Economía

El BCE usa su provisión de emergencia para cubrir las pérdidas millonarias por la subida de tipos

  • El BCE sufre unas pérdidas históricas de 1.627 millones de euros en 2022
  • "Las pérdidas se debieron principalmente al gasto por intereses"
  • El colchón de provisiones del BCE se reduce un 20% de una sola tacada
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo. Foto de Reuters

Vicente Nieves

El Banco Central Europeo (BCE) ha sufrido unas pérdidas históricas de más de 1.600 millones de euros en 2022. No obstante, la institución ha comunicado que su 'beneficio neto' ha sido cero euros tras utilizar 1.627 millones de euros de las provisiones para riesgos financieros para equilibrar el resultado contable. Estas provisiones son un colchón que lleva años construyendo el BCE para utilizarlo en ocasiones como estas. De modo que sin tener en cuenta las provisiones, estas sería las primeras pérdidas del BCE en casi dos décadas. Unas pérdidas provocadas por la fuerte subida de los tipos de interés y que han 'congelado' la distribución de dividendos a los tesoros de los gobiernos.

Aunque parezca contradictorio, las propias decisiones de tipos del BCE son las que han generado estas perdidas. La explicación es sencilla: el objetivo del BCE es mantener la estabilidad de precios, no generar beneficios. Las contundentes subidas de los tipos de interés ha ejecutado BCE se han traducido en un aumento de los gastos por los intereses que pagan a los bancos comerciales (la liquidez que bancos como BBVA o CaixaBank, por ejemplo, acumulan en el 'parking' del BCE). Este gasto por intereses es superior a los ingresos por los intereses de la deuda que tiene el BCE en su balance. 

Como señalaba hace unos días el Banco Internacional de Pagos (el banco central de los bancos centrales), estas pérdidas son el 'precio' que hay que pagar para controlar la inflación. El propio BCE ha reconocido que la lucha contra la inflación puede generar un deterioro de los resultados del banco central durante un tiempo. El IPC se situó en enero en el 8,6% y, por tanto, sigue muy por encima del objetivo del banco central.

El comunicado oficial BCE ha revelado que el beneficio neto del banco central ha sido de cero euros en las cuentas anuales pertenecientes a 2022. No obstante, la institución señala que tras este resultado no habrá distribución de beneficios a los bancos centrales nacionales (BCN) de la zona del euro, además de admitir que se han usado provisiones para cubrir unas pérdidas que ya estaban previstas.

"Este resultado tiene en cuenta una liberación de 1.627 millones de euros de la provisión para riesgos financieros para cubrir las pérdidas sufridas durante el ejercicio. Estas pérdidas se debieron principalmente al gasto por intereses derivados de las amortizaciones netas del pasivo y valores de TARGET2 del BCE en los fondos propios y las carteras en dólares estadounidenses", aseguran la propia nota del Banco Central Europeo.

Un mayor gasto en intereses

Estos números rojos se deben, por tanto, al mayor gasto por intereses del banco central (ahora tiene que remunerar su pasivo frente a los tipos negativos de años pasados) se debe a que el BCE ha comenzado a remunerar toda la liquidez (y otros pasivos) que los bancos acumulan en el BCE, mientras que los intereses que genera la deuda que mantiene en balance tras años de compras de bonos no ha sido suficiente para amortiguar el golpe, junto a las pérdidas en las amortizaciones en las carteras de dólares (cuando los intereses sube, el precio de los bonos cae).

Por suerte, el BCE tenía una provisión de más de 8.200 millones de euros que ha ido construyendo durante los años de beneficios para compensar estas pérdidas, que por ahora no son preocupantes. No obstante, la pérdida más abultada del BCE se produjo en 2004, cuando la institución arrojó unas pérdidas de 1.636 millones de euros. Las pérdidas de aquel año fueron en gran parte por la fuerte apreciación del euro, que redujo el 'valor' de los activos que BCE tenía en otras divisas. Si el BCE mantiene, por ejemplo, oro y activos denominados en dólares, cuanto más suba el euro, menor el precio de esos activos al convertirlos en la divisa única.

Ahora, el colchón del BCE ha sufrido una caída del 20% en un solo año y se ha quedado en 6.556 millones de euros, después de haber liberado 1.627 millones para cubrir las pérdidas del año pasado. Este colchón tiene capacidad para aguantar otros cinco años de pérdidas similares a las de 2022, lo que da al BCE un amplio margen de actuación antes de tener que recurrir a los gobiernos de la Eurozona para que recapitalicen la institución.

La recapitalización por parte de los gobiernos es la opción de último recurso y solo habría que ponerla en marcha si el BCE sigue presentando pérdidas durante años y se comienza a poner en duda la credibilidad de la institución para cumplir su mandato. Antes de recurrir a los gobiernos, el BCE cuenta con varias herramientas (además del colchón o provisiones) para 'cubrir' de forma contable las pérdidas.

Estas pérdidas son el resultado de una subida abrupta de los tipos de interés que ha generado una suerte de 'descuadre' en el balance del banco central. El Banco Central Europeo comenzó a subir los tipos de interés en julio del año pasado. Desde entonces, el 'precio del dinero' ha subido en 300 puntos básicos, un incremento notable para un espacio de tiempo tan corto.

La tasa de depósito se sitúa en la actualidad en el 2,5% (seguirá subiendo), un interés que reciben los bancos comerciales por el exceso de liquidez (la liquidez más allá de las reservas obligatorias) que acumulan en el 'parking' del banco central. Según los últimos datos del BCE, esta liquidez supera los cuatro billones de euros (más de tres veces el PIB de España).

El BCE ha señalado en la nota que el principal desencadenante de las pérdidas ha sido "el gasto por intereses resultante del pasivo neto del TARGET2 del BCE, que ascendió a 2.075 millones de euros... Estos cambios se deben a subidas del tipo de interés de las operaciones principales de financiación del Eurosistema hasta niveles superiores al 0% desde el 27 de julio de 2022".

Por otro lado, el BCE destaca que la revaluación de los precios de la deuda (cuando suben los tipos, el precio de los bonos cae) tuvo un impacto de 1.840 millones de euros, "derivado principalmente de pérdidas de precio no realizadas en valores mantenidos en los fondos propios y carteras en dólares estadounidenses ante el aumento de los rendimientos de los bonos".

Toda esta 'sangría' de pérdidas se vio compensada, en parte, por los ingresos por intereses de la propia deuda que tiene en cartera el BCE y por el 'señoreaje' del que disfrutan los bancos centrales al tener el monopolio de la emisión de moneda. También, el BCE redujo sus costes de personal respecto al año anterior en 22 millones de euros. El coste fue de 652 millones frente a los 674 millones del año anterior.