Johann Plé (Axa IM): "Un primer bono verde del Tesoro de EEUU podría alcanzar fácilmente los 30.000 millones de euros"
- Es gestor del fondo 'AXA WF Global Green Bonds'
- Ve un "enorme potencial" para estos activos en el cliente minorista
- Considera la deuda verde "una fuente de mejor 'performance' a largo plazo"
María Domínguez
En lo que llevamos de año, de acuerdo con los datos de la Climate Bonds Initiative (CBI) se han emitido cerca de 182.000 millones de dólares en bonos verdes a nivel global, el 61% de lo colocado en todo 2020. Nuevos emisores siguen llegando a este mercado, para el que Johann Plé, gestor del fondo AXA WF Global Green Bonds y experto de la gestora en el tema, pronostica un fuerte crecimiento. El 85% de los fondos de Axa IM son artículo 8 (es decir, que "promueven características medioambientales y sociales", según el Reglamento europeo de Divulgación), y otro 5% corresponde al artículo 9, la máxima pureza en sostenibilidad. Más noticias sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
¿Qué motivos tienen los inversores para tener bonos verdes en cartera pese a que suelen ofrecer rentabilidades a vencimiento más bajas que los tradicionales?
Pienso que el primero son sus ganas de contribuir a alcanzar una economía baja en emisiones. Dicho esto, a largo plazo investir en bonos verdes reduce el riesgo ligado al cambio climático, que tiene un potencial coste económico. Además, quien invierte en este activo está mejor posicionado de cara a potenciales oportunidades: a una demanda adicional de renovables, de soluciones de eficiencia energética... de modo que es una fuente de mejor performance a largo plazo. Así que, pese a que a corto plazo tengas que renunciar a unos pocos puntos básicos, en el largo te beneficiarás de un mejor comportamiento. No creemos que esa greenium [la prima verde que pagan los inversores por estos activos] vaya a ser algo importante; es una cuestión de 2 o 3 puntos básicos, y es ocasional.
Como gestor, ¿suele mantenerse en el bono hasta el vencimiento?
No seguimos una estrategia de buy and hold, como puede ocurrir con una estrategia convencional, porque, aunque nos gusta acompañar al proyecto en el que invertimos, también tenemos en mente que queremos conseguir un retorno financiero.
¿Cómo espera que crezca el tamaño del mercado global de bonos verdes?
El universo que consideramos invertible alcanzaba los 800.000 millones de dólares a finales de abril. Esto implica que detrás de cada bono hay un inversor. Desde 2015, cuando este mercado ascendía a solo 50.000 millones de dólares, hemos alcanzando esos 800.000, es muy significativo. Muchas nuevas compañías están emitiendo bonos verdes, y tenemos razones para ser bastante optimistas en lo relativo al crecimiento que experimentará este mercado. Para alcanzar lo establecido en el Acuerdo de París, en términos de inversión lo que hay es todavía una gota de agua en el océano. Lo positivo es que observamos una diversificación sectorial: ya no son solo bancos y utilities los que emiten este tipo de de deuda, sino también compañías de bienes de consumo, automoción, real estate, telecos...
"Los bonos verdes representan más del 6% del mercado de crédito en Europa, mientras que en EEUU están todavía por debajo del 1%"
¿Cuándo se equipararán oferta y demanda?
Es muy difícil saberlo. El año pasado, las emisiones alcanzaron los 200.000 millones [sin contar la deuda titulizada], y en 2021 en solo cuatro meses habíamos hecho ya 130.000 millones. Cada año, la oferta supera la del anterior, pero por ahora estamos en una dinámica en la que con la oferta ocurre lo mismo. Ésta no solo procede de los inversores institucionales; también está ahí todo el segmento del retail, inversores individuales a los que progresivamente se les ofrecerán estas estrategias. Creo que a este tipo de inversores les gusta el ESG, y que en este segmento hay un enorme potencial. En cualquier caso, llevará mucho tiempo que oferta y demanda se equilibren.
Cada vez vemos más colocaciones de 'deuda basura' climática. ¿Espera que este tipo de emisiones aumenten?
Debemos tener en mente que emitir un bono verde tiene una serie de costes asociados: debes construir tu marco, crear unos comités para elegir el proyecto, y luego generar un informe de impacto. Si pones el coste de todo esto en la escala de una gran empresa grado de inversión, es aceptable, pero para una high yield es distinto, tienes que pensártelo dos veces. Para una empresa que vaya a emitir muchos bonos verdes, es una inversión a la que sacará partido, pero las necesidades de financiación de una high yield son inferiores, y le llevará más tiempo amortizar ese coste. Aún así, es cierto q hemos visto buenas dinámicas, de emisores por debajo del grado de inversión, hacia este mercado, y creo que iremos viendo más colocaciones, al igual que las iremos viendo por parte de los emergentes.
¿Cómo espera que crezcan el mercado europeo de deuda y el estadounidenses?
Creemos que la elección de Biden y su compromiso de reducir a la mitad el objetivo de emisiones de EEUU acelerará este mercado en EEUU. También es una cuestión de escalas. El mercado de crédito europeo supone solo un tercio del estadounidense. Y los bonos verdes representan actualmente más del 6% del mercado europeo de crédito, mientras que en EEUU están todavía por debajo del 1%. Así que tienes un potencial de catch up entre EEUU y Europa que supondría ganar un enorme tamaño para el mercado de bonos verdes simplemente si éstos arañasen un 1% o un 2% adicional, en términos de cuota, dentro del mercado estadounidense de crédito. Ese compromiso de la Administración Biden se traducirá en nuevas emisiones verdes corporativas. Ahora bien ¿debemos esperar un bono verde del Tesoro de EEUU? Podría pasar.
¿Pero podríamos verlo pronto?
No, no será pronto. A los gobiernos les lleva tiempo crear el marco de emisión, preparar la colocación. Por el de Italia hemos esperado casi 3 años, y seguimos esperando por España. Creo que una vez que EEUU empiece a hablar de un bono verde soberano, podría emitirlo en los dos años siguientes. Llevará tiempo. Lo que esperamos es que el mercado de bonos verdes llegue a reflejar lo que ya tenemos en el mercado convencional, y que contemos con los mismos emisores en ambos segmentos.
¿Cómo de grande podría ser esa primera emisión soberana de EEUU?
Podría empezar fácilmente por el nivel que en Francia hemos alcanzado a través de sucesivas emisiones, unos 20.000 o 30.000 millones de euros. Esa cantidad sería hasta pequeña para el Tesoro de Estados Unidos, pero muy grande en términos de proyectos... y un trabajo duro para ellos.