Bolsa, mercados y cotizaciones

Los bancos centrales vuelven a escena con la Fed como protagonista

  • La Reserva Federal de Estados Unidos se encamina a su primera subida de tipos la semana que viene para contener el auge de los precios

Sergio Fernández
Madrid,

Para los que hayan estado despistados, hay una guerra en marcha que ha desbaratado todos los planes proyectados al arranque del año por los bancos centrales para contener la inflación, en máximos históricos en la mayoría de los países. No obstante, mientras que el Banco Central Europeo se ha limitado a recortar su calendario de compra de deuda en la eurozona hasta junio "si los datos acompañan", según la propia Lagarde, al otro lado del Atlántico ya se avecina una subida de tipos.

Ya sonaba como probable desde primeros de 2022 que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) realizaría en marzo su primera subida y con los últimos datos de inflación en el país en el 7,9% -el más alto en 40 años-, es más que probable que al término de la reunión del próximo miércoles Powell arranque la primera de varias en Estados Unidos, por primera vez desde 2018.

No obstante, el consenso de mercado recogido por Bloomberg estima que el 16 de marzo se alcanzará el 0,5%. Es decir, que la subida de tipos sería de 25 puntos básicos mostrando cierta prudencia al desarrollo del conflicto en Ucrania y a cómo afectarán las sanciones impuestas a Rusia sobre la economía estadounidense. Por otra parte, y aunque la guerra obliga a Powell a ser más cauto en sus movimientos no se descarta que la Reserva Federal realice un incremento más agresivo, de 50 puntos básicos, en futuras citas mientras que cinco sigue siendo el número de cambios que se esperan en la política monetaria de Estados Unidos.

Desde el departamento de análisis de abdrn estiman que la Fed subirá los tipos un 0,25% en cada reunión de este año, "lo que supondrá un endurecimiento total del 1,75% aunque no se pueden descartar movimientos mayores". Para el economista Christian Scherrmann de DWS, "el objetivo principal de los bancos centrales debe ser controlar las expectativas de inflación, lo que depende de que los bancos centrales conserven la confianza de los ciudadanos en que aplicarán las políticas necesarias para estabilizar los precios", según su punto de vista por lo que la cita del miércoles será más una prueba de credibilidad para Powell, según Scherrmann.

Desde luego la lectura que haga la economía del país -así como los mercados- de la hoja de ruta de la Fed es clave, dado que lo idílico sería frenar los precios sin afectar a la recuperación. La propia secretaria del Tesoro en EEUU, Janet Yellen, estimó oportuno considerar el pasado jueves que la respuesta del país a la política monetaria de la Reserva Federal sería "un aterrizaje suave" y no una recesión.

Más allá de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) también se reúne la semana que viene para tomar su propia decisión en cuanto a los tipos de interés en el país. La institución británica ya arrancó su subida en diciembre del año pasado mientras que desde la firma Monex Europe vaticinan que "aunque el BoE seguirá con la idea de subir 25 puntos básicos en la reunión de la próxima semana, creemos que desechará cualquier previsión sobre el endurecimiento futuro dado el nivel actual de incertidumbre". Por otra parte, el Banco de Japón se reunirá al cierre de la semana que viene aunque no se esperan movimientos por su parte dado que la política monetaria del país seguirá una guía más moderada, según Bloomberg.

Balance de guerra

A partir del lunes que viene tendrán lugar otros eventos macroeconómicos de importancia que permitirán conocer con mayor detalle el impacto de la guerra de Ucrania, las sanciones impuestas a Rusia y las consecuencias de las mismas para Europa y Estados Unidos, entre otros. De hecho, el Eurogrupo tiene prevista una reunión el próximo lunes en el que se pueden decidir nuevas sanciones al gigante ruso para asfixiar la economía del país y obligar a Putin a que cese el fuego y se siente a negociar.

Por otra parte, los precios siguen subiendo y, aunque el petróleo ha dado cierta tregua en los últimos pasos de esta semana que termina, el riesgo a una escalada del precio del crudo no se ha disipado. En este contexto Estado Unidos publicará sus niveles de inventario de petróleo que en el último recuento de barriles ya se computó una reducción de 1,86 millones de unidades de sus reservas como medida de emergencia tras el estallido de la guerra. Del mismo modo, la semana ha finalizado con la cotización del níquel, materia prima clave para aleaciones, suspendida y la Bolsa de Londres aún no anunció su reanudación.