Banca y finanzas

La banca entra en la cesta de la compra con un 20% de descuento

  • Es la gran protagonista del mercado, después de que la expectativa de unos tipos más altos en 2018 haya llevado al sector a pulverizar la resistencia que presionaba desde agosto
  • "Si la percepción de vuelta a la normalidad se instala, hay que comprar en especial bancos". Los títulos de Bankia y Bankinter son los únicos en los que los analistas aconsejan deshacer posiciones
  • El Santander es el banco con mejor recomendación del sector en España, le sigue Caixabank

Cristina García, Arantxa Rubio

La banca europea reúne una de las tres B que alguien suele buscar a la hora de comprar algo, la de barato. Y no es un descuento menor: es justo el doble del que históricamente ha ofrecido. Que, además, sea buena (e incluso bonita, quién sabe) depende de cómo de rápido llegue la subida de tipos en Europa, básicamente porque de ello depende que engorden sus márgenes. Pues bien, la probabilidad de que se produzca un alza este mismo año, a finales, ha crecido del 30 al 56% en una sola semana. Eso explica el apetito feroz de los inversores en los últimos días por la banca, que ha llevado al sector a romper la resistencia que presionaba sin éxito desde hace cinco meses y que abre la puerta a un avance adicional del 6%, hasta los máximos de 2015 -cerró la semana como el segundo más alcista de Europa, con una subida del 3,53%-. Aunque las recomendaciones de incluir sus títulos en cartera aún no abundan en el sector (en España no hay ni una), el viento que sopla a favor de éste invita, como mínimo, a estudiar si merece un hueco en la cesta de la compra.

Hay que estudiarlo, en primer lugar, porque las últimas actas del Banco Central Europeo (BCE) presentadas el jueves volvieron a alimentar la expectativa de que el fin de los estímulos se acerca, ahora que el crecimiento económico acompaña y puede dejar paso a una fase expansiva de la economía, que aumente el consumo y, por tanto, los precios. Y una vez se cumpla ese objetivo -aunque cada vez parece menos necesario la consecución del 2% de inflación-, el camino para iniciar la normalización estará despejado. Ese es el mensaje que el mercado ha vuelto a comprar esta semana por tercera vez desde 2016: la primera fue en noviembre de aquel año, cuando Donald Trump ganó las elecciones en Estados Unidos bajo promesas de políticas expansivas que dieron lugar a la interpretación de que obligaría a los bancos centrales a pisar el acelerador en la retirada de estímulos; mientras que la segunda fue en junio de 2017, tras el discurso de Mario Draghi, presidente del BCE, en Sintra, donde puso a pensar al mercado, como ahora, en la subida de tipos. "Si bien es cierto que la normalización monetaria ya está en precio, aún no se ha cotizado un aumento de la velocidad, por lo que si la retirada de estímulos o incluso la subida de tipos se adelanta a las fechas que ha dejado entrever Draghi los bancos podrían subir en bolsa", recuerdan en Orey iTrade.

Bonos no, banca sí

Pero antes incluso de que las actas del BCE alimentasen esta expectativa, el cambio de sentimiento empezó a gestarse el miércoles, el mismo día en que la cotización de la banca empezó a recoger el efecto. El culpable de avivarlo fue el Banco de Japón y su recorte de compras de deuda, que extendió rápidamente la idea de que otras instituciones monetarias seguirían sus pasos. Si la primera consecuencia fue compras masivas de bancos -fueron los únicos que firmaron subidas aquel día-, la segunda fue ventas de bonos (unos tipos más altos son desfavorables para este activo). "Si la percepción de vuelta a la normalidad se instala definitivamente en los mercados de la eurozona, una TIR del bono alemán a 10 años del 1 por ciento, y un EuroStoxx 50 cotizando cerca de los 4.000 puntos a finales de 2018 no nos deberían sorprender. Y si eso es así, lo que hay que hacer parece claro: comprar bolsa (en especial, acciones de bancos) y, los bonos, ni tocarlos", señala Josep Prats, gestor del fondo Abante European Quality, en su última carta a inversores.

