El nuevo repunte de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China acabó repentinamente con las incipientes esperanzas de ver un rebote en Wall Street, que giró bruscamente mediada la sesión de este lunes con la tecnología como principal damnificada. El índice director, el S&P 500, se quedó a un 1,5% de los 2.600 puntos, el primer escalón hacia los soportes urbi et orbi, donde las bolsas de todo el mundo se juegan la confirmación de un mercado bajista.
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En Europa, la antepenúltima sesión de octubre se saldó con un importante rebote en las principales plazas. La confirmación de la victoria electoral en Brasil del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro puso los cimientos de una buena jornada bursátil para valores españoles muy expuestos al país, como Telefónica, Banco Santander o Mapfre. Asimismo, los inversores compraron de nuevo deuda italiana, aliviando ligeramente la tensión con respecto a la senda de déficit público en Italia.
Este martes cotizan los resultados de BBVA, y las noticias llegadas desde México para Acciona y FFC. Pero visto los visto en Wall Street, "todavía no se puede hablar de un rebote sostenible más allá del muy corto plazo", advierte Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader.
"Se mantiene, por tanto, la situación potencialmente bajista que se confirmó la semana pasada tras la pérdida de los grandes soportes europeos", añade Cabrero, quien señala que para que se alejen estos riesgos y se pueda favorecer un rebote sostenible, "es preciso que de forma general los índices europeos logren cerrar el hueco bajista que abrieron el martes de la semana pasado, como son los 11.525 puntos del Dax alemán y los 9.000 enteros en el Ibex 35".