Internacional

A la octava ¿va la vencida? El 'brexitero' Nigel Farage puede ganar su primer escaño gracias a una multa de tráfico

  • Se vota reemplazar a una diputada cazada saltándose el límite de velocidad
  • Los laboristas tienen otro escándalo y los pro-europeos van divididos
Mike Greene y Nigel Farage, candidato y líder del Partido del Brexit. <i>Foto: Reuters</i>.

Víctor Ventura

Ni una, ni dos, ni tres. Han sido ocho ciclos electorales en los que Nigel Farage, el hombre que impulsaba el Brexit cuando la UE apenas acababa de nacer, famoso por beber litros de cerveza durante sus campañas, ha intentado ganar un escaño en Westminster. Ocho intentos y ocho fracasos: sus únicos dos diputados fueron tránsfugas 'tories'. Pero este jueves, por fin, parece tocar el triunfo. Una multa de tráfico ha dejado vacante un escaño en una circunscripción euroescéptica, y su nuevo Partido del Brexit roza con los dedos lo que nunca tuvo cuando dirigía el UKIP: un diputado electo.

Peterborough, un distrito electoral de Cambridgeshire, en el este de Inglaterra, es el ejemplo más claro de 'circunscripción veleta', cambiando de manos entre laboristas y 'tories' según cómo soplara el viento a nivel nacional desde hace un siglo. Pero la descomposición de ambos partidos, segundo y cuarto respectivamente en los resultados locales de las elecciones al Parlamento Europeo de hace dos semanas, ha abierto la puerta a otros partidos. Como, por ejemplo, el Partido del Brexit, de Farage, que obtuvo allí el 38% de los votos.

Y la primera oportunidad de hacer valer su apoyo no se ha hecho esperar. Y todo gracias a una multa de tráfico. En 2017, un mes después de ganar las elecciones en este disputado distrito por apenas 600 votos, la flamante diputada laborista Fiona Onasanya fue cazada superando el límite de velocidad. Su excusa fue culpar al inquilino que residía en la casa que alquilaba, alegando que había cogido prestado su coche. Solo había un problema: el inquilino, de nacionalidad rusa, se encontraba de viaje en su país natal en ese momento. Este pequeño detalle hizo dudar al tribunal de que, efectivamente, hubiera sido él el culpable.

Así, Onasanya se encontró no solo acusada de superar los límites de velocidad, sino también de obstrucción a la justicia. Su hermano acabó responsabilizándose de la multa, pero ella fue condenada a tres meses de cárcel por mentir. Su partido la expulsó en 2018 y el Parlamento inició este año los trámites para retirarle su acta, para lo que necesitaban las firmas de al menos un 10% de los habitantes de la circunscripción. Un 27% firmó. Y el 1 de mayo se hizo oficial: el escaño quedaba vacante y había que buscar un sustituto.

Las estrellas se alinean

La concatenación de circunstancias no podía haber sido mejor para Farage. Si hubiera sido cesada el año pasado, su nuevo partido no habría existido aún. Si las firmas hubieran llegado un mes antes, la votación se habría celebrado sin conocer la demostración de fuerza del Partido del Brexit en las europeas. Y si los laboristas no estuvieran pasando una crisis interna, perdiendo votos proeuropeos a marchas forzadas, serían los favoritos para acabar como los más votados de nuevo. Pero todo le ha salido bien al 'padre del Brexit'.

Su candidato es Mike Greene, un empresario local famoso por haber participado en un 'reality', que se ha alejado de las políticas de derecha populista que marcaron al antiguo partido de Farage, el UKIP, hasta el punto de hablar a favor de la inmigración. Enfrente, los laboristas han elegido a una candidata, Lisa Forbes, acusada de antisemitismo, mientras que los partidos anti-Brexit no lograron ponerse de acuerdo para presentar un candidato conjunto. Y en un sistema electoral que premia solo al candidato más votado, esa división puede ser letal para todos ellos. ¿Y qué pasa con los 'tories'? Presentan candidato, pero nadie da un duro por ellos.

Una victoria de Farage, la primera en sus 25 años de carrera, sacudiría al panorama político y podría empujar a los candidatos que se presentan a las primarias del Partido Conservador a inclinarse hacia el Brexit más duro para tapar su hemorragia. Pero el líder populista se acaricia las manos pensando en las próximas elecciones generales, que pueden celebrarse más pronto que tarde. Las encuestas le dan ya cerca del 20% de intención de voto y en una ya se sitúa primero, en un empate técnico a cuatro. Una victoria esta noche puede lanzar a su partido a una velocidad nunca vista antes y darle, por fin, lo que siempre ha querido: un portavoz propio, suyo, en Westminster. Valiosísimo de cara a unos meses que se esperan muy movidos.