La misma opinión manejan en Unicorp: "Si alguien piensa que efectivamente se puede producir un repunte de los tipos de interés, entendemos que el mejor activo para beneficiarse de este movimiento no es apostar con derivados vendiendo bonos, sino comprar acciones de bancos. Ya hace meses adjuntamos la fuerte correlación existente entre la rentabilidad de los bonos alemanes y el sectorial bancario de la eurozona. Si efectivamente el bono alemán supera máximos del año pasado (situados en el 0,60 por ciento) y continúa la correlación existente, el sectorial bancario romperá al alza los máximos del año pasado".

El aliciente, además, pese a que el sector no está exento de incertidumbres, es que comprar hoy un banco europeo sale mucho más barato de lo que históricamente ha sido. Si bien la banca siempre ha ofrecido descuento respecto a sus índices de referencia, salvo en años puntuales como el de 2012 -en plena crisis de deuda periférica que llevó a muchos de ellos a pérdidas-, comprar hoy uno de ellos es un 20% más barato que adquirir su índice de referencia, el Stoxx 600, frente a la rebaja del 10% que, de media, ha ofrecido desde 2004.

La explicación de que así sea está en los beneficios esperados para este año, aunque el crecimiento será más lento que en 2017, cuando se prevé que el sector duplique con creces sus ganancias, al pasar de los 40.200 millones de euros en 2016 a 99.800 millones en 2017. Para 2018, la expectativa es que aumenten otro 9,3%, hasta los 109.000 millones. Pero no todas las entidades lucen los mismos fundamentales, ni en España, donde no hay recomendaciones de compra; ni en Europa, donde hay diez (siendo Unicredit y MedioBanca las mejores).

Las favoritas en España

Tras un largo periodo de dificultades para la banca, en el que las entidades financieras del Ibex 35 publicaron sus cifras más bajas a nivel de beneficios entre 2012 y 2013, este año y 2019 será el de la recuperación de los resultados históricos de los grandes bancos españoles. Entre aquellos que se espera que más incrementen sus beneficios entre 2017 y 2018 destaca Santander. El consenso de mercado recogido por FactSet prevé que las ganancias de la entidad que preside Ana Botín crezcan un 18% este año, lo que implicaría alcanzar unos beneficios cercanos a los 8.406 millones de euros. Una cifra con la que adelantaría a BNP Paribas, que ha sido líder por beneficios del sector en Europa entre 2015 y 2017, y a Intesa SanPaolo, que igualó el resultado del banco cántabro en 2017.

Esta perspectiva más favorable para Santander (tras haber adquirido Popular el año pasado) ha permitido que su recomendación haya mejorado sensiblemente. Tanto es así que se ha ganado el mejor consejo del sector y el más sólido desde 2011, un mantener. En lo que va de año, sus títulos suman un 8% en bolsa, situándose entre los diez valores más alcistas del selectivo. "Creemos que la integración de Popular y Blackstone JV podría beneficiar el negocio aun más. Una reestructuración más profunda en cualquiera de estas geografías sería un catalizador positivo para el banco", consideran desde UBS, donde creen que Santander ofrece un flujo de beneficios sólido.

Tales atributos llevan también a JPMorgan a señalar a la entidad como su "principal elección en el mercado ibérico", aunque aún ven nubes en el horizonte para el sector en España: "Los débiles volúmenes de préstamos son inútiles para la progresión de los ingresos netos por intereses de los bancos españoles. Todavía carecemos de visibilidad sobre cuándo tendrá lugar el punto de equilibrio (segundo semestre de 2018 o principios de 2019), pero la incertidumbre política que rodea a Cataluña añade un riesgo a la baja a corto plazo", justifican.

