La inflación ayudará a mover el ahorro de cuentas a fondos
- Las familias y empresas tienen 1,82 billones en depósitos que no rentan
Eva Contreras, Eva Díaz
La banca encontrará varios vectores exógenos capaces de espolear el negocio. Hay altas expectativas en que los fondos NextGeneration impulsen proyectos de inversión y el consumo, dinamizando de su mano la financiación, y la inflación puede ser un aliado que ayude a prescribir productos de ahorro-inversión generadores de comisiones. "Si suben los tipos y con una inflación del 5 ó 4%, la gente no va a querer tener ahorros en su cuenta sin más y probablemente se activen otras inversiones como los fondos y eso le va a ir bien también al sector", explica el economista de Funcas, Santiago Carbó.
Las familias y empresas tienen aparcados un récord de 1,82 billones de euros en cuentas a la vista y depósitos. En las cartillas perciben entre un 0 y 0,02% de retribución y en depósitos un interés medio del 0,04% conforme a las estadísticas del Banco de España, aunque muchas empresas pagan al banco por dejar en depósito su liquidez comisiones de hasta el 0,5%. "Cuando la inflación es 0-1% no pasa nada. También porque utilizamos las cuentas corrientes con motivos transaccionales o para tener la tarjeta, pero cuando la inflación es del 5% está perdiendo valor", agrega Carbó. "Hay entorno al billón de euros en cuentas corrientes y es un billón que se puede mover", estima.
Por la parte del activo o de la financiación, se dibuja también un escenario favorable con la llegada de los fondos europeos. Europa comprometió el reparto de 740.000 millones de euros para la recuperación económica y su transformación hacia la innovación, digitalización, sostenibilidad y mejora de la productividad. A España le corresponden 140.000 millones de los que, por el momento, tan solo ha recibido 19.000 millones.
La nueva concesión de crédito a empresas cayó un 16% el pasado año porque tienen aún liquidez y han podido retrasar proyectos de inversión a la espera, precisamente, de esos fondos. Según las estimaciones realizadas por el Banco Sabadell, los fondos NextGeneration incrementarán en 320.000 millones de euros la inversión privada, de los que 120.000 millones se darán a través de financiación bancaria (40.000 millones entre 2021-2023 y otros 80.000 millones entre 2024-2026). La mayoría de las peticiones de financiación las harán autónomos, pymes y empresas, que podría incrementarse hasta un 5% entre 2022 y 2023, según los analistas de Alantra.
Hay expectativas de que alimenten también un consumo financiable si se lanzan proyectos para hacer más eficientes energéticamente las viviendas y acelerar la sustitución de vehículos contaminantes por otros que no lo son. El Gobierno ha avanzado planes en ambas direcciones con ayudas o desgravaciones que no cubrirían en su integridad los gastos y pueden, por tanto, alentar la demanda de créditos.
Y al margen de las subvenciones, la simple llegada de los fondos europeos estimulará el crecimiento y el negocio financiero prospera cuando hay mayor dinamismo y empleo. La Comisión Europea prevé que el PIB crezca un 5,5% y el Banco de España el 5,4%, inferior al 7% del Gobierno, pero que en ambos casos dibuja un escenario de expansión más asimilable a una economía emergente que al crecimiento nacional preCovid.
En clave negativa la inflación presenta el riesgo de frenar la actividad si se traslada a los costes de manera estructural. Su impacto sería, en cualquier caso, a medio plazo, según el economista de Funcas y confía que "se pueda llegar a un acuerdo de política de rentas de entorno al 2% o un poquito más" que evite ese pernicioso escenario.
¿Se encarecerá la financiación?
El BCE empezará a desmantelar las medidas de liquidez extraordinarias en marzo con los programas de recompra de deuda y tiene en el aire las líneas de financiación TLRO, cuyo repliegue es clave. El BCE paga a la banca hasta un 1% por usar esa financiación para dar crédito. El sector nada en liquidez (cubre el crédito con depósitos de clientes), pero la retirada de los TLRO impactaría en márgenes y eso puede trasladarse a precios. Ese 1% ha llegado a construir un 6% de los ingresos de CaixaBank y el 1% al Santander y BBVA.