títulos como el estadounidense, o los bonos europeos.
Esto se ha repetido en el pasado en muchas ocasiones: cuando el bono japonés aumenta mucho su rentabilidad, otros títulos de deuda soberana se adaptan rápidamente a los nuevos niveles de su homólogo japonés. "Las rentabilidades más elevadas en Japón pueden tener un impacto fuerte en otros mercados de renta fija", reconoce Aninda Mitra, responsable de estrategia de inversión en Asia de BNY Mellon Investment Management.