Bolsa, mercados y cotizaciones

Las compañías que el capital riesgo puede llevarse a la 'cazuela' en 2022

  • En Grifols hay rumores de los primeros contactos
Foto: Dreamstime

Carlos Simón García
Madrid,

Entre los meses de febrero y junio es momento de sacar del armario la caracolera, salir al campo y coger los ejemplares más jugosos. Tras las lluvias típicas de primavera es más fácil encontrarlos, aunque estos se esconden para no ser cazados. Este inicio de año también ha sido lluvioso en el mercado de renta variable español, con compañías muy penalizadas por distintos factores como el inicio del tapering por parte de los bancos centrales y, sobre todo, por la explosión que están protagonizando los precios, que están poniendo en duda cualquier estimación de beneficios y márgenes hecha hasta la fecha. Y los fondos de capital riesgo lo saben.

Hay muchas compañías que por unos motivos u otros pueden ser objetivo de estos fondos oportunistas, que tienden a buscar valores baratos con negocios estables y consolidados con un valor intrínseco que el mercado no está reconociendo en un momento dado, como el actual. De cara al inversor, puede ser una buena opción anticiparse a estos movimientos que son una clara señal alcista para estos valores pero, ¿cómo identificarlos?

Los caracoles de la bolsa tienen algunas características comunes. En primer lugar, suelen ser empresas con tamaños moderados, de forma que se pueda tomar una participación importante por una cantidad de dinero no muy alta. Asimismo, son negocios estables y con una rentabilidad recurrente. Además, suelen ser sujetos que han sido penalizados injustificadamente en bolsa, por lo que ofrecen altos potenciales y grandes descuentos por multiplicadores. Por último, hay un factor que solo tienen algunas compañías y es que tengan un gran accionista que quiera disminuir y salir completamente del capital.

Entre los valores que este año más han visto caer su precio en el parqué está Gestamp. Sus títulos ceden más de un 30% desde que comenzó el curso. El capital está controlado por los Riberas, que a través de su holding familiar poseen el 22% mientras que el 51% no flota en el mercado. El propio Francisco Riberas, en una entrevista a este medio, reconoció que incluso han llegado a plantearse comprar el 27% restante y excluirla de bolsa. Pese a que no está pasando por su mejor momento por el aumento de los costes de las materias primas y la energía, han mantenido sus objetivos a medio plazo. Gestamp también aparece entre las que cotizan a un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) más bajo dentro de la bolsa española, con 7,6 veces de cara a sus resultados de 2022 y entre las que los analistas ven un mayor potencial alcista para los próximos 12 meses, con un 65%.

Un caso parecido es el de Fluidra, que ha sufrido un desplome de sus acciones del 27% este curso que la hace cotizar con un descuento frente a 2019 de más del 70% por PER. El fabricante de piscinas, además, acaba de recuperar la recomendación de compra por parte del consenso de analistas que recoge FactSet después de que haya mantenido intactos sus objetivos y elevado su dividendo para este año. Además, se da la circunstancia de que su mayor accionista, Rhône Capital, lleva tiempo saliendo poco a poco del capital, pero todavía tiene más de un 11% que podría colocar a otro fondo de inversión privado.

Acerinox es otro caso paradigmático, porque aunque debería haber resultado ganadora de este entorno de precios altos de las materias primas, el mercado no se lo está reconociendo y cae casi un 15% este año, lo que la deja cotizando a un irrisorio PER 4, el segundo menor de toda la bolsa española solo por detrás de ArcelorMittal, la cual está fuera del alcance, por su tamaño, de las caracoleras de los fondos de inversión. La acerera ofrece casi un 70% de potencial, según los analistas, y recibe la mejor recomendación de todo el Ibex 35.

También cotiza barata, a un PER de solo 7,5 veces, Catalana Occidente. Un negocio que siempre ha recibido muy buenas recomendaciones por parte de los expertos y que ahora en un contexto de subida de tipos podría resultar beneficiado. Su principal accionista es la familia Serra, con más de un 60%.

Mientras esta familia no ha manifestado su voluntad de elevar la liquidez de la compañía, los López-Belmonte sí lo han hecho con respecto a Rovi, en la que tienen un 55% (aunque ya han logrado su objetivo de entrar al Ibex). La farmacéutica cotiza actualmente con un descuento de casi el 80% con respecto a cómo lo hacía en 2019, antes de la pandemia.

Posibles contactos

Algunas compañías incluso ya han tenido, o han insinuado, algunos contactos directos con el capital riesgo. Un ejemplo es Ence, que en noviembre de 2020 vendió ya un 49% de su filial energética a Ancala Partners y que ahora no sería descabellado pensar en alguna otra operación del estilo. También Logista, cuyo CEO Íñigo Meirás, en una entrevista a este medio, no pudo negar no haber habido contactos con los fondos privados, en un momento en el que el mercado no estaba reconociendo el valor de la empresa que dirige, a la que los analistas le dan un potencial de casi el 50%. En el caso de Grifols, que también cotiza barata y con un potencial del 50%, también ha habido fuertes rumores en las últimas semanas de que iba a recibir una oferta del capital privado, aunque de momento solo se ha quedado en eso. Para Gabriel Escarrer, CEO de Meliá, no tendría sentido vender una parte de la participación mayoritaria de la familia para mantenerse en el Ibex pero sí "si es para hacer un proyecto hiperestratégico que aporte valor". Otras compañías elegibles serían Prosegur, por su negocio, tipo de accionariado y precio y Sacyr, por pertenecer a un sector en el que el capital riesgo ha sido especialmente activo, como son las concesiones.