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El beneficio de las petroleras integradas sube un 17% a pesar del desplome del precio del crudo

  • La caída del 'Brent' afecta en mayor grado a las más expuestas a la exploración
  • Shell lanza la alarma al recortar su margen de refino para el tercer trimestre

Sergio Fernández
Madrid,

El precio del petróleo arrastra un recorte del 27% desde los máximos del año en febrero, con el inicio de la guerra en Ucrania. Y desde primeros de junio el desplome es superior al 25% por el recelo a una reducción de la demanda mundial en caso de recesión.

La OPEP+ (cártel de países productores de petróleo que cuenta con la presencia de Rusia) ha movido la primera ficha para revertir esta situación con un recorte de la producción de petróleo de 2 millones de barriles diarios a partir de este mes. No obstante, por ahora el precio del petróleo sigue por debajo de los 95 dólares por barril, en el caso del Brent, lejos de los 120 dólares que perdió en junio.

Desde entonces, las previsiones de beneficio de las petroleras se han visto alteradas con mayor impacto para las que se dedican exclusivamente (o en su mayor parte) al negocio de la exploración y producción. La estimación de beneficios brutos para 2022 de las 15 petroleras más grandes dentro de este grupo apenas han subido de media un 3%, según el consenso de mercado recogido por FactSet. Y si se hace el mismo ejercicio para las 15 petroleras integradas de mayor peso en el mercado, con su negocio repartido también en el sector del refino o transporte de combustible, las estimaciones han mejorado más de un 17%. Es decir, en cuatro meses (y a pesar del desplome del precio del crudo) las grandes integradas han incrementado en 155.000 millones de dólares el ebitda proyectado para el ejercicio de 2022.

Por un lado, las firmas de análisis mantienen casi sin cambios el beneficio bruto de explotación de las petroleras con mayor peso en el upstream. ConocoPhilips, la mayor por capitalización de mercado entre las centradas en la explotación y producción de petróleo y gas (con casi el 100% de sus ingresos provenientes de esta rama) ejemplifica lo que hace el conjunto. Al cierre de 2022 obtendrá un beneficio bruto de 37.657 millones de dólares, un 2,8% más que lo que proyectaba el mercado con el Brent por encima de los 120 dólares.

Por contra, a la segunda más grande del upstream en el mundo, EOG Resources, el consenso de mercado le ha recortado en más de un 2% su ebitda al cierre del ejercicio hasta los 15.598 millones de dólares. Tampoco se puede realizar una comparativa por latitudes dado que la mayor parte de las petroleras enfocadas en cuasi exclusividad están afincadas en Estados Unidos -aunque su negocio se reparta por todo el mundo-. Entre las más grandes fuera de Estados Unidos se sitúan las australianas Karoon Energy y Strike Energy, las cuales han visto menguar sus estimaciones de beneficio en un 12%.

El refino aúpa los resultados

Las grandes integradas sí han visto una mejora generalizada en los resultados que se esperan de ellas al cierre del ejercicio. Un cambio significativo que también se ha visto en el precio de las acciones de estas compañías dado que sus títulos "a menudo se ven afectados por la caída de los precios del petróleo, ya que la menor demanda de productos derivados del petróleo es uno de los factores que pueden afectar los precios del crudo", según Freedon Finance.

De nuevo, las norteamericanas son las que más han visto cómo se incrementa su ebitda esperado según avanzaba el año dado que un Brent por encima de los 90 dólares sigue dejando un margen de refino elevado. Como ejemplo, Exxon Mobil -con un 10% de los ingresos en 2021 provenientes del upstream- ha mejorado su previsión de beneficios en 2022 un 30% desde junio según el consenso.

En Europa los porcentajes son más modestos, con una mejora cercano al 15% de media para las previsiones de ebitda esperadas para este ejercicio. Unos beneficios brutos que no volverán a verse el año que viene dado que las previsiones del mercado apuntan a que el precio del crudo tenderá a la baja. Ya en el tercer trimestre de este año Shell estima una caída de más de 1.000 millones de ebitda respecto al segundo cuarto de 2022 por la caída de su margen de refino de 28 dólares por barril a los 15 que barajan a precios actuales.