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Niegan la incapacidad permanente a una administrativa con problemas de salud mental y la Justicia se la reconoce ya fallecida

Juzgado | Foto: iStock

elEconomista.es

El proceso para solicitar una incapacidad permanente a veces puede alargarse demasiado por la negativa de la Seguridad Social a concederla. Entre los principales motivos que empujan al organismo a denegarla encontramos que pueden considerar que la lesión o enfermedad que padece el trabajador no le limita lo suficiente en el ejercicio de su profesión como para pasar a cobrar una prestación por incapacidad, decisiones que muchas veces son revocadas en los juzgados, casi siempre tarde.

Un caso reciente es el de una administrativa con problemas de salud mental a la que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) rechazó otorgar la incapacidad permanente por no ser su dolencia "lo suficientemente grave". Tras una batalla legal la justicia le dio la razón y le reconoció la incapacidad, pero la mujer lamentablemente ya había fallecido, por lo que no podría beneficiarse de ella.

Intentó quitarse la vida en 2023

Así lo ha contado el equipo de profesionales de Campany Abogados: "Trabajó durante toda su vida hasta que desarrolló un cuadro de ansiedad y depresión con crisis de angustia severas". A pesar de que la mujer contaba con "múltiples informes médicos" de especialistas en salud mental, que vivía en una situación que "le llevó a intentar quitarse la vida en varias ocasiones en 2023" y que contaba con un tratamiento específico desde 2019, nada sirvió para que la Seguridad Social le reconociera la incapacidad permanente.

El INSS rechazó concedérsela en múltiples ocasiones al considerar que, a pesar del diagnóstico y los intentos de suicido, "no era lo suficientemente grave", algo que suele suceder con las patologías mentales. En este sentido, el organismo suele defenderse diciendo que este tipo de enfermedades son extremadamente subjetivas. Muchas veces los evaluadores entienden que el paciente puede estar exagerando las limitaciones o secuelas derivadas de su afección para conseguir la incapacidad.

El letrado de Campany Abogados que llevó el caso aclara que el juicio sufrió un retraso por una suspensión y que, cuando pudo celebrarse, ya había fallecido. "Una vez pudimos celebrar el juicio se le reconoció el derecho a cobrar una incapacidad permanente", afirma. Por su parte, el abogado también añade que "el marido de esta mujer optó por continuar con la batalla judicial para hacer justicia. Y es que a su esposa le correspondía haber cobrado una incapacidad permanente".

La singularidad de este caso a nivel técnico y jurídico significa que, como la persona ya ha fallecido, no puede dar lugar al nacimiento del derecho de pensión. "Sin embargo, su heredero puede cobrar los atrasos con efectos retroactivos que haya generado la prestación".

Salud mental y Seguridad Social

Por desgracia, este no es el primer caso en el que la Seguridad Social deniega la incapacidad permanente a una persona con problemas de salud mental, varios bufetes de abogados especialistas están denunciando que se suelen denegar la mayoría de estas solicitudes.

Desde Fidelitis denuncian que el INSS se escuda en las propias características de esas patologías, sus aspectos subjetivos y por que suelen actuar por brotes en algunos casos, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.

"Lo que evalúan son las fases en las que el trabajador se encuentra bien y las fases en las que está regular, pues se otorga una baja médica sin más al trabajador". Con todo, insisten en iniciar un procedimiento judicial si el INSS continúa denegando la incapacidad por la vía administrativa.