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Terelu Campos admite que siente vergüenza por haber trabajado con gente como María Patiño o Belén Esteban

El regreso televisivo de Terelu Campos tras su paso por Supervivientes no ha sido precisamente un remanso de paz. Lejos de encontrarse con una televisión más sosegada, la primogénita de María Teresa Campos ha tenido que hacer frente a un vendaval emocional con nombre propio: Belén Rodríguez, antigua amiga y ahora firme detractora, que no ha escatimado en críticas durante su reciente aparición en el programa ¡De viernes!.

En dicho espacio, Rodríguez recordó con evidente dolor el episodio que marcó su abrupta salida de Sálvame, programa del que fue colaboradora habitual. Según su versión, Terelu fue una pieza clave en lo que ella considera una auténtica emboscada mediática. "Me destrozaron la vida. Fue el episodio más desagradable que he vivido. Terelu estaba en cabeza y fue cómplice al vulnerar mi intimidad", afirmó visiblemente afectada.

La situación no tardó en volverse incómoda cuando Terelu, presente en plató, tuvo que escuchar en directo las duras acusaciones. Lejos de esquivar la responsabilidad, la presentadora y colaboradora televisiva optó por una confesión tan inesperada como sincera: "No me siento orgullosa de lo que hice. Formaba parte de un programa con una dinámica muy concreta… Y es verdad, no dije que no. Hice lo que la dirección del programa me indicó", afirmó, dejando claro que la presión profesional le llevó a cruzar límites personales.

Pero su reflexión no se detuvo ahí. En un momento de aparente catarsis televisiva, Terelu fue aún más lejos: "No me gustó desde el primer momento. Es de las cosas que más vergüenza me han dado en toda mi carrera. Me arrepiento profundamente." Y aunque no nombró directamente a Sálvame —ese ya extinto universo televisivo de excesos, exclusivas a gritos y traiciones guionizadas—, su discurso fue una enmienda a todo lo que representó aquella etapa junto a María Patiño, Belén Esteban, Kiko Hernández o Kiko Matamoros, ahora en otra cadena. Pero Terelu también coincidió en aquel programa del que no se siente orgullosa con Jorge Javier Vázquez, que hoy es aún compañero suyo en Mediaset.

No contenta con asumir su parte en el conflicto con Rodríguez, Terelu deslizó una crítica velada —aunque punzante— hacia el tipo de televisión del que formó parte y con quienes la compartió. "Hay compañeros con los que, viéndolo en perspectiva, no me siento nada orgullosa de haber trabajado. Me he sentido utilizada y manipulada… y me avergüenza haber formado parte de ciertos momentos y dinámicas", sentenció. Aunque sin nombrarlas directamente, muchos interpretaron que estas palabras iban dirigidas a rostros como María Patiño o Belén Esteban, figuras omnipresentes en ese estilo de televisión que ahora reniega.

Sobre la falta de un perdón explícito hacia Belén Rodríguez, Terelu explicó que la distancia fue una barrera insalvable. "Se cerró a todo el mundo. A Carmen Borrego la tenía bloqueada. Yo solo supe de ella por terceros", declaró, asegurando que nunca dijo que su examiga se aprovechara de su madre, la fallecida María Teresa Campos, para obtener notoriedad.

Este episodio marca un punto de inflexión en la figura pública de Terelu Campos, que parece querer tomar distancia de una etapa profesional que, según reconoce ahora, nunca terminó de encajar con su manera de entender la televisión. Mientras algunos ven en sus palabras un ejercicio de honestidad y reconciliación consigo misma, otros critican la tardanza en reconocer errores que, para muchos, ya son historia de la crónica rosa más agria.

En cualquier caso, lo que queda claro es que Terelu ha roto el silencio sobre lo que fue su paso por un tipo de televisión que ahora ve con otros ojos. Y lo ha hecho con una mezcla de arrepentimiento, dolor y un claro deseo de redención. Porque, al parecer, incluso en televisión, hay actos que dejan cicatrices más profundas que cualquier reality extremo en Honduras.

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