A caballo entre Marbella y Madrid, ahora hemos visto a la vedette de Totana por las calles de la capital logrando todo el efecto contrario al que, aparentemente, quería conseguir. Se ha camuflado de arriba a abajo para no enseñar su cara después de someterse a unos últimos retoques. Pero si a su lado pasea su hija, Sofía Cristo, pues resulta fácil intuir que quien se esconde detrás unas gafas de sol, una mascarilla y una capucha no es otra que la artista murciana.
La revista Lecturas muestra este miércoles las imágenes de la actriz, que durante su último viaje a la capital no se ha hospedado en casa de su hija Dj como acustumbra si no en un hostal de la calle Velázquez del Barrio Salamanca.
El resultado de su última operación, por el momento, es todo un misterio. Ya el año pasado se quitó parte de la silicona del labio inferior, la cual le habían implantado décadas atrás, en los principios de los noventa. Bárbara también se puso hace tiempo un balón gástrico para quitarse peso.
Y sus movimientos en los juzgados
Tal y como avanzamos en primicia el pasado 14 de noviembre, Bárbara Rey ha demandado a Mediaset, a varias productoras y a su hijo. Se trata, como ya explicamos, de una demanda civil por atentar contra su derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen, interpuesta en un juzgado de Marbella. Pero Ángel Cristo no se enfrenta a una querella criminal: Isabel Rábago lo confirmaba hace unos días y aclaraba que, en efecto, la examante de Juan Carlos I no procede con su hijo por la vía penal por revelación de secretos, sino por lo civil tras haber impulsado "una cacería mediática" contra ella.
Desde este medio podemos confirmar que la exvedette murciana demandó por una cantidad millonaria a Mediaset, a su propio hijo y a las productoras de programas como De Viernes, Supervivientes, TardeAR o Vamos a ver, además de a varios contertulios (entre ellos, Alessandro Lequio) que se refirieron a ella y a su relación con el rey Juan Carlos después de los escándalos de sus fotografías y audios. La de Totana lamenta que se haya instrumentalizado su dolor mediante "una cacería mediática" que las cadenas habrían aprovechado para recuperar la audiencia que perdieron con la cancelación de Sálvame, así como para competir contra Antena 3 tras el éxito de Cristo y Rey, la serie basada en su vida, y el documental biográfico protagonizado por ella.
De las intenciones con esta demanda también hablamos en Informalia.
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