Anabel Pantoja estalla y desmiente estar mal con su tía Isabel: "Muchas veces tengo que explotar"

Anabel Pantoja está en todos los saros. La sobrina de Isabel Pantoja, que vive a caballo entre Córdoba y Canarias, estuvo hace una semana de cena con Mariló de la Rubia en un conocido restaurante de Córdoba y sin antes comentárselo a su tía. Este viernes, la 'sobrinísima' ha estallado ante quienes aseguraban que la relación entre tía y sobrina se había mermado después de su velada con Mariló.

"No hagáis suposiciones que no son de verdad. La vida es más sencilla de lo que es. Yo lo entiendo, respeto vuestro trabajo y el de los compañeros en plató, pero hay veces que se retuercen mucho las cosas", ha comenzado explicando la prima de Kiko Rivera e Isa Pantoja ante las cámaras de Europa Press.

Asimismo, la ex de Omar Sánchez ha sentenciado que no está dispuesta a que se creen rumores sobre su vida personal. Hay que recordar que, más allá de los rumores de crisis con su tía Isabel, Anabel ha tenido que lidiar con informaciones que apuntaban a que su novio David Rodríguez (con el que se va a convertir en madre el próximo mes de noviembre) le había sido infiel.

"Muchas veces son cosas dañinas. Es como, joder tía, ¿Cómo no voy a trabajar con mi tía? De verdad, en serio, vamos a ubicarnos. Traicionar, no traicionar… de verdad…", ha manifestado Anabel.

Así las cosas, la exconcursante de Supervivientes ha señalado que, aunque es consciente que es un personaje público, es inevitable explotar. "Además, estoy como estoy y yo entiendo, porque tengo que pagar que soy un personaje público y os juro por mi vida que lo estoy haciendo, pero entendedme que muchas veces tengo que explotar", ha sentenciado.

La amistad de Isabel Pantoja con Mariló de la Rubia

La amistad especial de Pantoja con de la Rubia se conoció a finales de febrero, cuando la madre de Kiko Rivera e Isa Pi fue fotografiada por Córdoba con la mujer que le llevaba la agenda médica y con la que era frecuente que comprara embutidos por la ciudad. Unas imágenes en las que destacaba la sonrisa de Isabel, que salía de su encierro en Cantora y por fin se la veía con una actitud y una vibra diferente. Sin embargo, a Isabel le volvió a pasar lo mismo que tantas otras veces, cuando ha ido perdiendo a la gente que ha estado con ella como si de un familiar de los que no defraudan se tratase.

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