Los fondos de renta fija, a solo 2.500 millones de pulverizar su récord de suscripciones

En solo seis meses, este tipo de productos ha captado 12.760 millones de euros, el 87% de todo el año pasado, cuando lograron un récord de suscripciones de 15.200 millones.

Los fondos de renta fija están desempeñando un papel fundamental en el crecimiento de la industria de fondos en los últimos años. La subida en los tipos de interés ha devuelto atractivo a los bonos, que ofrecen rentas de nuevo, y se han convertido en la opción preferida de los partícipes después de las fuertes pérdidas que asumieron el año pasado todos los inversores, hasta los más conservadores.

Según los datos adelantados de Inverco, los fondos de renta fija volvieron a atraer 1.140 millones de euros en junio, lo que eleva las suscripciones netas en el año hasta los 12.760 millones, a solo 2.500 millones de superar el récord de 2022, cuando atrajeron 15.200 millones.

"El perfil de las carteras de los fondos gestionados por gestoras españolas sigue siendo eminentemente conservador, probablemente porque el cliente sigue teniendo un perfil conservador", valoraba Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en un acto celebrado recientemente por elEconomista.es. "Casi el 50% de los activos está en renta fija y en renta variable solo hay un 15%. De ese 15%, solo dos puntos porcentuales son bolsa española, se invierte siete veces más en bolsa internacional", escenificaba. Ese perfil conservador explica que los fondos de renta fija lograsen suscripciones netas incluso antes de que el Banco Central Europeo (BCE) girase el timón de su política monetaria el pasado 21 de julio, a pesar de sus escasas rentabilidades. En realidad, los fondos de renta fija consiguen suscripciones netas desde 2019, de casi 47.000 millones de euros, aunque el ritmo se intensificó durante el año pasado y el actual (ver gráfico).

A pesar de que el partícipe que compra un fondo de renta fija busca seguridad, lo cierto es que en los últimos años el precio de los bonos se ha visto sometido a variaciones más propias de la bolsa, hasta el punto de que el año pasado los inversores más conservadores, que por definición no quieren riesgo, se enfrentaron a sus mayores pérdidas en décadas, del 8,81%.

Por ejemplo, desde 2019 hasta ahora, que es cuando empezó a entrar dinero a los fondos de renta fija, el precio de una cartera de bonos global cae un 5,5%, según los índices de Bloomberg y Barclays. Pero esa bajada llegó a ser aun mayor, antes de que el precio empezase a recuperarse (ver gráfico). Ahora las perspectivas para este activo son positivas, a medida que los tipos tocan techo, y los fondos de renta fija consiguen ganancias medias del 1,17% este año, según Inverco.

Gusta más la deuda pública

El apetito por la renta fija traspasa fronteras. Según Bank of America, la semana pasada los fondos de bolsa se enfrentaron a sus mayores reembolsos en 46 semanas, mientras los fondos de deuda pública encadenan 18 consecutivas de entradas.

Desde esta entidad atribuyen el éxito de estos últimos a que "las tasas libres de riesgo han vuelto a subir. Los rendimientos de los bonos a 2 años están por encima del 3,2%, lo que empuja a más inversores de renta fija a primar la calidad sobre la beta". Al mismo tiempo, los partícipes redujeron riesgo con la venta de fondos de deuda con grado de inversión, high yield y emergentes.

"Prevemos que el débil entorno económico, el elevado nivel de rendimientos y la valoración parcialmente alta lastrarán cada vez más los activos de renta fija de riesgo", apunta, en este sentido, Florian Spaete, estratega de renta fija de Generali Investments. En consecuencia, recomienda centrarse en bonos de alta calificación que puedan "resistir un entorno de mercado más difícil".