Incertidumbre aparte, el 37% del beneficio del Ibex este año procederá de los bancos y, junto a Banco Santander, CaixaBank es la otra entidad en la que más se espera que crezcan. Un impulso que viene dado, en gran medida, desde que pasase de controlar el 45,5 al 84,5% del BPI. Se espera que CaixaBank logre unas ganancias de 2.211 millones de euros, un 21% más que los 1.831 estimados para el cierre de 2017. De cumplirse estos pronósticos, la entidad superaría su cota más alta de beneficios de 2006 y batiría un nuevo récord. "Es una buena historia de crecimiento orgánico gracias a la ganancia de cuota de mercado en préstamos al consumo y pymes, que tienen mayores márgenes, a un fuerte aumento del negocio en BancaSeguros, menores provisiones y una contribución más fuerte de Portugal", explican desde Alantra. Todo ello se ve reflejado en una recomendación de mantener y en el buen comportamiento en el mercado: acumula una rentabilidad algo superior al 10% en bolsa en lo que va de 2018, siendo el cuarto valor más alcista del Ibex.

Las otras dos alternativas que tienen un consejo de mantener en cartera actualmente son BBVA y Sabadell. El camino para la entidad que preside Francisco González no fue fácil en los últimos dos años, en los que tuvo que hacer frente a un intento de golpe de Estado en Turquía -su tercer mercado por beneficios- y a la amenaza que suponía Trump para México -su primera geografía por ganancias, con un 33%- . Sin embargo, la entidad, que tiene 910.000 accionistas, ha conseguido capearlos y a día de hoy tiene el mayor potencial alcista, un 3,5%, hasta los 7,6 euros. Aunque será la única entidad que no se prevé que supere su récord de beneficios en 2018 ni 2019, BBVA ha realizado movimientos estratégicos durante los últimos meses, como vender gran parte de su riesgo inmobiliario a Cerberus por 4.000 millones de euros. Una operación que previsiblemente le permitirá un respiro, teniendo en cuenta que en 2016 generó unas pérdidas de casi 600 millones, a pesar de las últimas provisiones realizadas por la depreciación de su participación en Telefónica.

En lo que respecta a Banco Sabadell, se espera que incremente su beneficio neto un 6% con respecto al año pasado, hasta los 858 millones de euros. De cumplirse este pronóstico, se quedaría muy cerca de los 908 millones que alcanzó en el ejercicio 2006, su récord. "Tiene una buena posición por el mix de sus préstamos, pero se verá presionado por el impacto negativo de la contribución descendiente de los bonos", señalan desde Credit Suisse. Tras haberse revalorizado un 12% en bolsa en las primeras semanas del año, Sabadell ya ha agotado su potencial para la media de bancos de inversión.

Las dos recomendaciones de venta

Ante la expectativa de que el Estado vendiese un paquete de acciones de Bankia con descuento, el mercado ha venido penalizando su cotización frente al resto del sector. No obstante, tras producirse una primera desinversión en noviembre del año pasado, han rebotado un 13%. De hecho, en 2018 está entre los diez mejores valores del Ibex. Con la compra de BMN se ha reforzado, dicen los expertos, algo que le dará margen para crecer en un entorno complicado. El consenso de mercado prevé que gane 912 milones este año, un 6 % más que el año pasado. Aun así, no superará la barrera de los 1.000 millones hasta 2019.

Por su parte, Bankinter ha sido el banco que mejor ha capeado la crisis económica (al tener menos exposición a la cartera hipotecaria) y ya en 2015 logró batir su beneficio histórico de 2007. De hecho, a diferencia del resto de bancos, que ahora debe batir los máximos de 2015 en bolsa, Bankinter superó los suyos ya en 2017, ver gráfico. Para este año, se espera que logre unas ganancias netas de 520 millones de euros por primera vez. Sin embargo, al igual que Bankia, ostenta una recomendación de venta, pese a ser la única entidad que escapa a la morosidad generada por la burbuja del ladrillo ya que su ratio de mora se encuentra en el 3,3%, la más baja del sector, al cierre del tercer trimestre de 2017.