¡Las bolsas europeas y norteamericanas preparan su traca final!

Cuando a comienzos de enero el EuroStoxx 50 logró batir la zona de resistencia de los 4.000/4.050 puntos ya les advertí de que el formidable rebote que desarrollaban las bolsas europeas desde los mínimos de octubre aún podía tener un recorrido adicional del 10%, hasta el entorno de los 4.400/4.415 puntos, que es el entorno resistivo que frenó las subidas tanto en el 2021, como en el 2022 y hasta el momento este 2023 (esta semana ha vuelto a atacarlo).

Esta subida que podía restar y que finalmente ha tenido lugar la califiqué con numerosos adjetivos, como desmadre, animalada, burrada y hasta les hablé del desacato a la autoridad, que estaban teniendo las bolsas europeas versus a las norteamericanas, señalándoles que el diferencial que habían ganado las bolsas del Viejo Continente respecto a Wall Street era algo sorprendente y que, sinceramente, me parecía poco sostenible. De hecho, ya hablé en su día del desmadre a la americana que estaba por venir y que, tal y como hemos podido ver durante las últimas semanas, finalmente ha tomado cuerpo.

En estos momentos el S&P 500 ya presenta una rentabilidad anual del 15%, similar a la que tienen las principales bolsas europeas, mientras que el principal índice tecnológico, el Nasdaq 100, el que era el patito feo, obtiene una rentabilidad cercana al 40%, por si alguien tenía alguna duda de que donde manda patrón no manda marinero

Dicho esto, vamos ahora a lo que importa. Son muchos los que se preguntan si las bolsas de ambos lados del Atlántico tienen todavía recorrido a corto y la respuesta es que sí, pero entiendo que es muy limitado. Tanto el Nasdaq 100 como el Nasdaq Composite, que incluye casi todas las acciones que cotizan en la bolsa de valores Nasdaq, están a un paso de alcanzar zonas de resistencia importantísimas desde el punto de vista técnico, como son los 15.400/15.500 del Nasdaq 100 y los 13.875/14.135 del Composite.

Dichos niveles corresponden a lo que es una recuperación del 78,60% y 61,60/66% respectivamente de toda la caída desde los altos históricos que marcaron a finales de 2021. Estas resistencias teóricas están siendo alcanzadas con una sobrecompra elevadísima, algo que invita a, cuando menos, a ser prudentes ya que lo normal es que antes de ver mayores aventuras alcistas, en busca de recuperar la totalidad de esa caída, lo cual supondría asistir a alzas adicionales del 10% en el Nasdaq 100, es que asistamos a una pausa en el camino, que es la que les sugiero esperar antes de realizar nuevas compras orientadas a medio plazo. Si no hay descanso y seguimos subiendo, pues perfecto, disfrutemos de todas las compras realizadas durante los últimos meses.

Antes de esta pausa no descarto que, como traca final, asistamos a la apoteosis de ver lo que podría ser un último arreón alcista que lleve al EuroStoxx 50 a buscar el Techo de Lehman Brothers en los 4.572/4.600 puntos, que se encuentran todavía a un 5% de distancia.

Ahí hay una zona de resistencia histórica cuya ruptura permitiría ser optimistas de cara al año que viene ya que entonces se abriría la posibilidad de ver alzas en próximos meses en las bolsas europeas de un 20% adicional hacia los altos de la burbuja tecnológica del año 2000 (sin el efecto dividendos descontado en el índice ya que el EuroStoxx 50 en su versión Total Return ya hace tiempo que está en subida libre absoluta).