Bolsa, mercados y cotizaciones
García Egea: "La mayor brecha digital la tienen el regulador, el supervisor y el gobierno"
- El exdiputado Teodoro García Egea presenta su libro 'Criptoeconomía' con el que pretende dilucidar la incertidumbre en torno a un mundo disruptivo
Violeta N. Quiñonero
Desde su nacimiento, el mundo de las criptomonedas como activos de inversión ha estado sembrado de dudas y desconfianza para unos y de seguridad y oportunidad para otros. Los inversores parecen no ponerse de acuerdo sobre estas monedas digitales y los últimos escándalos como el de FTX no han ayudado a despejar los temores sobre ellas. Ahora, el ya exdiputado Teodoro García Egea regresa al terreno al que siempre perteneció, al tecnológico (es, de profesión, ingeniero de telecomunicaciones y doctor ingeniero por la Universidad Politécnica de Cartagena), a través de la publicación de su libro, Criptoeconomía, con el que busca difundir claridad y despejar las incógnitas sobre esta industria que él mismo califica como "disruptiva".
Fue en 2015, en plena elaboración de su tesis doctoral, cuando Egea llegó hasta el mundo de la industria 4.0 y hasta los conceptos de blockchain y criptoeconomía. Para él, estos dos últimos han protagonizado desde 2018 una evolución hacia la disrupción y no tanto hacia la transformación digital. "La criptoeconomía, es decir, coordinar socialmente a miles de personas en torno a una transmisión de valor global a través de la tecnología blockchain, no me pareció una transformación digital, sino más bien una disrupción similar a la de Internet. La inteligencia artificial permite hacer las cosas mejor, más rápido y de forma más eficiente. Pero Internet (o en este caso la criptoeconomía) permite cambiar todo en un negocio. Esa es la diferencia entre la disrupción y la transformación digital", explica Egea en una entrevista con elEconomista.es.
En plena brecha digital, como él califica el momento actual en relación a este fenómeno con las criptos, el cambio que produzca esta nueva forma de entender la economía será de tal calibre que hasta las bolsas terminarán por desaparecer. "Ya no tiene sentido que nadie emita acciones de su empresa en una bolsa y se limite a un mercado concreto cuando puede lanzar tokens a un mercado mundial" y apunta que "la mayor brecha digital se encuentra en el regulador, en el supervisor y en el gobierno. Los gobiernos pasaron de atacar Internet a subvencionar la compra de equipos. Eso también pasará en la criptoeconomía. Pasarán de atacarla a hacer las transacciones de valor entre países a través de esta red de pagos. Y además lo harán de forma transparente", explica el murciano.
En un mundo en el que el sistema "no es neutral" y entendiendo el dinero como el lenguaje de una comunidad, para Egea las criptomonedas se convierten en un formato de pago objetivo, especialmente en países en los que la divisa nacional es más débil. "Hay gente aquí, en España, que diría 'yo jamás cobraría en bitcoin'. Sin embargo, en Argentina, la gente prefiere cobrar en bitcoin que en pesos argentinos. Y en Zimbabue seguramente pasará lo mismo, ¿no? Por tanto, en sitios donde la moneda del estado en cuestión es muy débil, el tener una moneda con reglas objetivas en la que nadie puede ir e imprimir más moneda a placer, sino que sigue una regla deflacionaria, es una protección para el consumidor", apunta y añade que "hay que evolucionar hacia una cooperación entre el mundo cripto y el mundo regulador porque sería todo mucho más sencillo si entendiéramos que la verdadera disrupción es el intercambio de valor global".
En este intercambio de valor a nivel internacional, la confianza en el sistema jugará el papel protagonista, una confianza que para el exsecretario del Partido Popular se logrará a través del estudio profundo de la cripteconomía. "La única fórmula para entender y para dar seguridad a la gente que quiere hacer una aproximación al mundo cripto es el estudio y la comprensión de lo que realmente hay detrás. Hay que estudiar los algoritmos, el código que hay detrás de cada una de estas aplicaciones y el mecanismo por el cual se generan nuevos bitcoins, entre otros", subraya. Para Egea, el escándalo generado en el mundo cripto por la empresa estadounidense FTX y que ha puesto en entredicho la confianza en las criptos se parece más "a la quiebra de Silicon Valley Bank que a la filosofía de la red Ethereum o Bitcoin, ya que FTX tiene más que ver con la banca tradicional que con las cripto".
García Egea, que se define como "un tecnólogo que hace una aproximación sobre qué puede ocurrir", más que un inversor puro, señala que hay que estar muy pendientes de las aplicaciones que se están desarrollando en la web 3.0 -la web 2.0 intercambia información y la 3.0 valor- como Lens. La generación de apps "va a permitir pedir un préstamo en cripto sobre un día real, dar liquidez, tomar liquidez, recibir inversión global desde cualquier parte del mundo e incluso participar en un consejo de administración con personas que no conoces, pero que confían en la tecnología", explica el ingeniero. El objetivo, para Egea, es el poder desarrollar una red social sobre la blockchain con la que se conseguirá un sistema "que sea reticente a la censura, abierto, público y global".
García Egea explica que, dentro de la propia red, también llega a imperar la ideología: "hay quien dice que la red bitcoin es la ultraderecha y ethereum es la ultraizquierda. La red bitcoin es algo con unas reglas objetivas, en donde impera el mercado. Por contra, ethereum tiene otras reglas y una propia fundación, la fundación ethereum, que recibe parte de los beneficios que se van generando en la red y los reinvierte", expone el expolítico.