Empresas y finanzas
Ecuador impide a Repsol vender sus activos y abandonar el país
- El Gobierno duda de la solvencia técnica y económica del comprador
Tomás Díaz
El Gobierno de Ecuador ha impedido a Repsol abandonar el país al vetar la venta de sus dos pozos a la canadiense New Stratus Energy (NSE), porque duda de la solvencia técnica y económica de esta compañía para afrontar la clausura de las instalaciones y las obligaciones económicas que conlleva. El país todavía analiza el traspaso de una participación en un oleoducto.
Hace un par de semanas, Repsol y NSE anunciaron que habían llegado a un acuerdo para que la primera le traspasara a la segunda todos sus activos en el país por cinco millones de dólares -unos 4,2 millones de euros-, ampliables a 12 millones de dólares bajo ciertas circunstancias, como la evolución de los precios del crudo o la extensión de los contratos de servicio. Se trata de activos ya amortizados por la firma dirigida por Josu Jon Imaz.
Más allá del modesto importe de la transacción, a Repsol le interesa aplicar su política corporativa de abandonar mercados no estratégicos y evitar los gastos derivados de la clausura de las instalaciones, ya que las licencias de los dos bloques petroleros, 16 y 67, con una producción de 18.300 barriles diarios, vence en 2022, mientras que el permiso de Oleoductos de Crudos Pesados (OCP) -donde la española tiene el 29,7%-, lo hace en 2023.
Parte del interés de la empresa canadiense radica en la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Gobierno para prorrogar estas actividades, pero el Ministerio de Energía ecuatoriano ha considerado que las condiciones técnicas y económicas de NSE no aseguran la continuidad de las operaciones en los campos. La titular de la Cartera, René Ortiz, ha explicado que la decisión "busca garantizar las mejores condiciones para el Estado, el patrimonio y los recursos naturales no renovables de todos los ecuatorianos".
Afinales de marzo, las cuentas de la compañía canadiense, que cotiza en la Bolsa de Toronto, acumulaban un déficit de unos 14 millones de dólares, y el Gobierno ecuatoriano duda de su capacidad para acometer las inversiones exigidas para clausurar los pozos y recuperar el estado ambiental previo a las explotaciones, así como las indemnizaciones a los trabajadores, las obligaciones tributarias y otros posibles gastos.
Sin fecha para la venta del 29,7% en un oleoducto
En consecuencia, Ecuador ha vetado la venta de los bloques petroleros y ha anunciado que sigue analizando la documentación relativa a la venta de la participación de OCP, pero no ha señalado en que momento podría pronunciarse al respecto: se comunicará "de manera oportuna".
Repsol ya señaló en su momento que el acuerdo con NSE era provisional y estaba condicionado a la aprobación de las autoridades competentes.
La empresa española lleva tiempo abandonando mercados que no considera estratégicos, y "primando el valor sobre el volumen", de acuerdo con la expresión habitual de Imaz. Recientemente ha salido de Papúa, Rumanía o Angola.