El polémico y millonario fichaje de David Broncano por TVE provocará un enfrentamiento de alto voltaje en una de las franjas más importantes de la televisión, el access prime time (de 22.00 a 23.00). A partir de septiembre, el showman competirá desde La 1 contra Pablo Motos, líder absoluto con El Hormiguero (Antena 3), el programa más visto de la televisión.
El reto de Broncano, por lo tanto, no es cualquier cosa. Hay que recordar que El Hormiguero ha dejado muchos cadáveres por el camino en los últimos años, puesto todos los programas que han intentado enfrentarse a él, han fracasado. Allá tú o Cuentos Chinos son algunos de los ejemplos más recientes. TVE también lo ha intentado con Hora Punta (Javier Cárdenas), Lo siguiente (Raquel Sánchez Silva), TVEmos, Mapi... Tan solo han conseguido hacerse un hueco First Dates y El Intermedio, que logran unos excelentes datos para Cuatro y La Sexta, respectivamente, aunque no son competencia para Pablo Motos, que juega en otra liga. Una a la que nadie ha conseguido acceder. Al menos de momento.
Broncano, que terminará su andadura en Movistar Plus+ en junio, tiene por delante un contrato de dos años -14 millones de euros por temporada- en los que deberá transformar la bajísima audiencia que actualmente consigue en la televisión de pago, un 0,1% de share y unos 10.000 espectadores en su emisión lineal (sin contar el servicio bajo demanda), en unos datos competitivos si quiere mirar cara a cara a los 2 millones de media que logra El Hormiguero (más de 4,5 millones de espectadores únicos cada día).
Tendrá tiempo, porque el contrato blindado con el que llega a RTVE impide que la cadena cancele su programa durante la primera temporada. Sí podrá hacerlo en la segunda en caso de que durante cuatro meses no alcance un 7,5%, un share de corte muy bajo que es inferior a la media de La 1 (9,2% en marzo). Si la Corporación decide mover el programa al late night, el listón no será mucho mayor (8%).
¿Quién ganará el cara a cara entre Pablo Motos y David Broncano?
Como hemos explicado, Broncano tendrá que moderar sus contenidos -difícil hablar de sexo y dinero en TVE, mucho menos hacer chistes sobre drogas- y buscar un público amplio y transversal para adaptar La Resistencia -el nombre será otro, porque los derechos son de Movistar- a un canal generalista, en abierto y, sobre todo, público. Si no es capaz de convocar a una audiencia amplia y familiar, como hace El Hormiguero, no saldrá vivo de esa batalla y no podrá debilitar a Pablo Motos, que es el objetivo último de un fichaje promovido desde Moncloa para erosionar al presentador más crítico con Pedro Sánchez.
¿Quién ganará ese cara a cara entre Broncano y Motos? ¿Cuántos espectadores dejarán de ver El Hormiguero para pasarse a la nueva Resistencia? ¿Conseguirá La 1 atraer a un público joven, seguidor de Broncano, sin expulsar a la audiencia senior que apuntala sus datos? Y tú, ¿a quién vas a ver?
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