Gente

Isabel Gemio se sincera con Beatriz Cortázar: "Lo más necesario son los gastos de mi hijo mayor, que tiene tres cuidadores"

Ocho años han pasado desde que Isabel Gemio (Alburquerque, Badajoz, 5 de enero de 1961) dejó de poner su voz ante el micrófono y de congraciarse con ese público que durante todo este tiempo le decía que la echaba de menos. Esta semana, el lunes día 1 de septiembre, hacía borrón y cuenta nueva a ese período para colocarse al frente del programa El último tren, en las madrugadas de Radio Nacional de España, donde da voz y nombre a los testimonios que comparte a diario en horario de madrugada, ese tiempo donde los silencios son más claros y los relatos más íntimos. Confesiones mientras la mayoría duerme e historias que la radio siempre ha sabido manejar mejor que cualquier otro medio por mucho testimonio que hoy veamos en las televisiones.

Lo de la voz y el estudio a media luz es un cóctel que logra la magia. Y sin necesidad del foco que tantas veces distorsiona el sentido de las cosas. De esto y más hablamos con una Isabel que no es que esté feliz, es que está súper feliz, y convencida de que este curso que acaba de empezar le va a dar muchas satisfacciones y más tras respirar tranquila una vez su hijo Gustavo, que padece una enfermedad rara, ha superado su último ingreso hospitalario que le hizo vivir un verano entre médicos y enfermeras. En su primera semana ha hablado, cómo no, del Dúo Dinámico, ha mirado a Venecia de la mano de Manuel Vilas, ha homenajeado a Serrat o a Jesús Quintero y ha charlado con el actor Pedro Casablanc, que protagoniza junto a Ester Expósito El Talento, uno de los estrenos de esta semana.

En diciembre hará ocho años que dejó la radio. Y aquí está de nuevo con El último tren.

Ha sido un reencuentro estimulante que me ha hecho muy feliz porque es volver a una casa que conozco muy bien (RNE) donde tengo muchos recuerdos y buenísimos momentos vividos. Piensa que a los veintipocos años comencé en esta casa con Los sabios y luego La tarde. Me he vuelto a subir al tren de la radio con El último tren y ha sido todo muy emocionante.

¿Tenía miedo de pensar que nadie iba a ofrecerle esta vuelta? ¿Realmente la radio es lo que más le gusta de todo lo que hace?

Siempre que me dan a elegir entre la radio o la televisión mi respuesta es la radio porque es más personal. En la televisión eres una pieza de un puzzle donde hay demasiada gente y mucho foco mientras que en la radio, y en horario de noche, puedo crear una atmósfera diferente y lograr cosas que me parecen muy importantes, como es cuidar la música, decir cosas, dar mensajes, escuchar con tranquilidad y sosiego donde importa más la reflexión que la opinión… Soy muy feliz de poder hacerlo.

"Mi primera frase ante el micro fue decir: "Te habla la chica de la radio 40 años después"

Es gratificante que en tiempos de tanta competencia se acuerden de una.

Reconozco que me daba vértigo porque han pasado ocho años y hay nuevas voces y nombres diferentes y la gente se podría olvidar. Te diré que estoy recibiendo tantas llamadas y mensajes de personas que me dicen que me echaban de menos... algo que me ocurría en la calle o por las redes y confieso que esas palabras son las que me han dado esperanza y mantenido la ilusión. Es verdad que empezaba a pensar que igual había pasado mi tiempo de una carrera que ha sido maravillosa pero la realidad es que estoy aquí y como quien dice volviendo a empezar. Mi primera frase ante el micro fue decir: "Te habla la chica de la radio 40 años después".

No ha estado en antena pero no ha parado. Abrió un canal de YouTube, creo nuevos proyectos con la Fundación Isabel Gemio para la investigación de enfermedades raras…

La vida no se detiene nunca, los trenes sí. Por eso hay que seguir viviéndola, para exprimirla al máximo y te aseguro que yo la he vivido intensamente. No ha sido fácil adaptarme a estar fuera de mi trabajo y la verdad es que me costó muchísimo esta situación pero a la vez soy una mujer que me gusta vivir y aprovechar al máximo el tiempo por eso no he dejado de idear proyectos. No sé hacer otra cosa. No he puesto restaurantes ni invertido en negocios. Piensa que desde los 16 años es lo único que he hecho y no sé hacer nada más que mi profesión. Lo echaba de menos y lo necesitaba mentalmente. Sobre todo sentirme útil.

"Cada vez necesito menos cosas en mi vida. Me compro menos ropa, no quiero otra casa, ni otro coche alquilado por renting. Lo más necesario son los gastos de mi hijo mayor, que tiene tres cuidadores"

¿Económicamente también era una necesidad o ya tiene la vida resuelta?

En ese terreno he sido una mujer muy sensata. La televisión me ha hecho ganar mucho dinero y como no he sido de hacer locuras podría vivir tranquila pero sin tirar la casa por la ventana. Te aseguro que cada vez necesito menos cosas en mi vida. Me compro menos ropa, no quiero otra casa, ni otro coche alquilado por renting. Lo más necesario son los gastos de mi hijo mayor, que tiene tres cuidadores, pero por lo demás no hay nada especial sino todo muy normal. Insisto que mi necesidad de trabajar era más porque mi cabeza no entendía estar quieta o creer que con la vitalidad y energía que todavía tengo estaba sin trabajo. ¿Por qué no puedo trabajar si creo que puedo aportar mucho y además con los resultados que siempre he tenido?

El verano también ha tenido un susto con la hospitalización de su hijo Gustavo.

Lo habitual en el proceso complicado de la enfermedad de mi hijo. Ha sido un susto más que gracias a dios ha superado con una energía siempre admirable.

¿Y usted también lo supera?

Cuando lo veo bien claro que lo supero. Mi hijo es más fuerte que una roca. Es el que siempre tira para adelante porque desea salir del hospital y se pone feliz cuando lo consigue. Con todo te digo que ha sido un buen arranque de temporada y con muchísima ilusión, que es algo que ni se compra ni se vende. La ilusión da salud física y mental.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky